Borderline XXXV

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—"A veces uno cae en depresión y solo quiere abrazar a alguien para desahogarse, pero no hay a quien abrazar"—

—"A veces uno cae en depresión y solo quiere abrazar a alguien para desahogarse, pero no hay a quien abrazar"—

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Salio del salón de clases después de un rato, corrió hacia la cafetería buscando a Sun Hee.

—Hyung! — llamo Jimin cuando vio a Yoongi pasar apresurado.

— Ahora no Jimin te veré mas tarde en casa.— Respondió el mayor dándole la vuelta para seguir su camino.

—Estas buscando a Sun Hee?— la pregunta del chico hizo que el detuviera su camino

— Si, la haz visto?

— Rose, le dijo un montón de cosas en la cafetería, cosas bastante horribles, como porque no desaparecía y que por su culpa su amigo se estaba muriendo y Sun Hee salio corriendo, la vi dirigirse a las escale...—los ojos del pelinegro se abrieron como platos y una pulsada en el pecho lo hizo reaccionar, ni siquiera dejo que Jimin terminara la frase cuando salio corriendo en la dirección en la que la vio.

[...]

La navaja estaba fría, aun cuando estaba en su chamarra, la frialdad del metal era notable, levanto sus mangas preparándose para la incisión en sus muñecas, realizo pequeños cortes en estas conforme avanzaba sus ojos se apretaban debido al ardor que provocaban. Su mente comenzó a hacerle una mala jugada, las palabras de Rose comenzaban a hacerse presentes en su mente. Realmente estarían todos mejor sin ella? Realmente nada de eso abría pasado? 

Sintió la punta de la navaja sobre su piel, apretó aun mas los ojos con un poco de miedo... Estaba dispuesta a terminar con todo.

La navaja fue lanzada lejos de la chica, esta abrió los ojos sorprendida, la mirada fría del pelinegro estaba sobre ella, tomo su mano y la llevo casi a rastras.

—Que te pasa?— Se quejaba la castaña mientras iban bajando las escalera, apenas le había dado tiempo de tomar sus cosas. — A donde vamos?— Pregunto al darse cuenta que se dirigían hacia el estacionamiento del instituto. — Yoongi!!.— Se soltó de su agarre de golpe.

—Vamos.— Musito tomando nuevamente su mano para continuar con su camino.

—No pienso ir a ningún lado Min.— Se soltó de nuevo de su mano para ir hacia adentro, pero el pelinegro nuevamente la tomo.— Cual es tu maldito problema Yoongi!!!? — Grito la chica tratando de soltarse nuevamente de su agarre.

— TU!!, tu eres mi problema.—  replico el pelinegro.

— Bueno pues deja de meterte en mis problemas y preocúpate por ti... porque no simplemente haces lo que dijiste, porque no solo haces como hiciste en un principio y finges que no existo.

Las palabras de la chica sonaban tan frías, pero por mas que el quisiera no podía dejar de preocuparse por  ella, se quedo inmóvil por un momento, levanto la mirada y se percato que comenzaba a alejarse. Recordó las palabras de Yeon en su carta, recordó que le dijo que no permitiera que esa chica se fuera de su lado. Corrió hacia la castaña y la volvió a sujetar esta vez la tomo de los hombros.

—me da rabia, me da rabia que permitas que te lastimen con sus malditas palabras, que no entiendas que lo que ocurrió solo fue un maldito accidente... Nada de lo que paso fue culpa tuya Sun Hee.— Tomo las manos de la chica mirando aquellas cicatrices, unas cuantas ya bastante viejas y otras tantas que recién habían sido hechas—Que no entiendes que me importas? No entiendes cuanto me preocupo por ti? no es evidente que no quiero que nada malo te pase?.—

No terminaba de entender las palabraas del chico, todo habia sido tan repentino que no entendio por completo lo que decia, lo miro extrañada, pero esta vez ya ni se soltó de su agarre, esta vez  solo se dejo hacer, Yoongi volvio a tomar su mano para guiarla hasta la moto, le coloco el casco para despues subirse en esta. 

—Sube... creo que necesitas un poco de tiempo... y necesitamos curar esas heridas.— Sun Hee dudo un poco antes de subirse a la moto, pero al final termino en esta, sujetandose de la cintura del pelinegro.

[...]

—Pasa...— Dijo el pelinegro abriendo la puerta del departamento, Sun Hee lo siguió hasta su habitación sin decir palabra alguna.— Espérame aquí, iré por el botiquín al baño.— Menciono antes de dirigirse ahí.

Tal y como Yoongi le dijo espero en la habitación, se sentó en la orilla de la cama mientras observaba detenidamente los detalles de la habitación. No entraba demasiada luz por la ventana debido a las cortinas oscuras que de estas colgaban, lo único que alumbraba un poco era la lampara que se encontraba en el escritorio frente a la cama, se levanto y fue hasta el escritorio, observo las partituras que se encontraban regadas sobre este al igual que un cuadernillo de pasta roja que sobresalía. Paso sus dedos sobre este, curiosa lo tomo para verlo de cerca.

—Ya regrese.— Dijo Yoongi entrando a la habitación. Sun Hee regreso a la cama sentándose nuevamente en la orilla de esta.— quítate la chamarra para poder curarte.

Sin protestar Sun Hee hizo lo que el pelinegro le pidió, se quito con cuidado la chamarra, Yoongi tomo un poco de alcohol con un algodón y comenzó a limpiar con sumo cuidado las heridas de la chica. Esta restaba atención a las acciones del chico, su vista seguía fija en aquel escritorio con partituras y en especial en ese cuadernillo.

—No te duele?— Pregunto Yoongi en un tono bastante preocupado.

—Oh?.. ah.. no, no me duele— respondio al percatarse de que se referia.

Yoongi continuo curando las heridas de la chica, sin poder evitar recordar las veces que Yeon curo sus heridas por alguna pelea.

— Esas... partituras, tu las escribiste?— Yoongi asintio mientras colocaba unas pequeñas benditas en sus cortadas.— Tocas piano verdad?— Yoongi volvió a asentir.— Mi padre tocaba el piano, siempre quise aprender a tocarlo pero no tenia quien me enseñara.— Volvió su mirada a sus muñecas y sonrió melancólicamente. — Gracias.— Dijo en un susurro apenas audible.

—Desde muy pequeño comencé a tener un gusto enorme por la música, a pesar de que a mis padres jamas les agrado la idea, bueno siempre me daba el tiempo para tocar un poco el piano... aunque realmente a mi nadie me enseño.. yo solo fui aprendiendo.— fue hacia el escritorio y tomo las partituras junto a su cuadernillo, se sento a un lado de la castaña y le mostró las partituras.

—Aun cuando el piano era mucho mas alto que yo, fue la mejor compañía que pude tener durante mi infancia.

—Hablas de el como si fuera una persona.— menciono en un tono divertido.

—Seria un tanto complicado explicarte con palabras, así que mejor te lo muestro.— tomo las partituras y fue hacia la puerta, la abrió y miro a la chica.— Vamos.. o te quedaras ahí?

Se puso de pie dispuesta a seguirlo, llegaron a la sala y Yoongi destapo el piano que estaba ahí, se sentó en el banquillo y le hizo un ademan invitándola a sentarse a su lado.


Borderline /Min YoongiOnde histórias criam vida. Descubra agora