Desde Dofus hasta la era de Wakfu, separadas por el Caos de Ogrest, se hallan diferencias notables en mundo, las razas, y demás. En este libro recopilaremos información verídica así como hipótesis, teorías y pensamientos de su mismo autor. El Mundo...
Por mucho que se escondan tras máscaras y caperuzas, todos conocen su verdadero rostro. ¡Falsedad, traición, mentiras! En conceptos muy básicos, solo una palabra puede definir a un sram. Asesino. Son expertos en el arte de aparecer de la nada, apuñalarte por la espalda y desaparecer. Y, si les da el tiempo, desvalijar tu bolsa de kamas (monedas) y dejarte sin siquiera las polillas que allí tienen su hogar. El nombre de La Sombra de Sram se la tienen bien ganada. ¡Son tan fugaces y sombríos como la misma oscuridad!
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Confiar en un sram es tan sensato como colocar tu cabeza entre las fauces milubo rabioso. Pero encima de uno al que no le caes nada bien. ¿Que eso sería suicidio? Pues eso. Eso justamente equivale confiar en un sram. Por tu bien, no estés ni cerca de uno. Su lugar en el combate... Bueno. Difícil saberlo. Antes que te des cuenta, esos siniestros personajes ya han desaparecido de tu vista para aparecer de golpe tras sus enemigos. Por si fuera poco, ¡El terreno es un campo minado con ellos! Pueden poner trampas donde les de la gana, y no conviene pisar ninguna.
El arma predilecta de estos escurridizos estafadores son las dagas. ¿¡Y cómo no les va a gustar?! Ligeras, fáciles de portar, y son la mejor opción para cortar las bolsas llenas de relucientes monedas. Sus tácticas favoritas consisten en:
-Poner trampas en lugares estratégicos.
-Desplazarse estando invisibles.
-Logras que sus enemigos retrocedan.
-Confundir al crear un doble suyo.
-Emboscar a sus enemigos con ataques por sorpresa.
Características Psicológicas
Si un sram te echa una mirada con interés, desconfía. Si te hablar cordialmente, desconfía. Si se te acerca, desconfía. Si te saluda sin que hayas saludado antes, desconfía. Desconfía de cualquier acto de un sram que consista un acercamiento. Y si intenta no llamar la atención, no es que sea tímido. O bueno, puede que sí, pero esa probabilidad en comparación con la de que tenga algo entre manos es ínfima. Y es que no importa lo agradable que se vea uno. A ellos lo que más les importa son las bolsas que cuelgan de los cinturones de los demás. Y los lengua larga. Todos los discípulos del dios calavera saben que los bocones son una fuente lucrativa de información por su tendencia a hablar más de la cuenta.
¿Que dónde puedes hallarlos? Por alguna razón, parece que puedes hallarte un sram en cualquier lado. La esquina de un banco, el callejón oscuro de al lado, corriendo teniendo tu bolsa de kamas en su posesión. Espera. Si es eso último, mejor que corras rápido. Como lo pierdas, de vista la probabilidad de que no vuelvas a ver tus kamas es altísima. Y es que son expertos en todo lo relacionado a la infiltración y la fuga. Pueden robarte el dinero, darte diez vueltas para confundirse y luego salir por patas. Pero si son pillados, bueno. Solo diremos que sus cuerpos no son los más resistentes.
