Capítulo 5

4K 117 0
                                    

La alta música hace retumbar las paredes aun por fuera del club. La inmensa fila llegaba hasta casi la otra calle. Pero al ver a Justin realmente sexy parado a un lado del guardía, nos ahorramos eso, pasando de inmediato. Aun sorprendida al ver mi nombre y el de Sara en la lista.
—Dijo que llegaría acá en un rato más, ¿quieren tomar algo? —preguntó Justin fuerte sobre la música. Negue con la cabeza buscando dinero en mi bolso, no había echado ninguna centavo en ella— descuída, yo pagaré —sonrió dándose cuenta de mi error.
—Te lo pagaré —grité cuando lo vi alejarse luego de que Sara emocionada haya pedido un vodka con naranja.
—¡Esto es asombroso! —saltó sonriendo como una niña pequeña en una dulcería mirando a su alrededor pensando que podría ser lo primero que comería.

Una gran mano agarro mi brazo, haciendome saltar y alejarme rápidamente por el contacto. Girándome para mirar quien había sido. Vi a Justin parado con un vaso de vodka en su mano y una sonrisa pequeña. A su lado, el chico de la foto, con ambas manos ocupadas por los tragos.

Dios, era caliente.

Avergonzada baje la cabeza, incapaz de mirarlo, Justin había echo aquello quizá para probarle a su hermano mi problema. Estirando su mano, me paso el pequeño vaso y luego repitió lo mismo con Sara quien lo miraba asombrada mientras se humedecía los labios.

—Él es Jake, Jake, ______ —me apunto, presentándonos— Sara, Jake.
—Un gusto chicas —sonrió y oh, que linda sonrisa.

Al parecer, lo sexy, no era lo único que los hermanos Bieber compartían, si no, también su hermosa sonrisa.
Un rato después, yo me encotraba en medio de dos calientes chicos, completamente intimidada. Sara me había dejado sola luego de irse a bailar con algún chico y desaparecer por completo de mi vista.
—Bueno, que esperan, primero ¡a bailar! —dijo Justin parándose frente a nosotros, miré por el rabillo del ojo nerviosa al gran Jake.

Para nada tímido, tomo mi mano y me condujo hacia la pista de baile, moviéndose al compás de la música a una distancia conciderable. Miraba de vez en cuando a Justin quien me incitaba a bailar con gestos, mirándome divertido llevándose la interminable copa (de lo que fuera que tomaba) a la boca.
—No seas tímida, acércate —murmuro moviéndose, sin tener ningún contacto, como Justin había dicho. Con una paso pequeño, quedamos separados por escasos centímetros.

Rápidamente, mi cuerpo comenzó a picar, ansiando que sus manos por lo menos tocaran mi cintura y me acercará a él para sentir completamente su anatomía pegada a la mía.

Oh Dios. Estaba realmente exitada solo con un baile. Jadeé moviéndome según la música dictaba, acercando mi pecho al suyo en cada compás. Vamos, tócame. Supliqué en voz baja. Cerrando los ojos. Sus manos se dirigeron a mi cintura y gemí ante el pequeño y rápido contacto.

La situación no ameritaba aquello, él no podía tocarme, Justin lo dijo. Así que lo miré, y las inmensas ganas de que él fuera con quien estuviera bailando me hicieron gemir.

Su mirada choco con la mía y pidiéndole que se uniera a nosotros.
Lo hizo.

No tienen idea de lo difícil que es estar entre dos guapísimos chicos danzando sin saber que hacer. Ninguno de los dos me tocaba, ninguno de los dos estaba cerca de mí, y era lo más frustrante y exitante que alguna vez me puede pasar.

Gemí, al sentir el calor de la respiración de Justin tras mi cuello.
—Tócame —le pedí, inclinando mi cabeza hacia atrás, quedando a centímetros de su oído.
—Aun no —jadeo en mi oído.

Anhelante a su toque, quise ser la primera. Mi brazo se estiro solo un poco y mi mano acaricio el brazo de Jake suavemente. Pero él se aparto, sujetando mi mano entre la suya.
—Aún no —citó las palabras de su hermano. Colocando nuevamente mi brazo a un lado de mi cuerpo.

Esto era realmente injusto. Se suponía que debían ayudarme con mi miedo a ser tocada, pero ellos no hacían nada, me estaban dando un gran placer sin siquiera haberme tocado un cabello.
—Tócala Jake —murmuró Justin a mi espalda.

Él obedeció y suspiré tranquila al sentir su mano con experiencia acariciando mi cintura.
—Más abajo —ordenó Justin y él lo hizo, bajando lentamente su mano por el lado derecho de mi cuerpo.

Jadeé.
—Más abajo —repitió Justin y Jake acaricio mi trasero tan suave que sentí mis piernas derretir.

Mis defensas actuaron rápidamente, salte hacia atrás, chocando mi espalda contra el fuerte y duro pecho de Justin.
—Alto Jake —musitó al ver la mano de Jake acercarse una vez a mí— eso a sido todo por ahora.

¿Qué? Lo miré incrédula. Yo no quería que eso parará, quería que siguiera, que siguiera tocándome aun después de mi repentino cambio. Pero al parecer él no quería lo mismo. Así que tomando mi mano, me saco de la pista de baile, poniendo un vaso en mi mano.

Sin siquiera saber que era, lo tomé, sintiendo como la amarga sustancia quemaba mi garganta. Refrescante cerveza. El vaso se vació en un segundo y lo deje fuerte contra la barra mirando a Justin.
—¿Por qué no seguiste? ¿Eso fue todo por esta noche?
—Porque era bastante demostración, tampoco quería que te pusieras como loca allí, iban a pensar que Jake te violaría y eso hubiera sido un caos —contesto mirándome, tomando también el contenido de su vaso rápido, casi sin pestañar—. Y no, no es todo por esta noche, pero si por ahora, descansaremos un poco y continuaremos.

Asentí silenciosamente mirando a Jake quien tenía una sonrisa que me hizo temblar.
—¿Qué sucedió, allí? —preguntó Sara, llevándose mi atención.
—Jake me toco, como lo hacen todos a la hora de bailar y me asuste. Eso es todo.
—Oh —musitó y algo paso por sus ojos. Pero lo ignoré.
—¿Y tu conquista?
—Se paso de listo —contestó con una sonrisa— Así que lo deje solo con una patada en la parte abaja —Justin y Jake hicieron una mueca de dolor y solo sonreí divertida.
—¿Así que ambas ahora somos ninjas?
—Yo solo cuando la situación lo requiere —contestó guiñando su ojo derecho.

Esta vez, la música era más lenta y el club estaba ligeramente oscuro, debido al suave y lento parpadeo de las luces.
—Vamos, a la pista —dijo Justin, trague fuerte y grueso— ahora seré yo quién bailara contigo _______ —susurro y abrí los ojos sorprendida, al sentir su mano en mi cintura y luego su pecho contra el mío—. Pero ahora, estaremos cerca. Muy cerca.

Aun no podía respirar. Estaba completamente nerviosa, y Justin me agarraba fuertemente por la cintura como si no me quisiera dejar ir, o para impedir que de alguna forma, escapara de su agarre. Pero sabía muy bien, que eso no sucedería.

Solo asentí en silencio mirando sus labios ligeramente abiertos. ¿Quién podría decir alguna palabra teniéndolo a él frente a ti? Nadie.

Así que torpemente me moví contra él. Estaba siendo patética, pero con su presencia y su anatomía tan cerca de mi, era imposible pensar con claridad y moverme al ritmo de la música.
—No tengas miedo —susurro en mi oído, enviándome un escalofrío por mi espalda.

Negue, poniendo mis manos en sus hombros para mostrarle confianza, al mismo momento, mis movimientos se hicieron más rápidos y coordinados.
—Eso es.

Lo miré, moviéndose contra mí, con una sorprendente facilidad.
—No tengas miedo, ahora, bajaré suavemente mi mano por tu espalda —advirtió, haciéndolo.

Su mano recorrió suave mi espalda, dándome un pequeño temblor, pero no me aleje. Aquel tacto me gustaba. Él sonrió en respuesta, bajando un poco más, acariciando mi baja espalda junto al compás de la melodía.
—¿Estás bien? —preguntó, deteniéndose.
—Si —contesté en un suspiro—. Sigue —pedí.

Otra vez sonrió y sentí su mano derecha posarse contra mi trasero. Inhale fuertemente, cerrando los ojos, acostumbrándome a su tacto.
—Tranquila —murmuro—. Lo haré lentamente, dime cuando quieras que me detenga.

Sin abrir mis ojos, asentí, suspirando en el momento senti su otra mano. Ambas jugaban acariciando mi trasero continuamente, sin detenerse, pero aun así, con una extrema delicadeza.
—Un gran avance, ¿no? —abrí mis ojos para mirarlo y sonreí. No me había apartado de él aun. Siendo que había traspasado las barreras.

Pero su toque me trasmitía confianza. Y de alguna forma u otra, sabía que él no me haria daño.

Cuando sus manos cambiaron la intensión de toque, y sentí que iba a explotar, él subió sus manos hacia mi espalda. Acariciando esta, acercándome aun más hacia él.
—Iremos lento. Tranquila —susurro. Suspiré poniendo mi cabeza contra su hombro— ¿Estas bien?
—Si, estoy bien. Solo, me gustaría parar un poco — el asintió, tomando mi mano, sacándome una vez más de la pista de baile.

La presión al sentir sus manos desviarse de su camino, me hizo asustar. Y ponerme completamente intranquila una vez más. Justin extendió un vaso de cerveza hacia mí.
—Gracias —agradecí, tomando el vaso, refrescando una vez más mi garganta con el amargo líquido amarillo.
—¿Cómo te sentiste?
—Bien.
—¿Te asustaste? —pregunto con cautela.
—Solo un poco. Menos que con Jake, mucho menos —respondí con sinceridad, porque así había sido— A propósito de Jake, pensé que pasaría con él la noche.
—Yo también —rió, dejando el vaso nuevamente contra la barra— pero ya sabes, Jake es una especie de gigoló y no creo que pudiera ir lento contigo, como se suponía que tendría que hacerlo. Y al ver tu reacción, supe que no fue la mejor idea.
—Lo fue —dije después tomar el último sorvo de cerveza—pero no me sentí con confianza, a él ni siquiera lo conozco. Y sé que no es un mal chico. Pero jamás podría entender mi problema.
—Ahora lo sé —dijo divertido—. Cambiando de tema, Sara me dijo que había localizado a tu antiguo psicólogo. Que seria bueno que le fueras a ver.
—¿Para qué? Le dije a Sara que estaba contigo... en tu consulta.
—No es lo mismo —me interrumpió— yo estoy especializado en sexo, ellos en casos que afectan tu vida mental.
—¿Estas diciéndome loca?
—No, solo te estoy diciendo que no es lo mismo una cosa con la otra, yo no te puedo ayudar a tu problema con Frank, él si, yo no se quien es Frank, él si.
—Pero dijiste que me ayudaría con mi problema.
—Si y lo estoy haciendo. Pero necesito saber, quien es Frank y que fue lo que te hizo.

Un escalofrío de temor me recorrió y lo miré, él estaba serio. Y yo pude entender, si quería perder mi virginidad y vencer mis miedos, primero debía comenzar por vencer mi pasado, por muy doloroso que fuera.

Virgen a los 25Where stories live. Discover now