Engatozada: Doreen

-AHORA Y POR SIEMPRE-

Doreen comenzó a preparar todo para tan ansiado ritual, desde las velas hasta la más delicada de las flores requeridas, desde hojas de buganvilia, hasta el romero más fino.

Para Stelian la cabaña se había convertido en uno de sus lugares más favoritos en el mundo pues en ese mimo lugar había sido rescatado varios cientos de años atrás, y ahora estaba en el mismo sitio pero con la hechicera que comenzaba a robarle el sueño, era una sensación tan placentera que prefería disfrutar con cada detalle que la noche le estaba regalando.

—Te preparé un té negro con agua activada por rayos de luna llena, te relajará y comenzará el proceso de purificación para que tu cuerpo comencé a acostumbrarse. —Comentó Doreen entregándole el té a Stelian, él la miró mientras levantaba una ceja.

—Cariño mío, yo solo puedo beber sangre, no creo que me haga mucho bien un té...

—Sabía que me dirías eso, así que yo me tomé el té más concentrado de lo normal, después me pinché uno de mis dedos y dejé caer varias gotas de sangre sobre tu té, así que no debes preocuparte, hice mis investigaciones y créeme, el té negro no mata vampiros, tampoco el ajo, los crucifijos, la madera y mucho menos cortarte la cabeza. —Explicó orgullosa y Stelian soltó una carcajada por lo último.

—Creía que te había dicho que no bebería más de ti... y sí que hay una forma de matarme, pero solo yo la sé, así cuando ya no tenga más ganas de vivir simplemente me iré, y a pesar de haber vivido milenios... sé que nadie notará mi ausencia. —dijo dando un gran sorbo a su té y le guiñó un ojo a Doreen quien se había puesto repentinamente seria después de su comentario.

—No lo sé, tal vez mis hijos extrañen a su tío Dragoncio. —comentó y logró sacarle una sonrisa a Stelian.

— ¿Les contarás que soy algo más que su tío? Digo... porque sería extraño que de repente descubrieran que su tío Dragoncio este besando a su mami.

— ¿Qué quieres que les cuente? ¿Hasta dónde quieres llevar todo esto Stelian?

—Hasta el fin de la eternidad, hasta que te canses de mí, quiero ser todo para ti así como tú te estas convirtiendo repentinamente en el todo que siempre anhelé, ¿no te das cuenta mujer? Me tienes a tus pies, —él tomó una de las manos de Doreen y la puso en su pecho. — No tengo corazón y aun así podría jurar que late cada vez que tú me miras, estoy muerto Doreen... pero a tu lado siento que respiro, lucho por llevarme la contraria a lo que mi extraña razón me pide a gritos, pero ya me cansé de ignorar que te deseo, que quiero todo de ti, mental, física y emocionalmente... y para tenerlo todo tengo que llevar esto a niveles insospechados... entonces prepárate, porque... escúchame bien, jamás... te dejaré ir... ¿lo entiendes? Así que a la mierda con tus hermanos, si ellos no me aceptan pueden morderse la lengua, porque yo jamás renuncio a lo que quiero.

—Y me alegro de que jamás lo hagas...—musitó abrazándolo y continuó. —porque yo también quiero llevar esto al siguiente nivel, pero ahora... tu baño está listo... por cierto, recuerda que mientras te estas bañando debes repetir el siguiente conjuro una y otra vez... "con esta agua purifico mi cuerpo para ser entregado al ser amado, vibro en lo alto por ella y por ella poderoso soy"