Borderline /Min Yoongi

Borderline XXXVI

-"Me vas a ver sonriendo, porque siempre lo hago, pero tal vez ande medio harta y medio rota; medio triste y medio loca. No seas tan duro conmigo, me duelen muchas cosas de la sonrisa para adentro."-

Se sentó a su lado mientras escuchaba la música que el pelinegro hacia con el piano, cerro los ojos disfrutando de esta, la melodía era tan triste pero cálida a la vez, tanto que por un momento comenzó a olvidarse un poco de los problemas, recordó la época en la que se sentaba con su padre al piano y lo escuchaba tocar, mantenía los ojos cerrados sin darse cuenta poco a poco recargo su cabeza en el hombro de Yoongi.

-Ahora entiendes a lo que me refiero?- La voz de Yoongi sonaba tan tranquila, que ni siquiera provoco que la castaña abriera los ojos.- Las melodías que este piano me regalaba en los momentos que más necesitaba... Hicieron que se volviera importante para mi aún cuando para muchos era solo un simple piano... Para mí fue el salvavidas que necesitaba para no terminar hundiendome en un abismo.- Sonrió melancólicamente.- Pero igual no fue de mucha ayuda cuando deje de tocar... Porque termine hundiendome.

Abrió los ojos en cuanto la voz y la melodía del chico terminaron.

- Eso suena bastante jodido- dijo la chica comenzando a tocar algunas notas.

-Y realmente lo es... Pero bueno igual tenía que salir adelante de alguna manera.

Asintió mientras jugueteaba con las teclas del piano. -Y... Ese cuadernillo que estaba junto a las partituras?

La sangre del pelinegro se helo ante la pregunta.— Ese... Cuadernillo, digamos que es una parte de mi alma... En ese cuadernillo escribo algunas canciones.—respondio tratando de parecer lo suficientemente tranquilo.

—Canciones?...—repitio la castaña mientras asentía como asimilando las palabras del pelinegro.— podría escuchar alguna?

—Ninguna está terminada en su totalidad... Realmente en su mayoría solo son melodías.— Los labios fruncidos de la chica le resultaban un tanto gracioso al pelinegro.— Pero... Si quieres puedo mostrarte un poco más de lo que este piano puede hacer ...

Los labios de Sun Hee esbozó una pequeña sonrisa al oír a Yoongi volver a tocar aquel instrumento.

Las horas pasaron bastante rápido aunque el tiempo que pasaron juntos parecía realmente corto, el sol comenzaba a ocultarse cuando llegaron a la casa de la castaña.

— Listo ya estás en casa.— anuncio el pelinegro al estacionar su moto.

—Gracias por lo de hoy...— respondió Sun Hee al entregarle el casco.

— No fue nada... Aunque a decir verdad, deberías pedir un permiso para faltar... No es bueno que estés ahí y menos con todo lo que está sucediendo. Deberías tomarte unos días para que estés mejor y bueno yo puedo ayudarte con los apuntes y trabajos así no te atrasas ni nada.

—Lo pensaré... Pero aún así gracias por preocuparte.— sonrió de lado mientras miraba el vendaje que tenía en su muñeca.

— Bien... Supongo que tengo que irme.— menciono el chico colocándose el casco.

—Esta bien... Adiós— se despidió agitando un poco la mano viendo cómo la moto se alejaba.

Entro a casa ya un poco más tranquila, se dirigió al comedor encontrándose con su hermano ahí.

—Hola. — Musitó la menor sentándose a su lado.

—Me llamaron de la escuela... Me dijeron que desapareciste después de la primera mitad de clases... Dónde estabas?— preguntó el mayor sin apartar la mirada de su laptop.

—No me sentía bien... No quería estar en un lugar donde todo me recuerda a Tae... Es demasiado difícil para mí y más aún el que todos piensen que es mi culpa.— contesto en voz baja sin mirar a su hermano.

Nam cerró la computadora y le miro. —Sabes que nada de lo que ocurrió fue culpa tuya verdad? Yo también siento mucho lo que pasó... He visto a Taehyung  desde pequeño... Y se lo importante que es para ti, pero... No debes culparte por algo que no es tu culpa.

—Es un poco complicado Nam... De verdad lo intento, pero cuando todos te culpan es bastante difícil pensar que realmente no es tu culpa todo lo que está pasando.— Respondio Sun Hee aún sin mirar a su hermano. —El hecho de que todos ahí se encarguen de hacerme creer que realmente todo fue mi culpa, realmente no ayuda mucho que digamos.

—Tal vez lo mejor sea que no vayas al instituto por algunos días...— Sugirió el mayor.

—Tambien lo estoy considerando... Pero no sé que es peor... Ir al instituto o quedarme en casa y soportar a...

—Ya no te molestará... Ya se a ido.— Sun Hee lo miro sorprendida. —hace un rato, hizo sus maletas y se fue.

—Ya veo...— volvió a desviar su mirada, a pesar de la mala relación con ella de verdad le dolía que para ella fuese tan fácil irse.— Entonces será buena idea tomarme unos días.—Se levanto de la silla.— Iré a acostarme... Realmente no me siento bien.

—Descansa, si necesitas algo me hablas.— La castaña asintió ante las palabras de su hermano, se dió la vuelta y comenzó a caminar con dirección a su habitación.

Sus pasos eran lentos y un tanto perezosos, no se sentía anímicamente del todo bien, a pesar de que Yoongi había ayudado a olvidar un poco su malestar, este seguía latente. Entro a su habitación cerrando la puerta detrás de ella, se tumbó en su cama mirando el techo, aún estaban aquellas pequeñas estrellas florescentes.

Sonrió de lado ante el recuerdo de su padre, aún cuando los recuerdos que tenía de el eran muy pocos, todos y cada uno de ellos los atesoraba con mucho amor.

Tomo su celular y le mando un mensaje a Yoongi.

⟨⟨Te tomaré  la palabra, hable con mi hermano y
bueno no iré al instituto por un par de días.
✓✓

Min;

⟩⟩Puede que sea lo mejor... Necesitas
dejar que las cosas se calmen al menos
un poco para que no te afecten de más 

⟩⟩ Sobre los trabajos no te preocupes demasiado
yo te llevaré todo lo necesario después de clasesasi tu lugar de matadita puede estar a salvó.

Sonrió ante el último mensaje del pelinegro, aún cuando las cosas no se compondrían de un día a otro, el no sentirse por completo sola ayudaba bastante.

—solo me hace falta que tu estés bien.—  susurro viendo la foto de su buró.