Somebody To Love | Cole Sprouse

CHAPTER 8

Durante un nuevo descanso Austin se acerca a mí, como usualmente hace — Vas bien Chris, estas progresando — aprecio la amabilidad de Austin, siempre tiene una palabra para reconfortar, es tan diferente de Cole, a menudo me pregunto cómo es posible que se entienda y sean amigos. Quizás Austin logra canalizar el excesivo ego del pelinegro.

— ¿Progresos? ¿Dónde ves que haya progresado? Hemos repetido esta parte cien veces, y se ha equivocado en todas.

— Te recuerdo que aún no conozco bien las canciones, no formo parte del grupo desde el comienzo, podrías ser un poco más amable.

— He sido más que pacientes.

— ¿Paciente? ¿Cuándo has mostrado paciencia conmigo? Te pasas el tiempo insultándome. — Cole alza los ojos al techo mientras Austin vuelve a su batería como si temieran ser parte de la discusión.

— Porque cometes errores de principiante, has dicho que sabías tocar el piano, estoy esperando a que lo demuestres. — la ira sube dentro ¡Exagera! ¡Lo estoy pasando de lo peor por su culpa!

— ¡¿Cómo puedes ser tan odioso?! ¿Practicas ser así, o es de nacimiento? — me fulmina con la mirada y se acerca a mí como si fuera a echarme de su departamento ahora mismo. Retrocedo varios pasos, se queda quieto y me observa como si lo hubiera golpeado.

— Nunca estarás lista tiempo, no es culpa mía que tu no puedas tocar tres notas seguidas sin equivocarte. — las lágrimas amenazan con caer por mis mejillas, el cansancio, los nervios, mis sentimientos, se juntan para destruir mis defensas. El aire está cargado de tensión, me apoyo en la pared, desequilibrada por su mirada glacial.

— Estoy aquí para ayudarte, sin mí no podrás dar esa presentación, así que, sigue insultando, como puedes ver, ese método me ayuda mucho a avanzar — sabe que lo que digo es verdad, es totalmente consciente, sin mí no darán esa presentación, una mueca de disgusto se posa en sus labios.

— Formar parte de un grupo implica ser serio.

— ¿Crees que no me lo tomo en serio? ¿Tienes idea del tiempo que pasó ensayando en mi departamento? No estoy aquí para soportar tu mal humor — tomo mi chaqueta que se encuentra sobre un taburete al lado de mi teclado, y me precipitó a la puerta sin volver a mirarlo — Déjame decirte algo, vete a la mierda Cole, está claro que no me necesitas.

— ¡Espera, Chris! — no escucho a Austin que grita desesperado mientras corre detrás de mí, me largo a toda prisa, tengo la impresión de romper todas mis esperanzas. Cole no es el único que tiene sueños y el mío depende totalmente de él.

Al llegar a la calle tiemblo tanto que me doy cuenta hasta qué punto me ha hecho daño Cole, corro para alejarme la mayor distancia posible del departamento del cretino con el que acabo de discutir. Deambulo por las calles, mi corazón palpita pesadamente, me siento mal e inútil, estoy enfadada con Cole y conmigo misma. Hasta aquí llego mi sueño, ya no puedo soportar más su mal humor. Cuando me dispongo a cruzar la calle una gran mano me toma del brazo, casi grito del susto, me doy la vuelta y veo a Austin, jadeante por haber corrido detrás de mí.

— Chris, por favor... espera — dice con voz entrecortada por el cansancio, lo obligó a soltarme el brazo y me vuelvo hacia él, lo miro fríamente esperando escuchar lo que tiene que decir — Dame unos minutos, por favor.

— ¿Para qué?

— Lo siento, para decirte que lo siento. — esta extraña disculpa me saca una sonrisa, señalo al departamento de Cole.

— No tienes porque disculparte Austin, la culpa no es tuya — El rubio me sonríe alegremente, su sonrisa es casi tierna, se encoge de hombros.

— Lo sé, pero él no lo hará, creo que lo conoces lo suficiente para saber que, aunque sepa que está equivocado, no lo va a aceptar, ni mucho menos va a pedir perdón.