Capítulo 13

86 4 0
                                    

Miro la cara de todos intentando encontrar alguna respuesta a la extraña situación que está pasando en frente de mi cara sin que me de cuenta, el único que reacciona es Denzel girando los ojos con cansancio.

—Todos los "Akdeniz" fueron invitados, por lo que no comprendo tu comentario, Axel. —dice Kate un poco seria y nerviosa.

Todo se vuelve en una gran tensión, sin decir nada Denzel se marcha, segundos después todo vuelve a la normalidad, como si nunca se hubiese formado un hilo de tensión.

Realmente esta familia asusta...

Pasaron algunas horas antes de que pudiese volver a casa, obviamente Axel me llevó de vuelta, aunque el camino fue un poco silencioso, por no decir que parecía funeral.

—¿Entonces...? —digo intentando abrir una conversación.

—¿Que? —habla serio.

—Tu y Denzel —suelto sin pensarlo mucho para no arrepentirme—, son familia.

—Eso dicen —responde indiferente.

Se nota el cariño.

—¿Primos? —cuestiono poco convencida, realmente todo lo que se es pura suposición mía.

—Nuestras madres son hermanas.

—Entiendo.

—Todo era mejor cuando no existía.

—¿Se odian desde que eran fetos? —balbuceo con una pequeña risa.

Solo escucho un suspiro que tal vez signifique que esta harto de la conversación o de la situación que se está tomando gracias a mi imprudencia.

Me pongo rígida en mi asiento, miro por la comisura de mi ojo hacia donde está Axel, nuestras miradas se entrelazan por milésimas de segundos, ambos volvemos la vista al frente.

—Lo siento, no quería que la pasaras tan mal —habla Axel—, y aún más con Kate hostigando, es su especialidad.

—No te preocupes, estoy acostumbrada.

—Que bueno que seas tan positiva.

—A veces —digo sonriendo nerviosa, mientras trato de persuadir mi curiosidad—. ¿Porqué odias tanto a Denzel?

Carajo, ¿Por que soy tan entrometida?

—Cree que puede hacer lo que quiera, cuando decida, y con quien le plazca; pero siempre será un estúpido bastardo.

Ni siquiera negó que lo odia, eso significa que si tiene un gran odio, aunque no lo culpo, acaba de describir al Denzel que conozco, cualquiera lo odiaría.

—¿Y solo lo odias a él o a toda tu familia? Es común a veces.

—No, es solo que... —suspira— Es un poco complicado de explicar, pero me llevo bastante bien con mi familia, muchos dicen que soy el perfecto.

—¿Eres tan detallista?

—Algo así —dice sonriendo bajo, me voltea a ver—. ¿A ti te gustan los detalles?

—Un poco. —confieso.

El resto del viaje fue más relajante, el silencio no duraba mucho, pero cuando se presentaba era para tomar un suspiro alegre y seguir hablando de mil cosas sin sentido con mil significados.

Em cuanto llegó a casa empiezo a bailar con pequeños pasos, pensé que era más discreta, pero note que no al oír las risas de Nelly.

—Ya quiero saber quién te trae así de alegre —dice mordiendo una manzana.

—Oh, buenas noches —digo incorporándome—. Pensé que ya estarían dormidos todos.

—Lo están, pero mi hambre nunca duerme.

—Bien —digo con una sonrisa cerrada e incómoda—, pues que tengas dulces sueños.

—¿Ya es tu novio? —pregunta Nelly.

—¿Qué? ¿Quien? ¿Cómo? —no quita la mirada de mi rostro— No se de que hablas porque yo, no, yo, eh, tengo sueño, que descanses, adiós.

Subo rápido las escaleras y no detengo mi velocidad hasta llegar a mi habitación, cierro la puerta detrás de mí, sonrió sin sentido, lo cual no dura mucho, mi semblante se torna gris.

¿Novio? Eso es solo de enamorados, pero yo no estoy enamorada ¿O si?

La crianza de un niño es una de las etapas más importantes, realmente la más importante de todas, es lo que forma su camino, lo que desde un inicio hace a su destino lo que será, es el sentido de todo, queramos o no.

Muchos toman de ejemplo a sus padres en varios ámbitos, por lo que para algunos es un gran temor, ya que conocen las imperfecciones de sus padres, yo lamentablemente vi esa parte, y no quiero repetirla.

¿Cómetere lo mismos errores? ¿O viviré algo completamente distinto?

—Solo es un amigo. —digo parpadeando con simpleza.

Es solo un amigo...

Siempre nos reprochamos los errores que cometemos, el no hacer o decir, pero no hay más culpables que nosotros mismos, nos mentimos, intentamos engañar a nuestro propio cerebro, el que sabe todo, aun así lo logramos, y cuando conseguimos algo completamente diferente a lo que planeamos, viene el lamento, la culpa, la frase que en algún momento se dice "Hubiera".

Finalmente un destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora