Geranio.

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—Concéntrate—ordenó Geralt.

Ciri asintió con las mejillas sonrojadas sosteniendo con fuerza una espada de madera.
Unas semanas habían pasado desde que Ciri acepto que aquella extraña fortaleza de Yennefer era su nuevo hogar, Geralt había cumplido su palabra y ahora Ciri se había vuelto la hija y única pupila del gran lobo blanco.

Si le preguntasen a Ciri,elegiría mil veces pasar tiempo entrenando con Yennefer que con Geralt, debido a su don con la magia heredado de su madre Ciri tenía una mayor afinación con la magia. Pero a pesar de odiar los intensos entrenamientos de combate de Geralt, Ciri jamás se detuvo, aunque sintiese su pecho arder y sus brazos agarrotados de repetir el mismo movimiento una y otra vez ella no se detenía.

—No trates de igualar mi fuerza, jamas lo lograras—indicaba Geralt esquivando sin problema alguno cada uno de los ataques de la niña—. Usa tu tamaño, tu agilidad y tu ingenio.

Ciri bufo molesta y cansada, había pasado semanas tratando de encontrar esa "puerta" en Geralt pero simplemente no la hallaba.
Ciri intentó escabullirse y atacar uno de los costados de Geralt pero este rápidamente bloqueo su ataque y arremetió contra ella pasando la espada de madera por los pies de Ciri haciéndola caer de forma estrepitosa en la fría y húmeda nieve.

—Estas muerta—indicó Geralt.

Ciri rodó los ojos tirada en el suelo.

—Andando.

—Los muertos ya no necesitan entrenar—espeto Ciri negándose a levantarse.

—Ciri...

—Dale un descanso, si sigues así, perderé a mi alumna favorita brujo—indicó Yennefer llegando al patio de entrenamiento.

—¡Yen!—exclamó feliz Ciri levantándose.

La niña corrió hacia la bruja que estaba sentada en una elegante mesa donde la esperaba con una humeante jarra de cerveza dulce.

—Necesita entrenar más—indicó Geralt.

—Y también descansar—espetó la maga.

Geralt rodó los ojos y tomó un tarro de la cerveza.

—Ella lo está haciendo bien, solo dale tiempo y ya veras como mejorara—aseguro Yennefer.

...

Ciri estaba en los establos acariciando a Sardinilla cuando escucho a un joven silbar, el corazón de Ciri salto de emoción y se dirigió rápidamente hacia donde provenía el sonido cuando noto que provenía del chico de piel morena. El pecho de Ciri se desinfló de decepción al ver que no se trataba de Julian.

Ya habían pasado años desde ese entonces pero la esperanza de volver a ver a su guardián seguía ardiendo en su corazón.
El joven noto a la rubia y se inclinó cortésmente.

—¿Buscaba a alguien mi señora?

Ciri negó con la cabeza.

—Creí que eras alguien más.

—Oh ya veo—contestó el joven.

—Solo dime Ciri, no tienes que ser tan formal.

—No es por ofenderle mi señora, pero estas paredes tienen oídos, no me gustaría tentar mi suerte.

—Yennefer no dirá nada, ni siquiera Geralt—rodó los ojos la rubia.

—De acuerdo pero si un día no me encuentras quiero que sepas que fue por tu culpa—bromeo el joven.

Patience.-[ Geraskier] Where stories live. Discover now