Capítulo 35

4.5K 474 102
                                    

Sus manos y pecho se apoyan contra la madera caoba de mi escritorio, así que me coloco por detrás para levantar la falda negra que lleva y como lo supuse, no lleva bragas... De nuevo.

— Nos van a escuchar.

— No grites entonces.

Solo aflojo el cinturón y el pantalón lo suficiente como para liberar mi miembro. La vista de ella y la ciudad por detrás de mi escritorio me dan una sensación de poder embriagante.

— ¡Ah! — Chilla.

— Dije que no grites — Golpeo su cadera porque ni siquiera la he penetrado.

— ¡Christian! ¡Más! ¡Si!

¿Ahora qué mierdas intenta?

Se aferra al escritorio e impulsa las caderas hacia atrás, por lo que me apresuro a colocar el preservativo para deslizarme en su interior.

— ¿Hacerlo en mi oficina te excita?

Paseo mis dedos por su botón sensible y presiono suavemente para hacerla gemir. Esta es sin duda una fantasía que siempre quise llevar a cabo, pero mi estricta regla de no mezclar placer y negocios me detuvo.

— Si.

Mis movimientos son pausados, pero con la suficiente fuerza como para hacer mi escritorio temblar. Me aseguro de seguir estimulando su cuerpo para que me reciba con mayor facilidad.

— ¡Si! ¡Christian! ¡Que grande! ¡Dios!

— Ana — Gruño con los dientes apretados — Baja la maldita voz.

— ¡Oh! ¡Si! ¡Bebé, si! ¡Así!

A la mierda con ir lento, empujo contra ella con más fuerza y tiro de sus brazos hacia atrás para que no se mueva mientras la penetro. Ahora ella gime bajito, de esa forma que me enloquece porque sé que lo está disfrutando.

— Ah, si, sigue... — Gime.

— ¿Te gusta? — Respondo con la respiración agitada.

— ¡Oh! ¡Si! ¡Si! ¡Me encanta! ¡Más!

Libero sus manos cuando siento la parte baja de mi abdomen tensarse, ¿Cómo es posible que esta chiquilla tenga tal control sobre mi cuerpo?

Mis dedos presionan con fuerza su centro para que ella termine primero, así yo también puedo liberarme de una jodida vez o las bolas me van a explotar.

— ¡Más! Quiero... Más... — Jadea con la voz entrecortada.

Su peso recargado completamente sobre el escritorio mientras me alejo para dejar el puto condón en la papelera del baño. ¿Desde cuándo es tan ruidosa?

— ¿Qué mierdas fue eso? — Exijo.

— ¿Qué? ¿No te gustó? — Se ríe.

¿Por qué se ríe? ¿A qué mierdas está jugando ahora?

— ¿Ya sabes qué quieres de mi? — Su voz regresa a ese tono serio que usa cuando está molesta.

Se endereza del escritorio para acomodar de nuevo su falda, ordena su blusa y los pocos cabellos sueltos de su coleta antes de sonreir con burla.

— Estoy convencida que ni tú sabes qué quieres de mi, así que estoy dispuesta a ayudarte para que me dejes ir de una maldita vez.

— ¡Ja! ¿Ayudarme?

— Si. Ya jugamos a la prostituta, me compraste un vestido y me llevaste a cenar — Eleva su dedo índice para contar — Ésta es la experiencia de la Novia, ¿Te gusta mi actuación?

— ¿Es un juego para ti?

— ¡Claro! ¡Lo que sea para elevar tu ego, bebé! Pero... — Se acerca hasta quedar a dos pasos de distancia — El paquete completo de la experiencia "Novia" incluye tu tarjeta American Expréss y un hermoso auto para mí.

— ¿Estás loca?

— No — Sonríe como si el loco fuera yo — Hago esto por ti, mi amor. Creo que entre más pronto descubras lo que te hace falta, más pronto podrás olvidarte de mi.

— ¿Y piensas que solo voy a aceptar tus condiciones y darte la puta tarjeta?

— Te aconsejo que lo hagas, cielito — Tira suavemente de mi corbata — Porque las novias pueden ser de verdad un grano en el culo de sus novios, y yo estaré encantada de jugar el rol completo.

Suelta la corbata y se aleja hacia la puerta de mi oficina. Después del espectáculo que armó, me alegra tanto saber que Andrea y todos los demás tienen un acuerdo de confidencialidad firmado.

— Volviendo al asunto del auto, que sea rojo, bebé. Y puedo usar mientras tu auto y a tu monigote para que me lleven de compras.

— ¡No te compraré un jodido auto!

— ¿Y por qué no? ¿No lo merezco?

Maldita sea, me está comenzando una migraña marca mundial a causa de la estúpida chiquilla voluntariosa. ¿Esta es su estrategia? ¿Hartarme hasta que decida dejarla ir?

— ¡Quiero un auto! ¡Y mi propia tarjeta! — Grita abriendo la puerta de mi oficina — ¡Y un maldito anillo del tamaño de mi puño! ¡Lo merezco! ¡Te estoy dando los mejores años de mi vida! ¡Bastardo egoísta!

Gira sobre sus tacones y sale de mi oficina dando un jodido portazo. Debería dejarla ir, debería acabar con toda esta mierda de una vez. Es solo que...

— ¡Ana!

Salgo de la oficina detrás de ella, abriendo la puerta para correr pero no llego muy lejos. Taylor está plantado frente al ascensor sosteniendo a Ana del brazo, como si tuviera miedo de dejarla ir.

Detrás del mostrador, Andrea y la secretaria de Finanzas me miran con los ojos muy abiertos, sin duda han sido testigos del espectáculo.

— ¡Suéltame ya! — Ana tironea de su brazo para liberarse.

Pero Jason me mira en busca de aprobación y tengo que asentir para que deje el maldito espectáculo por un momento.

— Llévala a la casona.

— Si, señor.

— ¿Y si no quiero ir? ¿Que harás? ¿Obligarme como a todo lo demás?

— Cierra la boca — Gruño lo más bajo que puedo — Hablaremos más tarde.

— ¡Pues no quiero! Estoy muy molesta contigo y no creas que habrá sexo esta noche, Christian Grey.

Me señala con un gesto de amenaza, así que tengo que inhalar profundamente para evitar que la furia llegue a un nivel más alto.

— Ve a casa, por favor. Hablaremos de lo que quieres esta noche.

— Aún no te perdono, pero puedo hacer el intento — Mira a Taylor y lo señala — ¡Tú! Más te vale que estés listo para una divertida tarde de compras, cortesía de tu jefe.

— ¿Compras? ¿Cuáles compras? — Balbuceo confundido, no dije nada sobre malditas compras.

— Bebé — Se acerca para pasar sus brazos por mi cuello — Mañana jugaremos el juego de la esposa, así que voy a ir a ver vestidos de novia y anillos de compromiso. No te preocupes, elegiré uno realmente precioso que me encante.

Toma mis mejillas con sus pequeñas manos para besarme, un pequeño piquito inocente como si eso solucionara todo el jodido problema.

— ¡Adiós, mi amor!

~ • ~

¡Hola!

Después de Buscando Amor me tocaba actualizar Mi Salvación, pero éste tóxico controlador no me deja concentrarme en otra cosa que no sea él 😅🥺.

Y pues, perdón 🙈👉🏻👈🏻.

Trataré de continuar con la programación 🤭, saluditos!

Oscuro (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora