Somebody To Love | Cole Sprouse

CHAPTER 5

En el trabajo veo a Matth que me muestra una de sus eternas sonrisas, a veces me pregunto si su sonrisa es verdadera o solo la pone por costumbre. Nunca veo otra expresión en su rostro, si está molesto solo me muestra una mueca y eso es mucho decir, la mayoría de veces hace bromas sobre su enojo y si fui yo la que lo hizo molestar, intenta hacerme rabiar.

Pero nunca he visto una fase de tristeza pasar por su rostro. Matthew me da golpecitos en la frente, sin darme cuanta me he quedado en frente del computador apagado pensando.

— ¿Te apetece ir a comer a Bob's en el almuerzo? — me mira atentamente esperando mi respuesta.

— Si, está bien, hace bastante tiempo que no vamos. — mi mejor amigo deja escapar una sonrisa malvada mientras yo lo miro sin entender que pasa.

— Le he dicho a Cole que vaya y no puedes retractarte, ya has aceptado — se levanta, orgulloso de sí mismo y se va a la sala de descanso por su café de todas las mañanas.

[...]

Es la hora del almuerzo, salgo del edificio junto a Matthew, caminamos algunos metros para llegar al puesto de comida callejera. Cole se acerca a nosotros, mi pulso se vuelve caótico.

Sigue siendo igual de atractivo que la última vez, ¿No podría ser menos guapo? Así sería más fácil para mí. Como siempre desprende por todos los poros de su piel un magnetismo salvaje que me pone a cien. Estoy tan cautivada que olvido lo que iba a pedir. Después de pedir, se para a nuestro lado y me sonríe, me sonríe de verdad.

— ¡Hola! ¿Qué tal? — nos ha saludado, como una persona normal, ante mi cara de incredulidad, suelta una risa discreta.

Mis neuronas aceptan volver a conectarse unos segundos para contestarle. — Hola... — intento sonar segura pero mi saludo no fue más que un susurro.

— ¿Has visto un fantasma o algo parecido?

— Has sido amable, no estoy acostumbrada — observa a Matth unos segundos y cuando su mirada vuelve a mí, es profunda y feroz.

— Te recuerdo que solucione el problema de tu ordenador.

— Es tu trabajo.

— No soy de mantenimiento, sin embargo, te ayude, a veces puedo ser amable.

— Cuando eres amable pareces un anuncio de un perfume, me asustas. — Cole suelta una carcajada y Matth me da un codazo burlón.

Bob nos entrega nuestros pedidos, mientras comemos Cole comienza a hablar. — Daremos una presentación el sábado, en la sala de la última vez, ¿Quieren venir? — me quedo sorprendida, Matthew asiente ansioso mientras Cole deja que sus ojos escaneen perezosamente las líneas de mi rostro.

Iré si no me tratas como una fan otra vez — Si, con mucho gusto — pero que acabo de decir, parece que estuviera aceptando una petición de mi jefe.

Cole me mira intrigado, se acerca a mi oído — Tu también me asustas cuando dices cosas como "Con mucho gusto" — tengo la impresión de que intenta coquetear conmigo o tal vez solo ser burla de mí.

— Estoy segura de que oyes esas palabras todos los días.

Mi mejor amigo asiente con la cabeza, divertido por la situación.

— No tanto como tú crees. — Cole tiene la habilidad de dejarme callada o suscitar en mí una ola de emociones contradictorias. Me siento en una encrucijada siempre que se trata de él.

[...]

Como es costumbre, soy la primera en llegar a la sala de presentaciones, debería considerar comenzar a llegar tarde.