Cap 26

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PRESENTE
*Narra Richie*

Notaba que todo era culpa mía.

En el ambiente se había creado una tensión agobiante. Aunque intentaba alegrar los ánimos sacando alguna broma de la manga de vez en cuando, nada parecía cambiar aquel ambiente entristecido y distante de los miembros del club de los Perdedores.
Ya no hablábamos, simplemente caminábamos atentos a lo que pudiésemos encontrarnos en el camino.

Aunque hace apenas unos días habíamos matado a Pennywise estando más unidos que nunca, ahora mis amigos y yo estábamos más distantes. Incluso Beverly y Ben  habían dejado de hablar.

Es normal, aquello nos estaba desquiciando a todos. Estábamos hartos de aventuras, queríamos volver a casa y no estar en este horrible bosque donde podíamos morir en cualquier momento.

Todo había sido culpa mía, debí de haberles convencido de dejarme venir solo, no se merecían que me cargara de su relación por aquella locura.

Con aquel sentimiento todavía aferrado a mi cuerpo,  miré el cielo, ya había anochecido.
Ya solo quedaba un día
¡Solo un día!
Aquello era una carrera a contra reloj en la que cada minuto nos alejaba más de recuperar a Eddie.

-Ve-enga , vamo a m-montar una hoguera aquí. -dijo Bill. Él era el único que no había perdido el entusiasmo.

Eso es lo que me encantaba de Bill, sea cual sea la circunstancia , siempre está dispuesto a llevar todo adelante. Le envidio mucho, ojalá yo fuese así de fuerte, un líder nato , valiente...
Pero simplemente era un idiota.

Comimos algunas frutas que según Mike eran aptas para el consumo y nos tumbados en el suelo dispuestos a dormir. Aunque había sido un largo día y los pies me dolían horrores, no podía dormir.

Encontraría el cuchillo yo solo, no les dejaría morir a ellos también.

No sabía si volvería con vida, pero estaba dispuesto a intentarlo; el precio era insignificante comparado con lo que podría conseguir.

1989
*Narra Bill*

Recuerdo aquel día como uno de los más calurosos de todo el año, salir a la calle era como poner un pie en el mismísimo infierno. Así que no dudé ni un momento antes de llamar a Stan y preguntarle si vendría conmigo a la piscina municipal.

Él aceptó encantado y una vez allí pudimos apreciar que casi todo el pueblo había pensado como nosotros ¡y la verdad es que no me extrañaba!

Stan llevaba se había puesto un bañador rojo, casi tanto como su cara al ver que tanta gente lo vería con ese aspecto. A mí me parecía que le quedaba genial, pero al parecer él no pensaba lo mismo.

-Tal vez pueda ir a mi casa y cambiarme...- dijo con timidez.

-¡Idita e-el últimoooooo! - grité sin prestarle atención mientras saltaba de bomba a la piscina.
Y, aunque al principio tenía mis dudas, mi acompañante fue detrás de mí.

-Que gusto ¡el agua está buenísima! 

Jugamos a Marco Polo e hicimos varias carreras y allí, entre risas y aguadillas la tarde se pasó volando. Cuando estaba con Stan el tiempo siempre volaba ¿Acaso era mago?

- ¡Vamos a c-coger estas pistolas de agua y hacemos una b-batalla!-dije al verlas que en el borde de la piscina abandonadas . 

-¿Pero no son de alguien? No creo que debamos...-comentó el judío un tanto preocupado.

- An-nda no seas aburrido, la g-gente las deja aquí para compartir con los d-demás. Luego las dejamos e-en su sitio y ya e-está.

Y así es como empezamos una guerra de chorros de agua. Nos tiramos horas corriendo de aquí para allá salpicándonos con aquellos juguetes, nunca me lo había pasado tan bien.
Pero en una de las ocasiones, intentando esquivar el "disparo" de Stan perdí el equilibrio y caí sobre el arma de plástico rompiéndola en dos. Stan preocupado, se acercó a mí corriendo:

I will be with you [ Reddie ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora