Adolescencia

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La vida en el hogar era como una película de terror y suspenso, no sabía que pasaría todo era incierto y nada era favorable para los que la habitaban, parecía que todos vivían en su propia burbuja, en su propio mundo en donde no cabía nadie más, a pesar de tener un cuarto pequeño los mínimos afectos de amor no se brindaban entre hermanas o de mi madre, la única persona que lograba darme todo el calor y podía estar tranquila eran en los brazos de mi abuela, sin palabras solamente me acomodaba en sus piernas me palmeaba la cabeza, por algún motivo era la forma más pacifica que lograba desaparecer cada malestar que se llenaba dentro de mis sentimientos.

Sin embargo no había instante que odiara llegar a casa y que la única persona que nos cuidaba fuera ese hombre, por años sentí repulsión al contacto físico y el trauma que me causaba, la ansiedad de no volver a pisar la misma cuando él estaba, no creo poder describir las atrocidades de sus acciones pues aun mi corazón se llena de resentimiento y dolor, no obstante eso cambiar radicalmente al pasar los años y montar el plan que paso por mi mente unos días atrás antes de salir de novenos grado.

Las peleas continuaban y cada vez se hacían más grandes, aún recuerdo como ese alcohólico tomo por el cuello rompiéndole la camisa a una de mis tías, el otro señor se metió en la pelea y lo sacaba de casa, cuanta tortura y dolor podría causarle a mi pobre viejita en su corazón, lloraba sola en su cama esperando que en cualquier momento todo lo malo se extinguiera, creo que lloraba con ella y pedía lo mismo todos los días sin respuesta de Dios.

Una de las hermanas de mi madre llego a visitarnos dijo que llegaron a verle personas de una iglesia para que llegara a unas reuniones que hacían todas los miércoles por las noches, ellos rezaban, pedían al señor y leían reflexionando la biblia, la madre de mamá insistió en que llegara eso cambiaria un poco el ambiente en casa y la convenció de que fuera para obtener un mejor cambio para ella internamente, cuando lo escuche lo tome como una escapatoria, una salida, horas lejos de casa en otro ambiente donde las personas por ser de una iglesia serian buenas, amables y sinceras.

Qué tontería pensar que las personas son buenas, el problema más grande es que yo esperaba que siempre lo fueran, al principio todo parecía bueno y afable, las personas se acercaban a saludar a compartir a meditar, y desde ese momento mi madre abrió un poco los ojos, empezó a hablar compartir a menudo con nosotros, las palabras soeces, gritos, regaños sin sentido fueron aplacados por las oraciones y la fortaleza que le brindaba cada vez que llegaba a esas reuniones, sin embargo no era suficiente para que viera al hombre que tenía cerca de ella, un grupo de jóvenes se creó en la pequeña comunidad, para hablar y haber puntos artísticos en cada momento de celebración, había encontrado el lugar donde desvanecer mi sufrimiento por un instante si quiera.

Algo que olvidaba mencionar era lo incomoda que me sentía cada vez que las reuniones familiares llegaban a casa, mucha gente, aparentando ser unida o al menos en esos momentos eran divertidos y buenos, pero sin duda cada vez que el alarde sobre el hombre perfecto salía, la familia observaba a el compañero de vida de mi madre como todo un perfecto ejemplo, no bebe en cantidades exageradas, no fuma, no dice malas palabras, no es vulgar, mujeriego tampoco, entre las miles de rosas que tiraban dejando en un pedestal a ese ser, en mi mente la única palabra que existía era "patrañas" nunca entendería cuanta era la ceguera que provocaba y como lo hacía sin embargo lograba que cada persona le brindara su confianza y comprensión ante todo, pues no había nada que él no fuera y que el mundo lo alabara como buen ser humano.

Durante las horas que pasábamos en el grupo, riendo, bailando y jugando, reflexionando la palabra de la biblia, llegue a pensar que la mejor manera de olvidar los problemas era pasar el tiempo con otras personas y así olvidaba los instantes malos que se vaciaban de alguna forma.

No volver a callarWhere stories live. Discover now