Capitulo 6

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YO AMO A ANGELA

Ángela quedo en Shock no se lo esperaba

-Nos vemos, que tengas buenas noches, gracias por la comida, el buso.

Ángela lo observo como se fue hacia la puerta, no lo dudo y fue y le tomo por la cabeza y no lo dejo abrir la puerta, se apodero de sus labios, le quito la carpeta, toco lo que tenía en sus manos, lo dirigió hacia el sofá, él la tomo por detrás le acaricio los senos, le subió el vestido, y le acaricio de nuevo la vagina. Con sus dedos le introducía una y otra vez, Ángela estaba muy mojada esto le ayudo a deslizar los dedos una y otra vez.

-Quieres ser mía. Mientras le agarraba el pelo hacia atrás y no le sacaba la mano de la vagina

Ángela estaba muy excitada.

-Si le dijo. Algo excitada

-Pídemelo, y seguía lo mismo solo le soltaba la lengua para que respirara, pero volvía a besarla con más deseo

-Quiero ser tuya, hazme tuya. Le suplico

La coloco sobre el sillón y el beso de pies a cabeza se detuvo en la vagina y la beso. Jugaba con su lengua mojada sus labios, se apodero de su clítoris lo lamia con la lengua, e introducía los dos dedos en la vagina al mismo tiempo, la hacía gemir, no se quitó la ropa, estaba vestido, Ángela, le agarro la cabeza y le decía que parara que se iba a desarrollar.

-Desarróllate así, le dijo Carlos,

-No, le tomo la boca, lo beso, le quito el buso, le trato de quitar el pantalón.

Le tomo la cabeza y le dijo.

-Para unas cosas soy muy niño, pero mira cómo te tiene este niño de mojadita.

Ángela se desconcertó, que guache le resulto Carlos. Le dio una bofetada, en la volvió a tomar y la beso de nuevo, la mientras la besaba, se desabrocho el pantalón, saco el pene y la penetro, la llevo Hacia el sofá, la acostó, siguió penetrándola, primero lo hizo con movimientos muy bruscos como si quisiera castigarla, después más suaves, la sujeto de las caderas y le levanto un pie para poder penetrarla hasta el fondo, la estaba haciendo gemir, sintió como Ángela se mojó más, le beso de nuevo los senos y el cuello, ella Gemio y se empezó a tocar ella mismo la vagina. Mientras el la penetraba, Eso le encanto a Carlos, le puso más picante a la relación se desarrolló de nuevo y el dentro de ella. Terminaron abrazados estacados, le tomo el pelo y se lo sostuvo con la mano, le echo un poco de aire con la boca, ella se trató de incorporar.

-No te levantes, quédate un ratico así, sí. Dijo Carlos Duraron unos segundos más así.

-Mira Carlos, yo lo que no quiero es hacerte daño, ya tu vida es muy complicada, y no quiero que salgas lastimado. Lamento si te ofendí con lo que te dije por teléfono.

-Yo solo quiero una oportunidad, para que te des cuenta, que yo te puedo amar, que la edad no es impedimento para eso. No quiero ese jueguito de que hoy me quieres y mañana no, demonos la oportunidad, yo te quiero para todo en mi vida. Dijo Carlos

-Bueno sr, entonces, se va a ganar una mujer, que lo va a cansar, que lo va a llamar y si no le contesta cuando te vea te la va a montar, soy celosa, posesiva y obsesiva, dicen que estoy loca. Piénselo estas a tiempo.

-Bienvenida con todo eso, acepto todo el paquete completo.

-Está seguro, no se acepta devoluciones. Se rieron.

Se acomodó encima de su pecho y se quedaron así abrazados, a medio vestir. Con el alma desnuda.

-Amor yo no sé qué te paso, que te hizo tan desconfiada, ofreces una hoja de vida, como para que salga corriendo, pero es mentira, tu eres un ser maravilloso, bondadosa, cariñosa, responsable, te preocupas por mí, eres lo más lindo que me ha pasado. Bueno omitiendo lo de la cachetada.

-Amor, pero es que eres un grosero, como se te ocurre decirme esa guachada. –Amor y tú que, me enamoras, me haces el amor y me haces sentir como una servilleta usada y ahora el malo soy yo.

-Señor, usted es una hermosura, que servilleta usada, me encantas, tengo que admitirlo, tengo tu olor en mi nariz desde que te fuiste, me bañe y sigo oliendo a ti. Para mi tu hueles delicioso.

El beso de nuevo, se besaban como si no hubiera un mañana, ella no quería pensar y el no tenía donde ir, tenía un conflicto interno muy verraco. Durmieron un rato así.

Se despertó Ángela y lo observo, lo miro con los ojos cerrados, le parecía tan lindo, Dios había dotado a Carlos con una belleza. Tenía una piel suavecita una piel color chocolate, era más blanco que moreno, tenía un bronceado perfecto, estatura alta, labios carnosos, ojos expresivos, sus manos eran grandes y sus brazos fuertes, se sentía segura abrazada a él. Se despertó miro a Ángela, la beso.

-Que pasa amor, porque me estas mirando así.

-Mirándote como. Dijo Ángela.

-Si me sigues mirando así, te voy a comer a besos. La volvió a besar, le dio un beso en el pelo y la acomodo de nuevo en su pecho.

-Amor que tienes te noto algo triste.

-Problemas con Mamá, estoy terminando, tengo tanto trabajo, no me entiende, en la universidad el grupo que hicimos, me sacaron y para colmo mi Mamá me hecho hoy, puedo quedarme aquí, mañana veo que hago.

-Puedes quedarte hoy, mañana, cuando quieras. Se incorporó, le tomo de la mano, lo llevo al cuarto.

-Amor vamos a dormir, mañana vemos cómo hacemos para imprimir esos planos. Dijo Ángela

Enci Silva

Cinco mujeres y el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora