𝑺𝒆𝒏̃𝒐𝒓 🐬 𝒌𝒖𝒋𝒐 𝒚 𝑺𝒆𝒏̃𝒐𝒓 🍒 𝑵𝒐𝒓𝒊𝒂𝒌𝒊 (𝙹𝚘𝚝𝚊𝚔𝚊𝚔)

⓹

Jotaro Kujo o simplemente apodado "Jojo" es un joven niño de 9 años quien busca reparar el linaje Joestar por culpa de su abuelo.
Por mucho tiempo este linaje ha estado en una escala grande pero un Joseph tuvo que bajarla por cometer un error diminuto pero grande. Estar con una humana. No es tan malo pero para ser un dios, es casi un pecado.
Holly es una diosa elemental pero al ser una mujer pacifista y buena, no utiliza estos poderes. Finalmente esta se caso y nació Jotaro. Hijo de una diosa y un humano.

Jotaro a los 7 se había dado cuenta de esto y tomó la responsabilidad de reparar ese linaje, y convertirse en un ser divino.

Ahora, Jotaro cumplió 11 y se dirige a un antiguo templo griego casi destruido, siempre va a entrenar ahí después de la escuela, va ahí para perfeccionar su habilidades y de paso aprender un poco más, como es hijo de una diosa elemental, su elemento es agua, es capaz de controlar el agua, crear algunas armas hechas con agua y casi todo su organismo esta hecho de este mismo elemento.

-Yare yare daze...-

Dijo el pequeño al llegar al templo, notó que el lugar se había llenado de plantas, unas pequeñas rosas, el pequeño el molestaba un poco eso pero no pudo sacar eso por simple hecho que le daba pereza.

Estaba a punto de empezar a entrenar pero pudo sentir como alguien lo miraba, por insisto, fue a investigar, busco por todo el lugar hasta llegar una parte que estaba destruida, las escaleras y partes de las torres destruida formaban una pequeña fortalezca. En eso, pudo ver como esa cosa que estaba adentro iba saliendo de ahí pero con timidez.

-¿Tú quien eres?-Dijo con su voz poniendo tono seriedad y frialdad para sonar fuerte y alguien muy maduro.

En eso, la pequeña cosa se asomo un poco más y descubrió su verdadera identidad, era un niño de unos 8 o 9 años, cabello rojizo fuerte pero suave, un rulo que sobre salía de su pelo, ojos color lila pastel que brillaban un poco, detrás de él desprendía un aura verde, sus pequeñas manos tocaban la piedra y de ahí salían rosas y pasto.

-¿Quien eres?-Dijo de nuevo el Jotaro.

Él no respondió, solo miraba otro lugar con un pequeño rubor en sus mejillas, levemente dirigió su mirada a la de Jotaro, quien lo miraba con sus ojos azules pero penetrantes.

-¿Que pasa? ¿No tienes lengua?-

El otro seguía sin responder por su timidez.