No todo era fácil en mi vida, desde muy pequeño me acostumbre a despertar temprano, preparar mi desayuno, alistar mi ropa, ordenar mi cuarto antes de salir y cuidarme solo.
Pero la última cosa me resultaba más difícil de lo que esperado, siempre ter...
Quede quieto por un momento al ver el diminuto hoyuelo dibujado en su mejilla, no planeaba estar tan cerca de él, respire un poco su aroma.
Solo fue cuestión de segundos en que él corrigiera esa media sonrisa y se volviera serio y sin palabras.
Suspire con desgano, esto no tendría ningún resultado bueno…
No sé por qué solicite sus tutorías, es un chico promedio y sé que si se le pide estudiar más, las posibilidades que mejoren sus calificaciones son seguras, pero aquí me encuentro solamente con él.
Su mirada cargada de coraje paro mi dialogo interno y tome el lápiz para comenzar a explicarle los movimientos y las situaciones en que debían utilizarse las diversas cuentas y la importancia de cada uno.
Durante todo el tiempo el no volvió a mirarme, solo observo mi mano ir de aquí para allá y nunca despego la vista del libro.
-Sr Rojnapat, se supone que debe tomar apuntes.
Él se limitó a mirarme y negó con su cabeza en desaprobación, tomo el cuaderno y escribió abarcando toda la hoja “no soy estúpido”.
Cerro su cuaderno y su libro – Aun no hemos terminado la clase – interrumpí sus acciones antes de que guardara sus cosas en la mochila.
Se detuvo un momento y después siguió guardando sus cosas como si no hubiese escuchado nada.
-Señor Rojnapat – llame autoritario acomodándome las gafas.
Coloco su mochila al hombro y se encamino a la puerta ignorándome completamente.
-Si sales por esa puerta me asegurare que tus clases sean un infierno – amenace molesto.
Sonrei al ver que pareció funcionar la amenaza pues regresó y tomo asiento en el pupitre más cerca de la puerta sin quitarme la mirada de encima con cierta molestia.
-Me preocupa tu situación, he visto como los demás chicos te molestan… - mencione mientras caminaba hacia él.
El comentario lo tomo con normalidad, como si eso no le afectara y eso me preocupo aún más.
-Quisiera hablar con tus padres, Rojnapat puedes decirme lo que pasa y te ayudaré.
Pero esto tampoco pareció importarle porque solo se quedó allí mirándome fijamente hasta que me sentí forzado a desviar la mirada.
- ¿Enserio eres mudo? ¿Podrías al menos asentir cuando te hablo?
No, parecía que ni eso podía hacer el para mí.
Alguien toco la puerta del aula y el conserje se asomó un poco.
-Profesor, el padre de Arthit.
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