01

12 1 0
                                    

12-febrero-XX

Para esa sombra que aún lastima a mi corazón.


He estado una semana entera en duelo, entre desvelo y entre lágrimas de dolor tras tu partida. Yo sé que te dije que jamás te odiaría y que por ti yo siempre respeto y amor tendría, pero la verdad es que no soy tan fuerte para algo así. 

Me dueles, me quema tu ausencia y mis ojos acunan tu antigüa mirada. He llegado incluso a pensar que jamás sentiré algo tan hermoso y tan real como lo que por ti aun duele en mi alma.

¿Sería justo seguir llorando por ti? ¿Seria justo para mi alma seguir sufriendo y para mi corazón seguir doliendo? Cualquiera podría decir que no, porque nadie merece tan tortuosa vida. Pero, por más que intento con todas mis fuerzas avanzar y por más que con toda mi alma intento seguir, el recuerdo de tu alma deja una sombra en la mía que con nada que intente puedo alumbrar.

Me gustaría que estuvieras aquí, contarte lo que me hace feliz esporádicamente pero quizá lo que me entristece te eclipsaría de nuevo, e irremediablemente te irías de nuevo de mí. Lejos, donde no puedo alcanzarte. Lejos, donde no puedes escucharme.

Realmente me alegraría poder tener tu fuerza y capacidad para no pensar en ti todo el día, para no extrañarte en cada suspiro, para no recordarte en cada estrella, pero yo no soy así, y eso es algo que a ti te dolía, yo soy demasiado arte y tu demasiado insensible.

Te recuerdo diciendo que no recordara ya el pasado y sufriendo y gritando por mis constantes caídas, pero entiende, vida mía, un corazón no sana de la noche al día, pero jamás viste que yo por ti incluso me olvidaría a mí misma.

¿Qué haces ahora? ¿Me recuerdas en tu día a día? Me pregunto si aparezco en tu mente o soy una simple y llana pesadilla.

Te amo, pero aun me duele. Me duele, pero aun te amo.


Atentamente

El quizá olvidado amor de tu vida.

Cartas de un amor olvido.Where stories live. Discover now