Finalmente un destino

Capítulo 11

Después de platicar pocos instantes con mi madre y darme esperanzas de vida, todo volvió a ser común, aunque las dudas seguían rodando mi mente.

Antes de que se me ocurriera algo Alison me propuso despejar la mente, había una nueva película por lo que quería ir al cine para verla, pero no quería ir sola y además quedó de verse con alguien después, por lo que yo seria la amiga perfecta para dejar sola luego de ver su película.

O mínimo yo lo percibí así...

No sabía que hacer luego de ver dos horas de romance absurdo, relación tóxica y vida cliché de protagonistas perfectos; y para mí sorpresa, el destino había tomado una buena decisión luego de tantas tonterías.

—¿Axel? —digo acercándome a donde está— ¿Qué haces aquí?

—Creo que vine a encontrarte. —dice con una leve sonrisa.

—Bueno, al destino le gusta juntarnos.

—¿Vas a ver una película?

—Realmente no tengo ganas de ver nada de lo que ofrecen, solo quiero platicar con alguien o pasarla bien.

—No estoy en mi mejor momento como para platicar, pero, conozco de un Karaoke muy genial.

—Seria un gusto ir contigo.

—Lo sé —dice sonriente, toma mi mano con suavidad—, vamos.

Por suerte no quedaba tan lejos, había escuchado de este Karaoke, mi padre me había contado que era un lugar muy antiguo, pero siempre a la moda, fue uno de los lugares donde mis padres se dieron su primer beso, tal vez no todo en la vida sea casualidad ¿No?

—Es fantástico.

—Lo mejor es que tienen todo tipo de canciones, y de todas las épocas.

—¿Te gusta cantar?

—Es complicado, ¿Y tú?

—No soy nada buena, creo que soy mejor en el baile, aunque tampoco lo exclamo ya que también soy muy mala.

—Pensé que con esa voz tan hermosa podrían salir canciones muy bellas.

—En realidad canto como un gallo desafinado con tos.

No miento, algunos géneros mejor ni lo intento porque pensarían que estoy agonizando.

—¿Tu que tal? —Pregunto con cierto interés—, ¿Cantaras algo?

—Solo si tu me lo pides. —se acerca levemente hacia mí.

Dios, ¿Porqué creas cosas tan hermosas? Y otras cosas como yo que no podrían acercarse a las cosas tan hermosas.

—Eh... ¡El escenario esta libre! Si de verdad tienes palabra.

Sin dudarlo mucho se sube al escenario, por suerte no hay muchas personas, podrían contarse con los dedos de la mano.

En cuanto escucho el tono de la canción me doy cuenta que es "Tastle the feeling", pero lo que más me sorprende es la voz de Axel, en cuanto lo escucho cantar se me eriza la piel, nunca imagine que su voz melodiosa fuera tan bien con su rostro y cuerpo de dios griego.

Puedo notar el sentimiento que deja en cada letra que canta, mientras voltea a verme con esos ojos tan misteriosos, mi corazón se acelera cada vez que hacemos contacto visual, y ni hablar de cuando veo sus hoyuelos causados por su perfecta sonrisa.

Al terminar la canción baja del escenario sin pena, realmente somos de estilos muy diferentes y actitudes distintas, pero, me encanta los pocos momentos que he pasado junto a él.

Estaba completamente impresionada y dudo que alguien no lo logre notar, incluso Axel se sonrojo un poco al ver mi cara de sorprendida, lo cual es un poco tierno y lindo.

—¡¿Que fue eso?! —digo deslumbrada por su acto— ¡¡¡BRILLASTE EN EL ESCENARIO!!!

—¿Te gusto? —pregunta emocionado.

—¡Por supuesto! Eso fue... —Estoy con la boca abierta buscando las palabras más expresivas— ¡¡¡INCREÍBLE!!! Me fascinó, no sabía que cantabas tan bien, Axel.

—No eres la única que puede sorprender.

—¿Por que no muestras tu talento? —digo intentando evadir su comentario, aunque siento que arruine el momento.

—¡No! —Rechaza al instante— Eso jamás.

—¿Por qué? —cuestiono confundida por su respuesta mientras él tiene una mirada seria— No llevas una carrera musical y aun así cantas increíble, tu voz suena excelente, ¿Que te da tanto miedo?

—Keila... Soy el heredero de la fortuna de mi familia, las grandes empresas Broker —confiesa sin emoción.

—Pero...

—Solo no... —cambia su semblante a uno más animado— Aunque, podemos venir cuando quieras.

Sonrío para disimular un poco mi confusión, aún así fue una excelente noche, por fin sentía que todo iba marchando bien, y acorde a lo que siempre me deparó mi destino.

A la semana siguiente todo iba conforme a lo que me estaba acostumbrando, al parecer tenia razón en pensar que mi vida por fin había tomado un rumbo fijo; lo único que cambió fue ver al estúpido del autobús en las gradas mientras el equipo de fútbol entrenaba junto a las porristas.

—¿Que haces tu aquí? —pregunto en cuanto lo tengo de frente.

—Solo vine a ver a un amigo —dice sin interés.

—Si, claro, te creo.

—¿Entonces para que preguntas si no piensas creerme?

—¿Eres de algún equipo?

—No, solo vine a ver a un amigo.

—¿Realmente tienes amigos?

—¿No te deberían hacer la misma pregunta a ti?

Antes de que pueda contestarle todo lo que vengo guardando desde que lo conocí aparece alguien para impedirlo, y ese alguien es ni más ni menos que el pelirrojo que conozco.

—¡Denzel, hermano! Por fin logró convencerte de algo —al notar mi presencia rápido reacciona—. Oh, Keila, él es mi mejor amigo, Denzel.

Espera ¿Que?

—Un gusto, Denzel. —ahora conozco el nombre del susodicho.

—¿Para que me citaste? —le pregunta a Kendall ignorando mi saludo.

—Quería hablar de unas materias contigo, pero antes que nada, ¿Ustedes ya se conocían? ¿O se estaban conociendo?

—De hecho...

—¿A que viene tu pregunta? —me interrumpe Denzel.

—No finjas, los vi de lejos que estaban hablando de algo.

—Vamos en la misma clase, Literatura, solo hablábamos de la escuela.

—¿Porqué no puedes hablar de algo más con las chicas? Por cierto, Keila esta soltera ¿No se quieren conocer?

—No —digo al instante, ambos me observan con atención—. No... estaría mal, pero tengo que irme.

Antes de que pudiesen responder o hacer alguna mueca logro salir huyendo, ¿Porqué todos me buscan pareja? Primero Alison y ahora Kendall, aunque tal vez no sea a mi sino a sus amigos, yo solo soy el chivo expiatorio, pero me creo el centro del universo.

No valgo la pena...