Él

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— ¿Sabes lo mierda que me siento? Dios, la tenía ahí casi casi rogando que estuviera con ella y por más que quería decirle no pude, odio todo esto, si alguien me hubiera dicho que para ser jugador profesional tendría que renunciar a la mujer que apuesto que es el amor de mi vida... mandaba a la mierda todo esto — dije entre lágrimas.

— ¿No puedes despedir a ese hijo de perra? — preguntó Igor claramente enojado.

— Tiene un contrato conmigo de mínimo otro año representándome — dije desanimado.

— ¿Que te parece si hablas con Zidane? Tal vez si le explicas todo esto él te ayude.

— Lo único que él me dirá es que tengo que concentrarme más en mi carrera que en una chica. Para ellos todo gira alrededor del fútbol.

— ¿Y con Florentino?

— Él tiene pinta de ser más comprensivo en ese aspecto, no se, tal vez lo intente porque no tolero ver a mi chica con James.

— O mejor aún, puedes ir con Sandra, pedirle ayuda, por lo que me dices todo lo suyo no es real, tal vez entenderá y... — no lo deje terminar pues le interrumpí.

— Si la mayor beneficiada aquí es ella. Gana fama y dinero, además, ella si se ha enamorado — dije haciendo una mueca.

— ¿Por que no intentan tener algo a escondidas? Ya sabes, sin que nadie se entere, solo tú, ella y yo — me guiño un ojo.

— Claro, y no podríamos tener citas ni darnos muestras de afecto en público.

— Hermano, solo te intento ayudar y hacerte ver que cuando amas a alguien no existe impedimento para estar juntos. Tal vez ahora veas todo imposible para ti y para ella, pero debes buscar formas, aún las más locas serán geniales para ti. Igual sabrás si es la indicada si a pesar de los altos y bajos sigue contigo. Ahora, te dejo porque tengo que ir a trabajar — se despidió y solo me dejo pensando aún más.

¿Debía intentarlo? Es que igual sería incómodo para ambos, yo tendría que seguir con Sandra y tal vez ella con James, no, para nada sería buena idea.

O podría terminar con Sandra y estar con ___ a escondidas, pero el maldito contrato es lo que me detiene.

Tome mis cosas y me fui a entrenar. Debía dejar de pensar en todo esto un rato y concentrarme...

Al llegar con los chicos la vi sentada en las gradas, se veía tan hermosa como siempre, con esa coleta algo despeinada, con su maquillaje sencillo. Mi sonrisa se borro cuando noté que tenía la camisa de James, ella debería llevar la mía, no la de él.

Él no la merece, es muy estupido para ella.

— Eh, Marco, deja de babear por la chica de James — dijo Hazard haciendo que me pusiera rojo. Lo habían notado.

— No la miraba a ella — intenté mentir, claro que falle pues era la única que estaba ahí.

— Si, ya lo creo — rio y yo reí con él.

— Oye... en serio Marco, te vuelvo a ver mirando a mi chica y te estrellare mi puño en tu cara. Tuviste tu oportunidad y la desaprovechaste, déjame a mi hacerla feliz — dijo amenazante.

— Quiero ver que te atrevas a tocarme — lo rete. Ambos tomamos una posición amenazadora y Hazard sólo estaba entre nosotros evitando cualquier tipo de contacto.

No me molestaría ganarme una suspensión por golpear a James.

Ibiza [MA20]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora