Antropología

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67. Inmortales los mortales, mortales los inmortales, viviendo su muerte, muriendo su vida.

68. Para las almas, muerte hacerse agua; para el agua, muerte hacerse tierra. Pero de la tierra se hace el agua, del agua el alma.

69. El camino hacia arriba y hacia abajo, uno y el mismo.

70. En la circunferencia de un círculo se confunden el principio y el fin.

71. Los límites del alma no lograrías encontrarlos, aun recorriendo en tu marcha todos los caminos: tan honda es su razón.

72. Para las almas, fruición y muerte hacerse húmedas.

73. Cuando un varón se ha embriagado, es conducido por un chiquillo, vacilante, sin entender adónde va, por tener húmeda el alma.

74-76.

     El alma seca es la más sabia y la mejor.

     La luz seca es el alma más sabia y mejor.

     Donde la tierra es seca, es el alma más sabia y mejor.

77. El hombre se enciende y apaga como una luz de noche.

78. Una misma cosa en nosotros lo vivo y lo muerto, lo despierto y lo dormido, lo joven y lo viejo: lo uno, movido de su lugar, es lo otro, y lo otro, a su lugar devuelto, lo uno.

79. La eternidad es un niño que juega a las tablas: de un niño es el poder real.

80. Yo me he consultado a mí mismo.

81. Nos embarcamos y no nos embarcamos en los mismos ríos, somos y no somos.

82. Fatiga es penar y ser mandado por los mismos.

83. Cambiando, reposa.

84. Los brebajes se descomponen, si no se revuelven.

85. Vale más arrojar cadáveres que estiércol.

86. Cuando nacen, desean vivir y sufrir su destino -o más bien gozar del reposo- y dejan tras ellos hijos para que sufran a su vez su destino.

87-89?. El hombre puede ser abuelo a los treinta años.

90. Los que duermen son compañeros de trabajo. 

Fragmentos de HeráclitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora