2.5 Jeon

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Jimin no dijo que sí, tampoco que no, se queda totalmente avergonzado. Gracias al entusiasmo y aunque las manos le sudan, pudo acercarse y darle un beso en los labios.

Jungkook pone manos a la obra. No puede soltar el hilo ahora que por fin lo agarra. Sin preguntar a nadie, sin tomar ninguna precaución o nada: Toma a Jimin y lo pone de secretario ¿Qué si le importa su opinión? En este preciso instante no. Incluso aunque es obvio que quiere negarse, no se lo permite y va a buscarlo como buen y demandante jefe que es.

Teniéndolo tan cerca es fácil ir a pasar rato con él. Hablar se va volviendo más natural, ya no es una cuestión tan platónica por su parte. Se toma la confianza de hablar cosas que le dan vergüenza decirle a sus padres o a su hermano. Son más personales.

Le ha dado todo lo que piensa que necesita. Departamento, auto, incluso se ofreció a pagarle la academia de manejo para que pueda usarlo; mandó a hacer a Chimmy -el perro gordo que Jimin dibuja-, para que hiciera match con Cooky. Lo lleva con él a reuniones y a veces Jimin funciona de traductor en el sentido de que puede decirle a él lo que piensa y no a los demás.

Tenerlo de secretario es genial a pesar del estrés que parece generar a Jimin, que no quiere arruinarlo por torpeza.

No ha habido acercamientos íntimos o directos, principalmente por la timidez mutua. Jungkook no entiende porque Jimin se corta tanto ¿Por qué simplemente no pide? ¿Por qué se avergüenza? Le daría lo que quisiera con tal de este feliz y junto a él, por complacerlo ¡Y Jimin no se deja!

Viaje a Estados Unidos, momento de libertad y desatarse totalmente. Una vez en el país donde creció podría ver si es tema de vergüenza o si realmente lo incomoda su presencia. Va bien desde antes de siquiera llegar al avión.

Están juntos en la primera nevada del año.

No es supersticioso, pero crea tanta ilusión vivir esto con Jimin y que él lo disfrute de igual modo. Es un lindo detalle que tendrá marcado en su agenda por siempre. Una vez en América no se aguanta a tomarlo de la mano en pleno aeropuerto. Muchos, desde que Jimin bajó del avión, se lo quedan viendo.

Jimin es lindo, es normal que esto ocurra y hacerlo consciente de que es así le causa satisfacción. Estar fuera de Corea les hace bien desde el primer segundo. Jimin está cambiando a una forma más relajada y descarada, más natural en él según Jungkook.

Darse besos, sentarse cerca, toquetearse de forma fuera de lugar por estar en público y demás. Jimin se da la tarea de iniciar con esto, ya que la timidez no le permitía hacerlo en su totalidad. Trabajo, festejar navidad y año nuevo siendo ambos una pareja sin habérselo pedido en teoría.

Es feliz. Realmente feliz.

Y sus padres lo hacen notar cuando en enero van a visitarlos. Su madre estaba a nada de ir a regañarlo por no presentarle al niño que tantas fotos sube fotos con él.

—Jimin-ssi, ellos son mis padres: Jeon Dak-Ho y Jeon Sun-Hee—Jimin se balancea sobre sus talones, inflando las mejillas. Estando rubio, con un suéter blanco al igual que el pantalón y la cara roja por el frío da un aspecto de cachorro nervioso—. Y mi hermano mayor, Jeon Jung-Hee... Él es mi novio Park Ji-min.

 Él es mi novio Park Ji-min

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—Es un placer conocerlos. —Hace una ligera reverencia antes de reír avergonzado.

—Oh, pero... si es adorable. —Su madre tiene cara de estar frente a un perrito al que quieres agarrar y quedarte. Jimin se lleva una mano a la cara, riendo con la misma pena.

—No es justo que hasta Noona me avergüence.

— ¡Noona! Necesito ir a Corea, hace mucho que no me llamaban así—Se acerca mucho—. Eres adorable ¿Qué hacías antes? ¿Eras modelo en Corea? —Jimin parpadea repetidamente ¿Por qué saca esa conclusión tan particular? Jungkook permanece un paso atrás de él, sumisamente quieto y callado.

—E-era contador-

— ¡¿Contador!? —preguntan los tres al mismo tiempo sin entender.

—S-si... de hecho, así en teoría Kookie y yo nos conocimos... o él a mí...

— ¿En serio? —Su padre lo miró un momento, Jungkook se encoge—. ¿Cómo?

—La verdad no sé. Jungkook me daba unos enormes ramos de flores por cada vez que me pintaba el cabello. Era adorable, porque no sabía que era él—Cuenta animado, no se lo ha dicho a nadie porque literalmente no tiene a quién. Solo tiene a Jungkook—. Luego me daba bombones... guarde todas las notas que me dejaba, luego lo veía rondando la oficina, me daba pánico que fuese a despedirme o algo por romper el reglamento de la empresa.

—Entonces cómo se supone que te diste cuenta de que era este miedoso, esa parte la quiero saber. —menciona el hermano mayor de Jungkook, este golpea el interior de su mejilla con la lengua, molesto por el comentario de su hermano.

—Una vez lo vi tras un pilar observándome; se iba corriendo apenas se daba cuenta de que lo noté-

—Jimin-ssi. —gimotea Jungkook, colorado y jalándole la manga.

—Y por último estaba en mi oficina con un ramo. Creyó que llegaría más tarde. Casi se desmaya, estaba tan pálido. Y como es tan alto, fuerte, se me hizo muy tierno— Acaricia la nuca a Jungkook, que empezó a comer los pequeños dulces en el plato, nervioso y con los mofletes inflados—. Luego me ofrecía demasiadas cosas-

—Jungkook te vas a ahogar. —susurra Sunhee a Jungkook sin mucha atención, quiere escuchar más del acercamiento de Jungkook a Jimin. Con lo cobarde de su pequeño retoño, hay curiosidad tremenda a cómo consiguió novio apenas se fue a Corea.

—Y me daba tanta pena aceptar lo que me daba; también pedirle nada... Incluso ahora me da demasiada pena que lo haga—Se tapa la cara con una mano mientras se ríe—. Somos novios, no es mi banco así que... Uh~ Jungkookie ya no puedes con más, cálmate. —Se recuesta de él carcajeando.

—Jommon-ssu

Jimin está ya en el suelo muriéndose de risa, Jungkook se queda con los mofletes inflados de tantos dulces. Los padres de Jungkook se ven entre ellos. Junghee toma una foto a la cara de su hermano y se ríe al mismo tiempo que Jimin.

Es obvio que Jungkook quiere esconderse en algún lado para no pasar mayor ridículo -o lo que él siente como un ridículo-, pero se queda ahí hasta que ríe y baja la cabeza, traga. Se rasca el cuello y mira a Jimin con un cariño que no había demostrado con nadie. Sin mencionar que es obvia la comodidad que hay estando junto a él.

—Jungkook siempre ha sido un cobarde de primera, que no te extrañe que actuara así—asegura Junghee apoyando el codo en su rodilla—. Nunca tuvo novia- Novio, nunca hubiera tenido novia—Tose para corregirse—. Y para todos era realmente un logro sacarle una palabra de la boca o que te mirara a la cara.

—Igual es muy tierno, me encanta—Jimin levanta de un saltó para caer sobre Jungkook y darle un beso en la mejilla—. Prometí ser el descarado de esta relación, así estará más cómodo.

—Gracias por aparecer, creí que iba a tener a un hermano virgen toda la vida. —Expresa dramático. Jungkook repite su conocido gesto antes de tomar a Jimin para que acabara sentado en su regazo.

—Tarde o temprano iba a encontrar a alguien—Asegura confiado—. Kookie es demasiado tierno como para no tener a nadie con él. Si no soy yo, quizá encuentre alguien mejor.

A estas alturas, Jimin se tiene más que ganada a la familia de Jungkook; básicamente lo adoran sin Jimin se dé cuenta de que pasa o como llega a causar este efecto en ellos. Como si los Jeon tienen en su esencia sentirse atraídos hacia Park Jimin. Todo sigue con buen rumbo. Algún que otro asunto, de no tener momentos malos y perdurar, no se tiene la certeza de una relación.

Just Like Serendipity || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora