Capítulo 44: A China

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Teyaka se había ido.

Luis Angel por un momento se esforzó en hilar todo lo que dijo para saber si regresaría o no.

Aunque no pudo hacerlo y no le importaba mucho.

Podía invocar un escudo.

Uno invisible.

Y aunque no podía verlo, Teyaka le había dicho que lo era.

Confía en el.

Después de todo, le heredó su arma.

Y no es hasta que se le cae su escudo y desaparece que se percata que frente a el ya no hay un campo.

Ahora hay un puente con niebla que no permite ver más allá de 1 metro.

—Ven.

Escucha a través del puente.

Es Teyaka.

Luis Angel siente temor.

Si por voluntad propia fuera, está claro que no caminaría hacia aquel puente.

Por alguna razón, lo describe como de terror.

Pero teyaka a hablado y solo eso necesita para comenzar a caminar a través del puente.

Es uno largo.

Siente que a caminado por un gran tiempo ya y no ve a nadie hasta que llega a una puerta.

Luis Angel no duda más y la abre.

Entonces ve a sus amigos.

—¿Tu?. —Le pregunta Magali. —¿Que haces aqui?.

—No lo se. —Luis Angel ríe. —¿Tu que haces aqui?.

—Increíble. —Alejandro observa a todos. —De tanto estar pensando en lo que haríamos mañana, ahora hasta lo estoy soñando. —Cruza sus brazos. —¡Espera!. —El chico sonríe. —Eso significa que puedo volar. —Ve hacia arriba y salta, pero cae propinandose un buen golpe.

—Yo también crei que estábamos en sueño. —Fany observa su alrededor, están sobre una plataforma flotando entre un espectáculo de una hermosa nebulosa. —Pero creo que esto es bastante real como para serlo.

—Te voy a creer. —Alejandro levanta su rostro y después termina por pararse completamente.

—Los traje aquí. —Teyaka aparece. —Por que Luis Angel me dió una idea.

Los chicos voltean a verlo.

—¿Yo?. —Se señala.

—Ya que se han estado quejando de sus prioritarios tiempos, al ver que es posible encontrar las demás dentias por medio de los sueños, lo haremos a partir de hoy así. —Teyaka parece abrir un portal.

—Ah, ¿O sea que si estamos soñando? —Pregunta Angela.

Aunque Teyaka no responde.

—Creo que es a lo que se refirió, Angela. —Jesus ríe.

—Doña Obvia. —Dyllan se burla.

—Cállense, ustedes también son re-obvios. —Angela se defiende.

—Aqui está. —Teyaka termina el portal —Entren.

Los chicos se ven entre ellos.

—¿Quien va primero?. —Pregunta Dyllan tratando de aguantar la risa.

—A ver tu cabron. —Luis Angel responde.

Magali se prepara para correr. —Puto el último.

Todos los chicos se arrancan para entrar al gran portal que los lleva a un sitio mundialmente conocido.

De pasar a un concierto estelar, llegan a una particular construcción con piedras y pequeños castillos.

—¿Acaso es?... —Jessi avanza.

—La gran muralla china. —Completa Fany.

—Creo que puedo distinguir un patrón entre estos escenarios. —Alejandro sonríe.

—Pues es hora de que se maravillen por qué seguramente combatiremos con gente difícil y lo bonito se habrá ido. —Jesus invoca su arma y prepara su arco por cualquier cosa.

—En la misión anterior, ni tuvimos que hacerlo. —Alejandro se agacha. —Aparte, tienes que aplicar lo aprendido, Jesus. —Se dispone a hacer la intia de la previsión.

Cuando está a punto de tocar el piso, Teyaka atraviesa el portal y lo mira.

—¿¡Que estás haciendo!?. —Le llama la atención interrumpiendolo.

—Utilizaré previsión. —Alejandro no entiende el por qué de su actitud.

Teyaka niega con la cabeza y se acerca para cancelar su intia. —Dije que no se podían utilizar frecuentemente.

—Pero ya tiene como más de 8 horas que lo utilice ¿no?. —Pregunta Alejandro.

—No es en cuestión de solo 8 horas. —Teyaka ve hacia el frente. —Mínimo tienes que esperar una semana para asegurar que tú previsión será lo más cercana posible a la realidad.

—¡Una semana!. —Alejandro se sorprende.

Ahí entendio que la intia de la previsión era diferente a las demás.

Por qué mientras más la usaras, más la desgastarias.

—Que bueno que me lo dices. —Alejandro agradece  —¿Pero entonces que tenemos que hacer?.

—¿Y por qué si estamos de día en una maravilla del mundo, no hay nada de gente?. —Pregunta curiosa Jessica.

—Hacen muchas preguntas y muy poca acción. —Teyaka desaparece el portal que había creado y justo detrás hay una especie de guardian cubierto de pies hasta cara, solo es alcanzable ver sus ojos. —Se podría decir que es gracias a qué nos encontramos en un diferente dimensión a la de la realidad.

Los chicos ponen extrema atención.

—Es mi dimensión mental, creada a partir de los distintos escaneos que hago a la tierra para poder entrenarlos. —Explica. —De ahí la respuesta a tu pregunta.

Teyaka observa al guardian.

—Estaré localizando las demás dentias, ustedes preguntenle a la persona de allí que les muestre el camino a la tercera. —Teyaka no se demora más y desaparece de ahí.

Alejandro frunce el ceño.

Pensaba que se suponía que estaban en una dimensión de su "mente".

Y si era su mente, ¿Por qué tenía que localizar las demás intias?, Era obvio que tenía que saber dónde estaban.

Aunque claro, tampoco sabia bien el funcionamiento de aquella dimensión, no podía especular nada más por qué quería.

—Pues ya escucharon. —Fany recuerda. —¿Quien va a hablar con el extraño?.

—Ve tu. —Jesus sugiere.

—¿Yo por qué?. —Pregunta la chica. —Ve tu.

—No podemos estar haciendo esto durante toda la vida amigos. —Alejandro pasa de ellos y se dirige con el mencionado. —¿Disculpe?, ¿De casualidad sabe el camino hacia la tercera dentia?

El extraño guardian tardo en responder. —Por supuesto, pero solo los que demuestren ser más ágiles podrán ser portadores de la dentia.

—Oh, ¿Y como lo demostramos?.

—En la carrera de ektas. —El guardian alza su mano y toda el piso de la muralla se convierte en una pista mientras que siete compañeros de el aparecen con unas tablas parecidas a una patineta.

—¡Amigos!. —Alejandro voltea para hablar con ellos. —Se chingo, ¿Alguien sabe andar en patineta?.

—¿Patineta?. —Pregunta Dyllan confundido.

—Solo tienen que subirse y andar, o de otra forma, no podrán conseguir la dentia. —Le dice el guardian entregando una a Alejandro.

Defensores: El Secreto Del LibroOnde histórias criam vida. Descubra agora