Capítulo 11

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Todos los asistentes al juicio pusieron su atención en la Portavoz cuando ésta comenzó a leer la última carta que Leia le había escrito a su amado hijo, a modo de despedida, y que le había pedido a Maz entregarle cuando todo hubiera acabado:

Mi muy querido Ben, hijo mío.

Desde el momento en que tuve conocimiento de que estabas en mi vientre, supe que daría mi vida por mantenerte a salvo de cualquier peligro. Perdóname si hubo momentos en que descuidé tu atención por el bien de la galaxia. Nuestro antepasado había causado tanto daño que siempre sentí la obligación de dedicar todo mi esfuerzo a recuperar la paz, la concordia y el diálogo entre todos, y limpiar el buen nombre de la familia por ti; para que no te juzgaran por errores del pasado de los que no éramos responsables.

Quizás por todos mis esfuerzos por darte un buen futuro, no fuimos capaces de ver que tu luz era tan radiante que el mal no podía ignorarla. Ahora sabemos que nuestro antiguo enemigo, causante de las desgracias de muchos, y al que creíamos desaparecido, ha sido el culpable de manipularte toda tu vida para llevarte hacia la oscuridad, desde que estabas en mi vientre, en venganza contra nuestra familia.

Pero tu luz interior no ha podido ser aniquilada del todo, y siempre lo he sabido, pues es tan fuerte que, a pesar de años de abuso y manipulación, Ben aún vive dentro de Kylo Ren. Sé que mi hijo aún vive bajo esa máscara con la que intenta ocultar su vulnerabilidad.

Por otro lado, al percibir los orígenes de Rey supe también que mi padre habría querido que nuestra familia luchara por mantenerla en la luz. Tu padre, yo y tú mismo (pues conozco el fuerte vínculo que os une) somos los encargados de que Palpatine no triunfe hundiendo a su nieta en la oscuridad, como casi consiguió hacer contigo. Pero sé que aún hay esperanza, y que si estás leyendo esta carta es porque ya has vuelto plenamente a la luz, y todo ha salido bien. No sientas remordimiento por mi muerte, pues tanto tu padre como yo siempre supimos que daríamos la vida por traerte de vuelta si era necesario. Perdónanos por haber creído por un momento que cometiste crímenes que no habías cometido, por pensar que serías capaz de asesinar a tu tío y a tus compañeros. Sé ahora que mi Ben nunca habría hecho algo así, ni habrías abandonado a tu familia si esa voz malvada no te hubiera envenenado la mente en nuestra contra.

Tú y Rey sois ahora nuestra esperanza, mantened el equilibrio. Sed el epílogo para esta trágica historia de odio y venganza entre nuestras familias. Que los Skywalker y los Palpatine terminen su lucha de décadas con vuestra unión, de manera que el equilibrio sea reforzado.

Siempre serás mi más precioso regalo.

Tu madre, que te quiere.

Ben y Rey no dejaron de mirarse mientras las palabras de Leia eran leídas. Un silencio solemne invadió la sala durante unos instantes cuando la Portavoz calló. Los rostros reflejaban sorpresa, tristeza e incertidumbre. Algunos se mostraban abiertamente conmovidos, otros permanecían impasibles.

-Esto prueba que la manipulación de Ben Solo por parte de nuestro enemigo ha sido real. Certifico que esta es la letra y firma de la difunta general Organa –Sentenció la Portavoz.

-También hay testigos aquí de lo que se expone en la carta–habló Maz, señalando a Lando, Chewie y ella misma–. Conocimos al hijo de Leia desde su nacimiento, y fuimos testigos de su caída en la oscuridad, así como de la esperanza de sus padres en que algún día Ben Solo vencería las manipulaciones a que era sometido, y volvería finalmente a la luz.

Los consejeros que habían albergado dudas sobre la culpabilidad o no de Kylo Ren conversaron brevemente entre ellos. Algunos cambiaron de opinión; otros no.

The rise of Ben SoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora