~Origen. El Mundo de los Doce~

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Antes de empezar cualquier cosa, me parece que todos deben estar preguntándose.

¿Qué es el Mundo de los Doce?

O, si ya les suena ese nombre.

¿Sé todo sobre El Mundo de los Doce?

Para empezar, es imposible saber todo de este Mundo. Siempre se hallan cosas nuevas. Pero ¡Hey! Puedo compartirte todo lo que sé de él. Y, para eso, empezaremos con el origen de este mundo

Hace mucho tiempo, adentrándonos en conocimientos ya de la misma mitología, había diez Dioses y Diosas cuyo poder, en cada mundo, se debía al número de sus fieles y adoradores. ¿Que quiénes eran estos dioses? De ellos se hablará a más profundidad luego, por ahora les bastará saber lo siguiente.

El Dios Yopuka. El dios que representa la fuerza de la espada y los músculos, así como el valor.

Diosa Ocra. Con una puntería infalible y flechas aceradas como las de sus discípulos. De forma elegante, Ocra sostiene su arco como arma.

La Diosa Feca, diosa de la sólida égida y del escudo que todo lo protege, representante de todo protector.

El Dios Xelor, el Dios del cronómetro y del tiempo, aunque no disponga de él a su antojo en su totalidad.

El Dios Sram, el dios de alma oscura y de las criaturas más viles y engañosas.

La Diosa Aniripsa, la diosa de preciosas alas diáfanas y de todo buen curandero.

El Dios Anutrof, es el dios de la avaricia. Todo lo que tenga que ver con oro, monedas y gemas, él es el dios. No puedes esperar más de un dragón.

El Dios Zurcarák, el dios que gobierna todo lo que tenga que ver con el azar, el karma y el destino. Y con un impulso inevitable de apostar.

El Dios Osamodas, el dios domador, con mascotas que siempre protegerá.

Y el Dios Sadida, el dios que crea muñecas. Un dios clave para uno de los elementos más importantes en el Mundo de los Doce.

Se dice que un día de los muchos transcurridos, los dioses se reunieron para crear un nuevo mundo. El Mundo de los Diez. Sin embargo, todo mundo siempre tiene un riesgo de ser destruido. Ante eso, Osamodas envió diez dragones mientras que Sadida creaba diez muñecas que los enamoraron, de modo que engendraran huevos de dragón, también conocidos como DOFUS. Seis de ellos fueron hallados en el estómago del dragón Bolgrot, cuya curiosa historia se contará en otra ocasión. Los otros cuatro fueron engendrados por otros dragones, pero los seis originales son más poderosos.

En el Año 0 de ese mundo fue que Xelor, dios del tiempo, creó el ciclo de once meses. Cada uno con su propio guardián. A continuación se nombrarán los meses y, a su derecha, a su guardían.

1. Javían. Solar.

2. Flovor. Silvosse.

3. Martalo. Menalt.

4. Aperirel. Siluate.

5. Misial. Rosal.

6. Juninsidor. Sumens.

7. Juliero. Hécate.

8. Agusto. Puchecot.

9. Septang. Raval.

10. Octobrero. Maimane.

11. Novimiembro. Brumario.

Pero fue entonces que pasó una desgracia. Rushu, el más poderoso y peligroso de los demonios, que ambicionaba con ser un Dios, hurgó en el reloj del dios Xelor y añadió otro mes, un décimo segundo mes, al que también puso un guardián.

12. Desiembro. Djaul.

Pero Djaul era un demonio. Uno que odiaba a los demás protectores. Llegó hasta el punto de que, por haber durado Desiembro menos tiempo, optó por algo terrible. Asesinara Solar para que Desiembro tomara Javián y así durara más. Y lo hizo. Le tendió una emboscada al valeroso Yopuka Solar y lo mató. Desiembro duró todo el mes de Javián, e hizo un frío terrible.

Los habitantes se morían de frío, pasaban penurias, caían congelados y padecían grandes males. Entonces surgió un nuevo culto. El de la Diosa Sacrógrito la Misericordiosa, que les enseñó a sacar fuerzas del propio sufrimiento. Por suerte, Jiva (pupila de Xelor), conocida por desplazarse a una velocidad comparable a la del pensamiento, se hizo protectora del mes de Javían y con el deber de impedir que Desiembro volviera a a prolongarse más tiempo de lo debido.

Pero, con esto, la diosa Sacrógrito se había vuelto tan importante que había tomado su puesto en el panteón de los dioses.

Por si fuera poco, la diosa Pandawa ganaba seguidores gracias a su alcohol. Además de eso, unió Pandala (hogar de los Pandawas) a la gran región Amakna con un puente y mantenía a sus guerreros con energías en cada batalla. Con todo eso, ascendió como la última diosa en unirse al panteón.

Con dos dioses más, este mundo ya no podía llamarse El Mundo de los Diez. Así que fue bautizado nuevamente como:

El Mundo de los Doce.

El Mundo de los Doce. GuíaWhere stories live. Discover now