Muerta en vida

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Ya habían pasado 100 años desde el gran cataclismo, una chica castaña de ojos azules descansaba en un rancho cualquiera, estaba totalmente harta de seguir viviendo, trataba de gastar la que parecía infinita vida que tenía, luchaba contra monstruos y buscaba tesoros. Aún así, no parecía ella, no como había sido hace 100 años, cuando el amor de su vida seguía con vida.

Había estado fuera de sí desde aquel fatídico día, si tan solo la princesa Zelda no le hubiera dado esa orden directa tal ves su amor seguiría con vida, pero no y para colmo un mago que se topó de forma aleatoria le echó una maldición que parecía haberla hecho inmortal, nada podría estar peor para aquella castaña.

Cuando de la nada, un chico rubio de ojos azules llegó al rancho y pidió una cama, la joven castaña sentía que ya había visto a ese rubio antes, entrecerró sus ojos un momento y pudo reconocerlo, sin dudas era Link, aunque ¿Como era que él podía seguir vivo?

El rubio se dirigió a la cama que le habían asignado, que casualmente estaba al lado de la cama donde descansaba la castaña.

—Hey, rubio.– Le llamó la castaña.

—¿Eh?– El rubio la miró.

—Si, tú. Eres Link, si no recuerdo mal.– Dijo la castaña con una leve sonrisa.

—Sí, así me llamo ¿Tú quién eres?– Preguntó el rubio con confusión.

—Anda ¿Como es que no me recuerdas? Soy _______.– Respondió la castaña.

El rubio parecía no conocerla, su mirada reflejaba confusión. La castaña se molestó al ver que Link ya no la recordaba.

—Lo siento, hace pocos días desperté en un lugar que al parecer se llama "El santuario de la vida" y me han dicho que debo salvar a Hyrule y a la Princesa Zelda, pero yo no recuerdo nada de eso.– Dijo el rubio.

La castaña entendió que había pasado, seguramente Link había caído en batalla y lo habían llevado a ese santuario para que se recuperara, quizás eso había borrado sus recuerdos pero sabía exactamente que hacer. Al día siguiente, ambos partieron hacía las cercanías del castillo, quizás la que alguna vez fue la casa de ambos aún estaba en pie, cuando llegaron algunos guardianes les atacaron pero la castaña se deshizo de ellos sin ningún problema.

—Aquí vivíamos hace 100 años, yo había huído de casa y me dejaste quedarme contigo hasta que me mudé al dominio Zora.– Explicó la castaña tranquilamente.

El rubio entrecerró sus ojos un momento, luego miró a la castaña, y cuando miró denuevo la casa, los recuerdos empezaron a fluir por su memoria, recordó el día que la conoció en la prueba de caballeros, cuando la encontró por haber huído de su casa, las miles de charlas y bromas y luego... La relación que la castaña tenía con Mipha, la princesa Zora a la que había recordado unos días atrás.

—¡_______!– Gritó cuando salió de su trance.

—Este... Sí, así me llamo.– Dijo la castaña mientras se rascaba la nuca.

El rubio la abrazó sin pensarlo dos veces, la castaña estaba sorprendida pero lo abrazó de vuelta, llevaban tanto tiempo de no verse y en realidad la castaña lo extrañaba mucho, era lo más cercano a un hermano mayor que había tenido en su vida, cuando se separaron, el rubio le hizo una gran petición.

—Tienes que ayudarme a apaciguar a Vah Ruta.– Le dijo el rubio de golpe.

—¿Vah... Ruta?– La castaña recordó al amor de su vida en ese momento, las miles de tardes que habían pasado juntas en ese elefante gigante, lágrimas empezaron a correr por su rostro y se lanzó a abrazar al rubio mientras lloraba.

—¿Qué sucede?– Preguntó le rubio.

—Mipha... Ella no sobrevivió aquel día dentro de la bestia, si hubiera estado ahí la habría salvado...– Dijo suavemente la castaña, pero luego gritó.– ¡Yo debería haber muerto en su lugar! ¡Pero ahora tengo una maldición que me hizo inmortal, justo cuando más quiero morir para verla!

El rubio hizo lo posible para calmar a su amiga, acarició su largo y desordenado cabello castaño mientras intentaba que ella dejara de llorar y echarse la culpa por la muerte de Mipha, cuando no era su culpa, nadie tenía la culpa.

—Discúlpame por pedirte ayuda para esto, debí pensar que era un tema sensible, pero realmente pienso que no puedo hacerlo sin tu ayuda, tú aún tienes tus recuerdos y como siempre estabas con Mipha debes de conocer esa bestia como si fuera la palma de tu mano.– Le dijo el rubio con tranquilidad.

—Pero no se si podré...– Dijo la castaña entre sollozos.

—Además, déjame decirte una cosa, quizás suene muy loco, pero hace poco liberé a Vah Rudania, y el espíritu de Daruk seguía ahí, quizás el alma de Mipha también está atrapado en Ruta, podrías liberarla de allí y verla otra vez si vienes conmigo.– Intentó convencerla el rubio.

—Yo... Lo haré.– Dijo la castaña mientras se limpiaba las lágrimas.– Si es el precio por ver denuevo su preciosa sonrisa, lo haré.

—Gracias, enana.– le agradeció el rubio con una sonrisa.

Luego se encaminaron al dominio, la castaña estaba muy nerviosa por volver, luego de la muerte de Mipha, ella no pudo soportar seguir viviendo allí, ahora se había comprado una casa en la aldea Hatelia y podría decirse que vivía en paz.

Cuando llegaron Sidon los recibió, la castaña estaba sorprendida de lo mucho que había crecido, la última vez que lo había visto era muy pequeño aún, su colita llegaba al suelo y podían pisarsela si no tenían cuidado, pero el príncipe aún no había reconocido a la castaña.

—¿Sidon?– Dijo suavemente la castaña.

—Si, ese soy yo pequeña hyliana.– Dijo sonriendo el príncipe.

—¿No te acuerdas de mí? Soy _______.– Dijo la castaña para que la recordara.

—¿_______?– Preguntó el príncipe.– Conozco ese nombre...

—Si, yo era la mejor amiga de tu hermana, Mipha y a veces yo te cuidaba y enseñaba trucos con la espada.– Dijo la castaña para que la recordara, Sidon no sabía de la relación de la castaña con su hermana asique decidió esconderlo.– "No te preocupes Sidon, todos nos caemos a veces, pero estoy orgullosa, eres el mejor alumno que he tenido"

El príncipe recordó las palabras de la castaña, se las había dicho el día que su hermana había muerto en la bestia divina antes de que se fueran al Paso este, la abrazó con mucha fuerza, tanto que casi hizo que dejara de respirar.

—¡Ya te recuerdo!– Dijo emocionado el príncipe.– Debes ayudarnos, Vah Ruta esta expulsando agua y hace que llueva, tú conocías a mi hermana y a su bestia divina asique podrías sernos de mucha ayuda.
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Love Prayer (Mipha x Lectora) BotWWhere stories live. Discover now