Richard

685 36 76
                                    

Sé que esa mujer me desea. Lo sé, a pesar de que es la novia de Joe, sé que está muerta por mí ¿quién no? Hasta Margaux lo puede ver, lo noto en su actitud cuando esa chica está cerca. Margo comienza a ser más territorial, me besa y me abraza con fuerza, eso me hace darme cuenta que yo no soy el único que lo nota.

Esta chica nos va a ayudar con la creación del video 1234. Al perecer ella está ayudando con el vestuario y la escenografía. Por esa razón ellos han llegado desde las seis de la mañana. En fin eso no me interesa. Lo único interesante son esas hermosas piernas que se dejan ver gracias a ese vestido corto. Letz siempre tiene una suerte espectacular para las mujeres. Yo también, claro, pero soy Richard Kruspe, me encanta tomar lo que no es mío.

Sin embargo Joe ha sido un gran amigo, parece ser feliz con esa chica, pero no pienso quedarme con las ganas. Si jamás se ha dado cuenta de lo que he hecho con todas las anteriores, no lo sabrá de esta. Todas ellas han venido a mí sin que yo diga algo, me coquetean descaradamente y cuando menos lo espero estamos teniendo sexo en cualquier lugar privado y nadie sospecha nada, nunca.

—¿Qué tal todo? —la voz de Joe hace que todos en la sala nos giremos para verlo.

Él se levanta del sofá y camina hasta la puerta donde está ella. Puedo jurar que estoy babeando.

—Hola cielo —responde Camile con una sonrisa abrazando a ese hombre. Es tan alto a su lado, pero a pesar de eso alcanzan a abrazarse y Joe la besa.

Margaux, quien está a mi lado se mueve un poco incómoda, deja el celular a un lado y busca mi mano para entrelazar nuestros dedos.

—Chicos, buenos días —habla mientras Joe la abraza por detrás y ella sonríe, adoro su sonrisa— Tenemos sus vestuarios listos. Deberán seguirme para ir por ellos y que puedan cambiarse. En menos de 10 minutos terminaremos la escenografía y comenzaran a grabar.

—¿Ben ya llegó? —le pregunto, sólo con la intención de que me ponga atención por un momento. Ella sonríe.

—Así es, no debe tardar en venir aquí. Mientras tanto, síganme.

Nos levantamos y la seguimos. Margaux comienza a hablarme de algo, no sé de que diablos y no me interesa. Yo me concentro en la forma en que las caderas de esa chica frente a mí se mueven de un lado a otro mientras camina sonriente hablando con Joe. Parecen muy felices, parecen estar enamorados pero yo sé que me desea.

Nos lleva a una habitación no está bien iluminada, apenas se puede ver pero ella parece conocerla perfectamente. Y comienza a entregar ropa. Cuando me da la mía me vuelve a sonreír, esos ojos verdes me encantan, me producen tantos sentimientos.

Después nos indica donde podemos cambiarnos, para esto necesitamos salir de esa habitación. Todos se van, incluyendo Joe quien antes de irse dio un tierno beso en esos labios carnosos. Ella se queda ahí, sola. Yo iba a quedarme de no haber sido por Margaux, quien tomó mi mano y comenzó a caminar,  y me veo obligado a seguirla. Sin embargo no voy a perder mi oportunidad, en cuanto ella entra a una de esas habitaciones pequeñas para cambiarse, yo me doy vuelta y comienzo a caminar por donde había venido. No camino mucho, la puerta sigue abierta y cuando entro hay silencio. Cierro la puerta y trato de ver con la poca luz que hay. Ella está detrás de un aparador de ropa, de rodillas, agachada, mostrándome esos enormes atributos y su tanga. Dios, no recuerdo que Joe haya tenido una novia mejor que esta.

Estoy seguro que está en esa posición a propósito. Yo cuelgo mi ropa en el perchero de nuevo, voy a acercarme pero ella se levanta, con su celular en la mano, debajo del mueble debía estar ese celular. Sin embargo nota mi presencia. Yo sonrío.

One Shots Ramm (Rammstein)Onde histórias criam vida. Descubra agora