Till

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Flake no me dijo mucho. Lo único que salió de su boca, del otro lado del celular, fue "Lo lamento mucho. Till está en el hospital por mi culpa, necesitas venir ya. Lo siento" y no dijo nada más.

Trato de llamarlo de vuelta mientras un taxi me lleva al hospital que el número de Till me indicó por mensaje. Él no contesta, los demás tampoco lo hacen.

Se supone que esta noche tenían un show, mientras yo esperaría en el hotel por Till, yo cuidaba a nuestra bebé, ahora ella está en mis brazos, dormida y tranquila.

Estoy tan nerviosa que quiero llorar. ¿Qué le pasó a mi Till? ¿Qué tan grave está? Dios, no sé cuanto lleva este hombre conduciendo, pero lo siento como horas.

Cuando llegamos, le pagué al conductor, y acomodando mi bolso y sosteniendo a mi hija de 5 meses en mis brazos, comienzo a caminar, casi a correr para ingresar al hospital.

Entro a recepción. La chica me manda a un piso superior en el edificio. Tomo el ascensor a donde me indicó la chica. Llego y veo a Christoph en la sala de espera, aún con su traje que debería usar en el show.

—¿Chris? —él levanta su vista y me sonríe. Camina hasta mí.

—Till está en la habitación 15-B. Será mejor que te des prisa. Yo cuidaré a tu pequeña, no creo que quiera ver a su padre de la forma en que él está.

—¿Está bien, Chris? —digo dándole mi bebé a ese hombre.

—Lo estará. Date prisa.

Yo comienzo a caminar, aún no me dijo algo. ¿Till se accidentó en el escenario?

En el pasillo escucho su voz, puedo reconocerla, está maldiciendo. Cada vez que me acerco, risas comienzan a escucharse. Estoy frente a la puerta, toco y Richard me abre.

—Flake, tu momento ha llegado amigo—dice dirigiéndose dentro de la habitación, después de verme.

Me invita a pasar y yo lo hago.

Veo a Till, recostado en una camilla, tiene una bata blanca cubriendo su cuerpo y una enfermera masajea su pierna. Siento un gran alivio al verlo despierto.

—Lo siento, es que yo no lo vi —dice Flake bloqueándome el camino— Mi intensión jamás fue lastimarlo.

—Al menos no está muerto —digo tratando de calmar su notable preocupación.

—¿Muerto? —habla Till como puede— Preferiría estar muerto. ¡Aahhh puta madre!

Camino hasta estar a un lado de la camilla. Sujeto su mano y él la presiona, su gran mano rodea la mía sin complicación. Doy un beso en su frente y puedo ver que tiene lágrimas a los lados de sus ojos, me da un intento de sonrisa mientras me observa.

—¿Qué pasó? —pregunto finalmente.

—Flake lo arrolló en el show —dice Paul.— No es una fractura pero si es una lesión muy fuerte ¿cierto? —Se dirige a la enfermera.

—Necesitará semanas de reposo —sigue masajeando la pierna de Till— no fue tan grave como una fractura pero este tipo de lesiones suele ser muy dolorosa. Sólo que el señor Lindemann se rehusó a que le pusiera anestesia.

Me giro para observarlo, con una expresión de molestia.

—Amo el dolor, lo sabes —me contesta tratando de excusarse— Tanto que estoy llorando de felicidad ¡Mierdaaa!

—Listo —dice la mujer mientras comienza a vendar su pierna que, ahora veo, está muy hinchada —Necesitará descansar. Mañana en la mañana se podrá ir.

One Shots Ramm (Rammstein)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora