Capítulo 17: Reuniones Atlantes

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Mina

 Al final, nuestro equipo ha ganado el partido quedando 3-1. Laisa se levanta de su asiento apenas termina todo para ir a felicitar a los chicos, la sigo sintiéndome incómoda. Josh me sonríe cuando me ve y se acerca corriendo para abrazarme y cargarme en los aires mientras gira emocionado, río ante esto.

  —¡Ganamos, Mins!, ¡Ganamos!

  —¡Lo sé, lo sé! ¡Estuvieron geniales! —me baja viéndome extrañado. Hago una mueca, me siento juzgada, pero su sonrisa vuelve a iluminar su rostro.

  —Te queda bien ese color —sonrío nerviosa. Esa tarde que ocurrió lo de Nick, me teñí el pelo para volverlo a su tono original, pero cada tres días tenía que gastar en tinte porque pareciese que era simple pintura sin secar. Mis padres se dieron cuenta y me regañaron por "teñirme" sin su permiso, mi madre intentó lo mismo que yo sin éxito, por lo que optamos en dejar mi cabello así de ahora en adelante.

  —Gracias. Supongo que necesitaba un cambio de look.

  —Ven —al ver sus intenciones me planto en el pasto, pero al ser más fuerte me lleva a rastras a donde está Laisa felicitando a Nick y a ¿Jordan?

  —Gracias, Lai. Qué bueno que pudiste acompañarnos está vez —los veo confundida. Nick le da un codazo a su capitán cuando me ve al lado de Josh, el cual, saluda a Laisa con un beso en la mejilla. Nick se contiene ante esto, supongo que Laisa le gustó de algún modo. Hago una mueca, ni siquiera somos nada, él puede estar con quien se le dé la gana— Mina.

 Jordan capta mi atención, solo me saluda, pero siento algo en mí que quiere correr a abrazarlo y felicitarlo por su logro, le regreso el saludo con la mano y tomo a Laisa del hombro.

  —Tengo que irme. Nos hablamos luego —le susurro, pero apenas y me escucha porque Brook y los demás chicos se unen a la celebración, doy media vuelta cruzando el campo de juego y sintiendo una mirada clavada en mí. Lena pasa por mi lado casi tirándome.

  —Idiota —volteo la cabeza un poco, pero no me escucha. Suspiro y continúo mi camino.

***

 Llego a casa y veo las maletas de mis padres en la puerta, al estar cerca la temporada vacacional, ellos se irán desde ya. Supongo que por eso no objetaron cuando les conté mis planes de ir a Grecia, ellos ya tenían los suyos y yo no iba incluida en ellos. Esquivo el equipaje y subo a mi habitación, busco el contacto de Rose en mi celular.

 En los últimos días hemos recuperado de a poco la confianza entre nosotras, le conté mis planes de ir a Grecia y solo me dijo que ella también estará ahí.

  —¿Ya tienes todo listo? —dice apenas contesta el teléfono.

  —Más que listo. Solo queda un pequeñísimo detalle. —Pongo el teléfono en mi cama con el altavoz. Saco mi maleta y mi ropa doblada del armario.

  — ¿No le has dicho a tus padres? —Molesta, me reprocha.

  —No, ellos ya saben y no se opusieron. De hecho, ya tenían planes de irse a la Ciudad de México, el problema es que me falta empacar —acomodo mis cosas con sumo cuidado, no se me debe de olvidar nada.

  —Deberías de apresurarte, solo faltan dos semanas para que te libres de la escuela.

  —Lo sé, solo que he andado perdida en el limbo estos últimos días —volteo a ver a Klein que está dormido en su cama.

Atlántida: El Renacer del Imperio (I) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora