𝑺𝒕𝒖𝒎𝒃𝒍𝒆 𝑾𝒊𝒕𝒉 𝑳𝒐𝒗𝒆 ➳ 𝘛𝘰𝘥𝘰𝘳𝘰𝘬𝘪 𝘚𝘩ō𝘵𝘰 ➳ [En Corrección]

26• Volver a Empezar •

  El interrogatorio por parte de los profesionales había sido agotador para la mente de Nanami. Volver a vivir todo aquello por medio de sus recuerdos fue espantoso, las lágrimas no tardaron en aparecer cuando relató el momento en que Dabi la hirió.

  Sin embargo, gracias al firme agarre de Shôto en su mano, que la acompañó en todo instante. Ella pudo continuar su relato sin quebrarse en mil pedazos.

  Posterior a este amargo suceso, el mitad albino sólo pudo permanecer allí por unos breves minutos. Debido a que había sobrepasado el tiempo de visita y debía irse inmediatamente.

  Nanami quiso detenerlo para conversar cierto tema que le carcomía la cabeza. Empero, el mitad pelirojo alegó que ya no tenía tiempo, que lo hablarían más tarde si era tan importante. Y se despidió con un beso en la frente, para luego irse a toda prisa.

  Mitsuhiro suspiró rendida y llevó su mano a la frente, tocando el lugar dónde su amado la había besado, era la primera vez que Shōto la besaba en el rostro.  Y sentir el suave tacto de los labios del bicolor en su piel era mágico, casi rosando lo trascendental.

  Su mente se desvió de todo tipo de preocupación, ya no le importaba no haber hablado con el ojos heterocromáticos de aquél tema.

<< ¿Cómo se sentirá tener los labios de Shōto sobre los míos?... ¿Será más maravilloso?...>>

                                 ←Ω→

  Al día siguiente, cerca del mediodía, la ojiazul se estaba arreglando para irse del hospital. Por fin le habían dado el alta y regresaría a la casa de Aizawa, extrañaba vivir con él.

  Al pensar en su padre, notó que éste tardaba mucho en venir a buscarla. Supuestamente, debía arreglar unos papeles con el hospital, supuso que alguno de ellos se atrasó más de la cuenta y por eso la demora. Esperaba que no pasara a mayores, ya que sólo quería largarse de allí y descansar plácidamente en su cama.

  En ese instante, alguien tocó la puerta del cuarto, Nanami entendió que no era su padre porque él habría entrado sin tocar. Dudosa, permitió que la persona ingresara.

— Perdón por la intromisión.

— ¡¿All Might?!. — exclamó levantándose de golpe.

— Hola, joven Mitsuhiro. ¿Cómo te encuentras?. — le preguntó acercándose unos centímetros.

—Estoy bien, gracias por preguntar. ¿Y usted?. — le señaló con su mano el sofá al lado de su cama para que se sentara.

  Le resultaba tan extraño ver al que fue el gran Símbolo de la Paz de esa forma, ya sea por su extraña figura y su cuerpo cubierto de vendajes. Era como ver a dos personas totalmente opuestas en un único cuerpo.

— Estoy sanando... — acarició su brazo derecho y se sentó.

— Me alegro... — comentó la pelirosa sin saber qué decir.