1.3 Jefe Tímido

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Su ojeras evidenciaron su estrés creciente hasta que un día simplemente queda con esa cara de bebé viendo a quien está dentro de su pequeña oficina. No basta con que tenga ahí a ese hombre, sino que también lleva un ramo en las manos y se ve tan nervioso que-

—No se supone que llegarías ahora...—Lo escucha murmurar, su voz es ligeramente profunda. Jimin mira a todos lados y luego se hizo el cabello atrás, nervioso.

—Termine antes de comer... Señor-

—Jungkook me va bien. —Interrumpe de inmediato. Jimin seguía sin poder verlo a la cara. Sabe que tiene treinta y cuatro años y hasta ahí. Heredero de todo lo que toca la luz de sus padres. Nada muy particular aparte del rumorcito que apenas llegó a oír.

«Es un hombre muy, muy tímido.»

—No podría llamarlo por su-

—Si puedes, digo... Al menos a mí me va a bien—Ríe aun viendo el ramo, su sonrisa era muy tierna, el labio superior se desaparece y Jimin acaba ligeramente contagiado por el gesto—. Y-yo solo iba a... Dejar esto... Aquí.

—¿Gracias?

Jungkook coloca el ramo con al visible nota. Jimin observa atentamente como el mayor ordenaba lo poco que hay fuera de lugar. Otro detalle que nota mucho tiempo después y no se molesta en resaltar ¿Para qué? le evita la necesidad de hacerlo. Una vez finalizado eso Jungkook camina a la salida y Jimin piensa en leer la nota en el ramo.

—¡Esto...! —Respinga—. ¿Te gustan los regalos?

—Si... digo... Es lo único que me motiva de trabajar—sonríe y luego hace una mueca—. Au-aunque lo haría de todos modos, no es que... Usted entiende ¿no?

—No estás usando los anillos.

—Temía que me los robaran y también es-

—¿Quieres unos que puedas traer? Te gustan los anillos y los pendientes.

—El reglamento no me deja traer are- ¿Como sabe que me gustan? —interroga un tanto confuso. Eso no es algo que sepa... Básicamente nadie en su trabajo, nunca habla con nadie, así que nadie pudo llegar con esa información.

—No importa. Puedes traerlos si quieres. Traer todo lo que quieras. No se puede tener el cabello rosa... o rojo, para empezar.

A partir de ahí se dio cuenta de que tenía una especie de preferencia y ni atención había prestado. No solo ignorar el tema de pintarse el cabello, llevar pendientes, collares, anillos; tener la mejor oficina del piso por al vista que tiene... ¡¿cómo no se dio cuenta?!

Jungkook sigue siendo un satélite, orbitando sin llegar a acercarse realmente y a eso a Jimin le produce curiosidad. Sea confianza o resignación a que ya se sabe, Jungkook entra a la oficina; deja un ramo o peluche; una caja con algún dulce y se va. Jimin acaba riendo enternecido por el gesto.

—¿Quieres algo? Puedes pedirlo—Ofrece de repente tras dejar la caja con bombones. Jimin lo mira por encima de las gafas—. Algún dulce, un aumento, otro puesto... Lo que pidas.

—Eh... no, gracias. Estoy bien aquí—aquello fue raro, tirando a incómodo—. Tam...poco hace falta que me traigas tantos regalos. Ya me los dará mi novia. —lo último fue totalmente jocoso y fuera de realidad. Quizá para darle una razón de dejar aquellas atenciones tan poco comunes.

Abre los ojos ligeramente sorprendido. La mueca de Jungkook es enojada, golpea la lengua con el interior de su mejilla y mete las manos en sus bolsillos. El mayor se acerca, quizá demasiado, invade su espacio personal a final de cuentas.

—Lo que pasa en la empresa, se queda en la empresa ¿Cierto? Puedes pedirme lo que quieres estando aquí. No debería preocuparte tu... Novia. —mantuvo el contacto visual más de lo que suele poder. Jimin acaba enrojeciendo.

Es ridículo, pero le gustó.

Aun así no pidió nada. No necesitaba nada y lo sentía un abuso tremendo. Sin embargo, Jungkook insistió al tiempo que le daba regalos cada uno más pomposo que el anterior. Ya no se limitaba a dulces, flores y peluches. Ya tiene una colección de anillos y pendientes; algunos chokers que se pone y parecen gustarle...

Incluso ha llegado con ropa. Es bueno, malo, lo avergüenza. Es una cuestión confusa que se volvió aún peor cuando Jungkook lo cachó en pleno momento de ponerse labial. Es una mala maña que tiene cuando se ve muy pálido y debe disimular que no ha cenado, desayunado o lo que sea -en esta ocasión es desayuno-.

— Estás pálido.

—N-no es muy importante. Solo olvide desayunar. —Guarda el cosmético y vuelve a encender el monitor Jungkook lo apagó.

—Vamos a desayunar. Yo invito.

—No creo que-

—Desayunar Jimin-ssi, andando.

Jimin acaba rígido. No solo lo llama así, cosa que solo hace por escrito hasta ahora, sino que también se acerca y le dio un pico en los labios. Boquea y un poco llevado por la corriente lo sigue. Fue rarísimo, todos vieron como acompaña al jefe.

Esto se ve muy mal...

A diferencia del desayuno que está devorando con tanto gusto que Jungkook se lo queda mirando. Es una especie de mala costumbre en el tímido hombre. Con su tamaño y atractivo es un rasgo muy curioso y hasta gracioso.

—¿No te gustaría salir conmigo...?

Jimin traga y se lo queda mirando, los lentes a un lado y el par de aretes quietos por su falta de movimiento. Parpadea repetidamente, infla un poco los mofletes y suelta el aire de golpe. Ah... Esto... esto es rarísimo.

—Creo que eso se vería un poco mal.

—No me importa—declara en tono obstinado—. Puedo... Darte lo que quieras. Absolutamente todo—asegura confiado—. Y-yo... quiero estar contigo ¿podemos?

—No necesito nada así. Es tierno, creo, pero-

—Necesitas alguien que te quiera. También puedo darte eso. Puedo hacerte feliz, nadie parece querer hacerlo y yo no quiero perder la oportunidad de hacerlo. —dice muy bajo apenas audible, como si tuviera un ataque de cobardía.

—Somos... hombres ¿Estás consciente de eso?

—Sí. Por eso es que estás mal ¿cierto? Te gustan y te asusta la reacción... No importa. te puedo sacar de aquí, iremos a Estados Unidos... Puedo hacerte feliz, quiero hacerte feliz—sonríe con aire infantil. —Como cuando llegaste con el pelo rojo... Que esa felicidad extravagante sea mía.

Extrañamente, le sonó muy bien. Apenado hasta la médula se limitó a beber su bebida y encogerse con las mejillas infladas. El lugar ligeramente privado ayudo a que Jungkook se levantara, quedara frente a él y lo tomara de la cara para iniciar un beso.

Bueno... nada pierde con intentarlo ¿O sí?

Just Like Serendipity || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora