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Joshua se preocupó cuando vio a Jeonghan irse de esa forma, pero percibió que no estaba enojado, si no que como humano necesitaba su tiempo para pensar.


Tenía pensado volver a su celda, pero cuando abrió la puerta que daba al sótano, la señora Yoon le detuvo - ¿A dónde vas? – Cuestiono extrañada, ya que este solo hizo una educada reverencia, se despidió y se fue.


- Iba a mi cama a meditar, en mi celda – Dijo como si fuera obvio, pero la señora se molestó y negó como si estuviera ofendida.


- Ahora todos sabemos que tu viviste aquí de una horrible manera sin que supiéramos, además de que eres la pareja de mi bebé, ¿Como podría dejarte volver a ese lugar? – Le dio un cariñoso golpe en el hombro – Para que sigas teniendo tu propio espacio, ¿No te molesta quedarte en una de las habitaciones de invitados que tenemos? – Propuso amable, a lo que Joshua estaba inseguro.


- ¿No será mucho? Igual puedo seguir en... -


- No, de hecho, esa habitación es lo menos que puedo darte por todo. Así estarás más cerca de Jeonghan si necesita de ti – El ángel abrió sus ojos con sorpresa, sin darse cuenta del tono juguetón de la mujer.


- ¿Puede estar en peligro? – Pregunto preocupado, asombrando a la mujer por lo puro que era, no entendiendo a lo que realmente se refería la señora Yoon. A pesar de que sería aburrido porque no lo podría avergonzar, podría usarlo para avergonzar más a su hijo, además de asegurarse de que, por su buen corazón, nunca le haría daño.


- Dudo que esté en peligro, pero, ¿Te imaginas si él te extraña y te quiere abrazar? Sería más rápido si solo tenga que caminar un poco por el pasillo hasta tu habitación que bajar las escaleras para ir hasta tu celda – Explico con una media sonrisa, consiguiendo que el ángel se calmara y se mostrara de acuerdo - ¿Entonces vamos? – Le indico a las escaleras del segundo piso.


- ¿Primero me deja ir por las cosas que tengo en mi celda? – La mujer se mostró sorprendida.


- ¿Tienes algo ahí? – Lucia confundida, así que el ángel asintió sonriente.


- Están las cosas que Jeonghan me dio para dormir más cómodo y unos cambios de ropa – Ante sus palabras, la mujer recién se fijó en el hecho de que el ángel seguía con su camisa abierta, demostrando que su hijo no se aburriría descubriendo el cuerpo de ese ser, pero más importante, noto que las ropas que vestía eran unas que ella diseño junto a su segundo hijo.


- Déjame acompañarte a buscar las cosas, así de paso veo el sótano que solo vi cuando nos mudamos aquí – Juntos bajaron y la mujer no dejaba de mirar de reojo a su yerno, quien tranquilo doblaba todo para apilarlo y llevarlo en brazos - ¿Te gusta la ropa que llevas? – No pudo evitar preguntar. El ángel le miro algo sorprendido por la pregunta.


- Esta ropa es bonita así que me gusta, pero me incomoda mucho. Bueno, toda la ropa me incomoda porque solía no vestir ropa que me cubre tanto – Explico con sinceridad, en donde al principio casi hizo sentir ofendida a su suegra, pero al final esta comprendió todo y se avergonzó por malentender. Una pilla sonrisa adorno su rostro.

Remedium meum (JIHAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora