Nomeolvides.

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Ciri esperaba a Geralt pacientemente sentada en su cama mientras jugaba con un lazo que Yennefer le había entregado para atarse el cabello. Ciri anudaba y desanudaba el lazo aburrida y nerviosa de cuando el brujo cruzara la puerta.

Tenía muchas preguntas y inseguridades que necesitaban atención.

Al principio se sentía temerosa de cómo podría ser el brujo, las historias que le contaba su abuela eran aterradoras; toda su vida había escuchado el nombre de Geralt como el carnicero de blaviken. Un hombre frío y cruel, incapaz de sentir emociones, un monstruo entre humanos, pero cuando lo vio en el bosque y una suave voz le susurro que corriera hacia él... no parecía un monstruo.

No era como en las historias de su abuela.

No... parecía más a las historias de su amigo.

"Es buena gente una vez que lo conoces".

—¿Cómo lo sabes? —pregunto Ciri.

Jaskier* le sonrió.

—Solo lo se... Confías en mí ¿no?

—Julian...

—Confía en mí, el brujo es bueno... algo intimidante, pero es buena gente—aseguró el de ojos azules—. Es un poco rudo y sumamente inútil con las emociones y las charlas, tendrás que ser muy paciente y enseñarle.

—Estoy hablando del brujo, no de una mascota—hizo una mueca Ciri.

Julian estalló en carcajadas negando con la cabeza.

—Hablo muy enserio florecita, el lobo blanco podrá verse muy rudo, pero en el fondo puede ser bastante blando—indicó el castaño—. No seas tan dura con él.

Ciri asintió, aunque no creyese del todo en las palabras de su amigo.

Ciri había conocido a Julian unos días después de la caída de Cintra, estaba asustada y perdida, vagando sin rumbo y sin nadie en quien confiar. Era de noche y la nieve había mojado todas sus ropas, temblaba de frío y creyó que moriría congelada.

Se recostó en el suelo y lloró por su abuela, sus amigos, su gente, su hogar.

Hasta que una dulce voz le llamó.

—¿Estas bien? —preguntó la voz.

Ciri abrió sus ojitos topándose con un hermoso joven de cabello castaño con unos profundos ojos azules, ella se quedó perdida en aquellos ojos hasta que el extraño la tomó en sus brazos. Al instante comenzó a pelear y forcejear.

El castaño la soltó al instante y alzó las manos en señal de rendición.

—Tranquila... no te haré daño... solo quiero ayudar.

Ciri lo miró asustada, insegura de creerle al joven.

—Mi nombre es Julian... soy tu guía—se presentó.

—¿G-guía? ¿A dónde? —pregunto Ciri.

—Te llevare con Geralt de Rivia.

Ciri lo miro asustada.

—Soy un espíritu del bosque... un guardián—explicó Jaskier acercándose lentamente—. No creo que Calanthe haya sido tan dura como para no contarte un par de historias sobre nosotros.

Ciri recordó los cuentos de su abuela y como ella le aseguraba de que tenía que ser muy respetuosa con las criaturas de la naturaleza ya que eran seres bastante orgullosos que se ofenden rápidamente. Pero este joven no parecía un ser sobrenatural.

—Pruébalo.

Jaskier ladeo la cabeza.

—Prueba que eres un guardián—ordenó Ciri.

Patience.-[ Geraskier] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora