Capítulo 28: Estrategia

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Por su parte, Jessi toma del aire una espada un poco mas ancha que la de Fany y más resistente.

Dyllan sostiene en su dos manos un gran tridente que de echo, supera su propio tamaño.

—Wow. —Magali se acerca con Jessi. —Tu espada es hermosa.

—¿Y esto de dónde?. —Luis Angel se acerca con su amigo. —Saliste Poseidón cabron.

Angela también está asombrada por las armas de sus amigos.

Jesus y Fany se miran entre ellos y sonríen por qué dos de sus amigos lo han logrado.

Algo que no podemos decir de Alejandro que apenas y puede procesar lo que ocurrió.

El, que trajo el musdux, el primero en establecer una conexión, el que estuvo insistiendo para que todos se unieran.

El no podía invocar su arma pero cuatro de sus amigos ya lo habían logrado.

Definitivamente no podía sentir nada de felicidad.

—Alejandro, No. —El musdux habla mientras que todos sus amigos lo miran.

Frunce el ceño por su confusión.

—Al menos, con cuatro armas puedo asegurar que será suficiente. —El libro prosigue. —Defensores... ¡A la guardia!.

Después de eso, el musdux guardo silencio, todos estaban confusos hasta que un ruido que solo Jessi pudo percibir provocó que moviera su espada cerca del pecho de Fany logrando así, escudarla.

Todos miraron la flecha en el suelo y después observaron al cañón.

—Creo... creo que puedo ver más flechas saliendo. —Fany entrecerraba los ojos para poder observar mejor.

—Si, creo que yo también. —Jesus confirmo.

Así estuvieron 5 segundos hasta que todos reaccionaron sobre el peligro que eso implicaba.

—¡Proteganse!. —Grito Fany y los chicos se escondieron detrás de las piedras que estaban en forma de laberinto.

Las flechas comenzaron a incrustarse en el piso y la roca.

—Mierda. —Fany escucha como las flechas van chocando del otro lado de donde está protegida.

Son demasiadas y no parecen terminar de atacar.

—¿Que no para de lanzar esa cosa?. —Jesus le pregunta a Fany que es la que está a su lado en esos momentos.

—Parece que no.

Dyllan que está a lado de Luis Angel y Alejandro quieren asomarse pero se vuelve una idea inservible por el constante ataque de las flechas.

—¡Ya termina!. —Grita Magali que está ocultándose en el muro de rocas dónde también se encuentran Jessi y Angela.

Hasta que por fin sucede.

Dejan de escuchar a las flechas desgastando la roca.

—¿Ya paro?. —Pregunta desconfiada Jessica.

—Aparentemente si. —Angela trata de escuchar si no hay más.

—¿¡Todos están bien!?. —Jesus pregunta.

—¡Si!. —Responden todos, aunque no al mismo tiempo.

Dyllan quiere asomarse, pero tiene miedo de que una flecha rápidamente atraviese su cerebro.

Alejandro mira la intención de su amigo y por un momento ríe.

—¿Alguien podría asomarse para checar si ya no hay más flechas?. —Grita para que todos escuchen.

Hay un silencio de 5 segundos que permite escuchar el eco del lugar.

—Ay... Asómate tu. —Responde Angela con un tono de indignación.

—Estupidas todas. —Susurra Alejandro que con mucho cuidado se asoma para observar el panorama. —¡No, ya no hay!. —El chico está dispuesto a salir pero Dyllan lo toma del brazo y lo retrae.

—¿Cómo sabes que no es una trampa?.

—Si no salimos no lo vamos a averiguar nunca. —Dicho esto, Alejandro sale de su muro y puede observar a Jesus y Fany más adelante.

—No, ya no hay. —Le dice el chico a Dyllan.

El muchacho con su tridente en mano, sale para acompañar a su amigo y confirmar lo que dice.

—Holis Dyllan. —Dice Angela robando la atención del rizado.

—Ahi están. —Dyllan sonríe y voltea para ver a Alejandro. —Entonces cómo huevos vamos a destruir ese cañón de flechas.

—Pues, creo que lo más lógico es que Jesus lo destruya con sus flechas. —Sugiere el chico sin perder de vista al cañón.

—A pues claro, flecha con flecha se cancela.

Alejandro ríe. —Jesus, podrías intentar destruir el cañón con tus flechas. —Grita desde su lugar por si se tiene que escudarse más adelante.

—Puedo intentarlo. —Confiesa Jesus y se asoma para dirigir su vista al objetivo.

Se concentra y lanza una flecha que va directo al cañón, pero es desviada y después se ven más flechas chocar entre si.

—¿Que fue eso?. —Dice Dyllan al percatarse.

—No lo se. —Jesus también está confundido.

—Es probable que...

—¡Vienen más flechas!. —Fany grita ocultándose de inmediato.

—¿Cómo la sabes?. —Alejandro entrecierra los ojos pues le cuesta ver.

—Las flechas de Jesús no pudieran llegar por qué rebotaron con las que venían, ¡Ocultense ya!.

—Tiene bastante sentido. —Dice Alejandro cuando una pasa cerca de el.

Los chicos reaccionan y vuelven a su lugar de defensa.

Todos pueden jurar que aquellas flechas están penetrando con más fuerza las rocas.

Incluso pueden observar como las que caen en el piso, despostillan su material y en general se crea un gran ruido.

Lamentablemente, en esa situación los chicos no pueden hacer nada y esperan a que el cañón deje de atacar si es que quieren volver a entablar una estrategia para poder completar el nivel.

Afortunadamente sucede.

—¿O sea, está cosa tiene lapsos de disparo?. —Pregunta Alejandro.

—Asi parece. —Fany concuerda.

—Jesus, intenta ahora que no está disparando.

El chico ni siquiera responde, comienza a lazar flechas hacia el cañón.

Mientras tanto, Alejandro sale por un momento de su defensa para ver cómo está el muro donde el está protegido y se preocupa pues el nivel de desgaste que tiene, es avanzado.

—No creo que este muro soporte por tanto tiempo aquellas flechas. —Le dice a Dyllan y a Luis Angel que están ahí.

—¿Tan mal está?. —Dyllan aún se sigue cubriendo.

—Si. —Alejandro mira el muro donde están ocultadas Jessica, Angela y Magali observando que apenas tienen 3 flechas a comparación de los demás.

—Oigan, ¿Que pedo con ustedes?. —Alejandro dirige sus palabras a las chicas. —¿Sigan vivas o?...

—¡Alejandro es imposible!. —Jesus le grita volviéndose a ocultar.

El chico voltea rápidamente y lo mira. —¿Que?.

—No importa cuántas veces lance, el cañón sigue atacando, desviando mis flechas y ¡Vienen más!.

El chico mira hacia donde se encuentra su objetivo y se da cuenta de que lo que dice Jesús es verdad así que también se esconde.

Las flechas vuelven a impactar el muro.

Y cada vez es más notable que Alejandro, Dyllan y Luis Angel se están quedando sin protección.

Defensores: El Secreto Del LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora