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Después de que sus hermanos menores salieran de la casa para permitirle a Lauren y a su novia que se vistieran, todos se encontraban sentados al rededor de la isla de la cocina.

Ninguno había hablado, Lauren apenas había compartido un incómodo abrazo con cada uno de sus hermanos.

Camila tenía la vista clavada en sus dedos entrelazados sobre le isla. Jamás en toda su vida se pudo haber imaginado que conocería a los hermanos de su novia de esa manera.

Taylor, era casi tan alta como Lauren, cabellera castaña y ojos color café. Parecía ser una persona agradable, observaba a Camila con una gran sonrisa en sus labios.

En cambio Chris, era alto, muy alto y apuesto. Siempre bien vestido y su cabellera despeinada.

Él observaba con el ceño fruncido a su hermana mayor.

"Así que te va muy bien, Lau." Dijo Taylor rompiendo el silencio incómodo que se había apoderado de todos.

Lauren volteó a verla y sonrió un poco antes de voltear a ver a su hermano menor, Chris seguía con el ceño fruncido.

La fotógrafa dejo salir un suspiro "¿Qué hacen aquí?"

"Ugh." Taylor negó con la cabeza "¿No te alegras de vernos aquí?"

"Por supuesto que sí." Lauren volteó a ver a su novia "Es sólo que no esperaba esto..."

"Eso es más que obvio." Dejo escapar Chris "¿Al menos piensas presentarnos?"

"Ellos son Taylor y Chris." Dijo Lauren de inmediato señalando a cada uno de sus hermanos mientras mencionaba sus nombres "Chicos, ella es Camila, mi novia."

Los pequeños hermanos Jauregui intercambiaron un apretón de manos con la modelo, que aún seguía bastante incómoda con la presencia de ellos. No porque ellos fueran intimidantes o desagradables, sólo era por la primera imagen que seguramente tenían de ella, desnuda.

"¿Qué hacen aquí?" Volvió a preguntar Lauren después de haberlos presentado "¿La tía Lilly está bien?"

Taylor asintió con la cabeza "Ella está bien, Lau." La más pequeña de los Jauregui volteó a ver a su hermana mayor a los ojos "Nosotros sólo te extrañamos y queríamos volver..."

"Desde que nos fuimos." Completo Chris y por fin le sonrió un poco a su hermana mayor.

Lauren asintió con la cabeza sin saber que más decir. Estaba feliz.

Había deseado desde tiempo atrás que sus hermanos volviera a su lado, seguir junto con la única familia que tenía; y también la modelo que estaba a su lado también estaba en su vida ahora. No fue hasta que Camila le acarició la mejilla cuando se dio cuenta de que había lágrimas cayendo de sus ojos.

"Lo siento." Se disculpó limpiando sus lágrimas "Creo que han sido muchas emociones para las 2 de la mañana. ¿Por qué llegaron a esta hora?"

Chris y Taylor se voltearon a ver con complicidad y sonrieron.

"Bueno, en realidad queríamos sorprenderte... Pero los sorprendidos fuimos nosotros." Dijo Chris volteando a ver a Camila "Llamamos a Josué y nos dijo que estarías aquí, en una fiesta."

"Tremenda fiesta la tuya." Dijo Taylor entre dientes.

"Vamos, seguro deben de estar agotados por el viaje." Lauren se puso de pie mientras hablaba "Vayan a dormir."

Los pequeños Jauregui asintieron con la cabeza y se pusieron de pie tomando su equipaje del piso. Caminaron en silencio hasta perderse en las escaleras.

Camila seguía sentada con la mirada clavada en sus manos "Lo siento."

"Yo soy la que lo siente." Respondió Lauren cruzando sus brazos sobre el pecho "Ahora vamos, tenemos algo que terminar."

Camila levantó la mirada para encontrarse con la de Lauren, quién le sonreía ampliamente. La modelo asintió con la cabeza y se puso de pie para seguir a su novia hasta la puera corrediza.

Ambas entraron a su pequeña casita en el árbol. Y antes de que pudieran darse cuenta ya estaban desnudas una vez más complaciendose la una a la otra con tanto amor.

Camila no tenía duda en cuanto amaba a la mujer que se retorcía de placer debajo de su cuerpo. Amaba sus ojos verdes, amaba sus labios, amaba su cabellera siempre despeinada, amaba su forma de vestir y su voz rasposa, amaba lo talentosa que era y la cantidad de comida que podía comer; también amaba su historia, amaba todo lo que la había hecho madurar y ser la persona perfecta que era. Amaba su alma, amaba su existencia y amaba que fuera sólo de ella.

Lauren era perfecta, ambas eran perfectas juntas.

Unos cuantos golpes en la puerta hicieron que Camila abriera los ojos. La luz de la mañana entraba por la ventana entre abierta.

La modelo se puso de pie y se vistió con la pijama que había dejado perfectamente doblada al lado de la cama y que jamás utilizo. Cubrió el cuerpo desnudo de Lauren sobre la cama y abrió la puerta para encontrarse con la más pequeña de la familia Jauregui de pie en los escalones que daban hasta la casita.

"Buen día." Saludo Taylor.

Llevaba en su mano una taza de porcelana negra y sé la acercó a Camila.

"Sabía que Lauren seguiría dormida." Dijo la más joven "¿Podrías acompañarnos a desayunar? De verdad nos agradaría conocerte... Ya sabes, borrar esa primera impresión."

Camila asintió con la cabeza y le dio un trago al café que había en la taza.

No podía negarse a la petición de los hermanos de su novia, no al menos si quería arreglar esa primera impresión y llevarse bien por el bien de su relación con la fotógrafa.

Camila siguió a Taylor lentamente por todo el recorrido hasta llegar a la cocina.

El único varón Jauregui estaba frente a la estufa volteando lo que para Camila parecían HotCakes en sartén.

"Buen día." Saludo la modelo y Chris volteo a verla con una gran sonrisa.

Para su fortuna, ambos chicos también vestían sus pijamas puestas.

Chris sirvió algunos HotCakes en tres diferentes platos y los dejo sobre la isla de la cocina entregándole uno a cada chica.

Los tres se sentaron rápidamente. Camila tomo el recipiente donde estaba la miel y vertió un poco sobre los HotCakes que había hecho Chris y realmente se veían muy apetecibles.

"Muy bien, Camila." Dijo Chris después de unos segundos "Ahora si, queremos saber tus intenciones con nuestra hermana."

Taylor asintió con la cabeza mientras le daba un sorbo a su café.

Camila no pudo evitar soltar una risita nerviosa. Era obvio que Chris iba a cuestionarla, él cuidaba a sus hermanas, los tres se cuidaban entre ellos.

Los hermanos Jauregui habían tenido que cuidarse entre ellos después de la muerte de sus padres, su tía los había acompañado, sí; pero no había nada como el amor entre hermanos para sobreponer la pérdida de los padres. Los tres sabían lo que se sentía perderlos, lo que era estar solos.

Camila se aclaró la garganta antes de responder "Bueno chicos. Yo amo a Lauren..."

With Me (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora