Cap 33

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1989
*Narra Richie*

A partir de aquello, ver a Eddie era mucho más difícil; la ventana de su habitación permanecía siempre cerrada y su madre siempre estaba en la casa.
Pero al menos la señora K no parecía que le hubiese dicho nada a nadie de lo ocurrido. Por lo menos por ahora.
¡ Había sido un idiota ! Debería haberme quedado en casa, ¿por qué tuve que ir a casa de Eddie? Tal vez así podría seguir viendo a Eddie, tal vez así nada hubiese tenido que cambiar ...

Pero no me iba a dejar amedrentar por la ballena. Tenía que verlo, al menos una vez más, y sabía el momento y el lugar perfectos.
Esperé en la farmacia escondido detrás de unas estanterías a que el chico que me tenía robado el corazón entrase por esa puerta a comprar sus medicamentos. Seguro que su madre le había aumentando la dosis con miedo de que la enfermedad que le había "metido metido en la cabeza" a su hijo llegase a más. 

Solo esperaba que no viniese con su madre, sino ya me podría ir despidiendo.
Pero afortunadamente Eddie entró solo a la farmacia y se acercó al mostrador. Seguro que  la señora K le había dado mucha pereza levantarse del sofá.
-Lo de siempre -dijo al dependiente  y  acto seguido éste se marchó al almacén. Yo aproveché para acercarme a él. 

-Hola Eddie.
-Richie -parecía sorprendido . La verdad es que no sabía que decirle así que me acerqué y acaricié su mejilla como queriendo comprobar que era de verdad y no estaba soñando, pero él sostuvo mi mano y la bajó suavemente. 

-No creo que debamos...
-Lo siento, lo del otro día... fue todo culpa mía, no debí...
-No... tarde o temprano tenía que pasar, a lo mejor somos nosotros los que estamos haciendo las cosas mal. Mi madre me ha estado llevando a unos médicos y dicen que... 

Médicos... Conozco de sobra que clase de tratamientos les ponen a las personas como nosotros, que amamos a personas de nuestro mismo sexo, nos intentan lavar el cerebro y nos hacen pensar que lo que hacemos esta mal.
Pero solo amamos como cualquier otro. ¿Por qué había personas que no lo entendían?

- Escúchame bien- sostuve su cara con mis manos para asegurarme de que me miraba- Al igual que te ha estado drogando todos estos años, ahora pretende alejarte de mí. Nunca pienses que lo nuestro esta mal, son ellos lo que no entienden nada .Por favor, no les escuches. Eddie nunca te he mentido; te quiero. Por favor no me separes de ti.-cuando aquellas palabras salieron al exterior me di cuenta de que sonaban como una súplica desesperada.

Hubo un silencio en el que Eddie me miró con cierta duda. En ese momento el dependiente de la tienda apareció con los medicamentos de Eddie. Este pagó las pastillas y sin apenas mirarme dijo;
-Tengo que irme- y salió de la farmacia , dejándome solo.

¿Lo habría perdido para siempre?
Me fui a casa con el alma en los pies ¿Cómo podrían haberlo convencido? ¿Ya no me quería?  

Mientras me iba acercando a mi casa fui ralentizando el paso, mirando fijamente la fachada ; algo había cambiado ;alguien había escrito con spray ; "Fuera de Derry maricón"
El corazón se me aceleró al instante. 

Apresuradamente me acerqué al porche y metí la llave en la cerradura con miedo de encontrar a mi madre. Lo sabe, seguro que la señora K ha venido a hablar con ella, como ha hecho con los demás vecinos del pueblo. No quería oír lo que tenía que decirme, no quería escuchar a nadie.

Ha estallado la bomba, y me había explotado en la cara. 

Intenté andar lo más silenciosamente que pude hasta llegar a mi habitación y hacer como que no hubiese entrado, pero al llegar a la cocina, mi madre me vio.
Estaba sentada al lado de la mesa con la mirada en el suelo y aquella expresión :estaba conteniendo todo su enfado para poder  soltármelo de golpe.

Tragué saliva.

-¡¡¡¡Richard Tozier!!!! Ven aquí - me acerqué temblando- Ha llamado la madre de Eddie- ¡lo sabía! Será ... No iba a parar hasta destrozar mi vida por completo.

- Ayer te pilló... besando ¡a un chico! ¿¡Pero tu sabes lo que has hecho!? Pensé que te había dado una buena educación, pero me equivocaba ¡y ahora todo el pueblo también lo sabe! ¿Has visto nuestra nueva fachada? ¡Que bonita ha quedado! Ahora somos los apestado de Derry, esta mañana al ir al mercado todos cuchicheaban a mis espaldas y yo no sabía que pasaba. Menos mal que la señora K me ha llamado para explicármelo todo ¡todo por tu culpa! ¿Acaso no te parecía suficiente con nuestros problemas? Eres como tu padre, un egoísta que lo único que le importa es su propio ombligo ¿tu sabes lo que has hecho? ¡MIENTRAS VIVA EN ESTA CASA NO ME VUELVAS A HABLAR, NI ME MIRES NI ME SALUDES, A PARTIR DE AHORA NO SOY TU MADRE!

Cuando acabó de pronunciar esas palabras yo ya tenía las lagrimas corriendo por mis mejillas. Queriendo evitar que mi madre me viese así corrí a mi habitación y cerré de un portazo. No quería salir, no me movería de allí jamás. 

Sin saberlo en ese momento se creó dentro de mí un miedo que me perseguiría durante muchos años.

-¡Por cierto! -se oyó su voz desde abajo. Parecía que todavía había más -¡Vete haciendo las maletas, nos mudamos con la abuela el jueves!

PRESENTE
*Narra Beverly *
De pronto, interrumpiendo en el silencio, se oyó un graznido proveniente de la copa de unos árboles.
Miré en busca de una explicación y pude ver como unos pájaros (si se ponía llamar así a esas criaturas aladas) de un tamaño como de una vaca, echaban a volar entre copa y copa. 

Eran justamente lo que necesitábamos.

-Chicos - dije para llamar la atención de mis amigos y señalé la copa del árbol donde se encontraba las criaturas aladas. No hizo falta más para que todos entendiesen cual era mi plan.  

Sin perder más tiempo escalamos las plantas hasta llegar a la parte superior donde  nos topamos con uno de los nidos donde tres "pajarracos" dormían.
Entre todos compartimos una mirada de complicidad y de un salto nos subimos a sus lomos, haciendo que estos despertasen y empezasen a moverse agitadamente. 

- Ea, Ea.. - dijo Richie, quien intentaba mantener el equilibrio para no caerse. Los animales, al ver que no nos marchábamos extendieron sus alas y emprendieron el vuelo. Rezamos que nos llevaran a la salida del bosque en vez de adentrarnos más en él. 

Pero por una vez algo nos salió bien. 

Volamos a sobre la vegetación a una velocidad que nos permitía mantener la estabilidad en dirección al principio del bosque.
-¡Viva! - vitoreó Bill mientras el aire golpeaba su cara desde el otro ave que compartía con Mike. Yo volaba junto a Ben y Richie estaba solo en el último pájaro.

Todos nuestros pájaros volaban juntos sobre cientos de metros de la tierra. En pocos minutos atravesamos el acantilado que tanto nos había costado cruzar hace unos días. Por fin notaba que las cosas iban bien; nuestro grupo se había vuelto a unir, teníamos el cuchillo ¡ya nada podría ir mal! 

-Beverly -dijo Ben en un tono de voz lo suficientemente bajo para que nuestros compañeros  no nos oyesen- Lo siento , siento si antes me he comportado como un idiota. No te lo mereces...

Esbocé una sonrisa ¿Qué más daba eso ahora? Yo solo quería que volviese a ser el Ben de siempre. Mi Ben. 

-Sí , fuiste un idiota -respondí juguetona - Pero por alguna razón eres el idiota por el que estoy coladita hasta los huesos.

Si no fuera porque estábamos sobre una bestia y si me movía podría perder el equilibrio caerme , le habría dado un beso. Él me devolvió la sonrisa y yo me giré para mirar hacia delante.

Notaba el viento en mis mejillas, por fin, después de mucho tiempo me sentí libre, feliz, con ganas de comerme el mundo. 

Al poco, y sin darme cuenta empecé a reír y enseguida la risa se contagió en mis amigos.
Reíamos sin motivo alguno, montados en unas criaturas gigantes que podrían tirarnos al suelo en cualquier momento y causarnos la muerte.

Pero eso ya daba igual.

Por fin había vuelto el club de los Perdedores.

I will be with you [ Reddie ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora