DINASTÍA [Múltiples shippeos]

45 Corazón o razón

- Creí que íbamos al templo. - Pronunció TaeHyung.

- Sí, pero antes tenemos que hacer una cosa. - Le informó. - Apresúrate. - TaeHyung apremió el paso tras JiMin. - ¿Sabías que en realidad soy tu tío? Bueno, tu tío segundo, en realidad.

- Esto... sabía de la posibilidad de que fueramos familia cuando escuché que ambos nacimos en Baekje. - Explicó. - Pero no sabía nada seguro.

- Aquí no se promueve demasiado que  sigamos ligados a nuestros orígenes, pero sí se considera que la familia es muy importante. Aunque nunca nos hubiéramos visto antes de llegar aquí. - Comentó. - La vida es curiosa. Ahora somos más familia que antes.

- Sí, supongo que uno nunca espera el destino que la vida le tiene preparado. - Formuló TaeHyung no muy animado.

- Lo que quiero decir, es que puedes contar conmigo. - Expuso girándose hacia TaeHyung casi haciendole tropezar. - A veces es fácil sentirse solo en este gran palacio lleno de gente. - Le sonrió. TaeHyung asintió y también sonrió. Era fácil hablar con el consorte real JiMin. - Entremos. - Sin que TaeHyung se diera cuenta habían llegado frente a una puerta. Alzó la vista y la reconoció. Era la puerta de entrada a la habitación de las concubinas. - La madre de YoonGi está ahí. Y también su concubina y su hijo no nato. Merecen saber lo que está pasando, pero hagámoslo con tacto.

- Concubina real HyoJin. - Saludó JiMin al entrar. - BoRa. - Pronunció también. Las dos mujeres, además de todas las sirvientas que las acompañaban que se inclinaron ante JiMin y TaeHyung, se levantaron, incluso si BoRa estaba muy embarazada hizo el intento, pero se detuvo cuando JiMin alzó la mano. - No es necesario. Siéntense, por favor.

- Consorte real. ¿Qué le trae hasta aquí? El bebé está bien. No quisieramos que se sienta preocupado por nosotras mientras tiene su majestad tanto de lo que ocuparse en palacio. - Alegó sentándose, tal y como JiMin le había pedido.

- Acabamos de recibir una información importante que hemos considerado necesaria compartirla con vosotras. - Inmediatamente, todas las sirvientas que las acompañaban hicieron el intento de marcharse. - Deténganse. Ustedes deben escuchar una parte y salir para ayudar después. - Indicó. - Las tropas vuelven. - Dijo sin más aspavientos. La mujeres se miraron sorprendidas y sonrieron. - Hay heridos. - Continuó diciendo. - Vayan al templo y empiecen a trabajar para montar un hospital de campaña. Nosotros irémos enseguida. - No tardaron más de unos segundos en abandonar la habitación. JiMin calló mientras tanto. - HyoJin. - Empezó diciendo. - Nuestro hijo está entre los heridos. - Anunció. Las dos mujeres se llevaron las manos a la boca preocupadas. - No sabemos cuán grave está. - Se adelantó JiMin a la pregunta. - Jin lo está preparando todo. - Las manos de la concubina real temblaron. JiMin se arrodilló ante ella y las cogió entre sus pequeñas manos. - Debemos ser fuertes ahora. Por YoonGi.

- Nuestro hijo no puede morir. - Sollozó ella.

- Haremos lo imposible porque esté bien y serás la primera en saberlo cuando se recupere. - Bien sabían ambos que no tenían idea alguna de lo que se iban a encontras cuando llegaran las tropas. JiMin se levantó y miró entonces a BoRa.

- ¿Entiendes que ahora ese bebé que llevas en tu vientre es más importante que nunca? - Preguntó. Ella asintió. Parecía aterrada. Era muy joven. Pero sabía lo que tenia que hacer. Sabía cuanto significaba la vida de su bebé.

Habían pasado muchas horas desde que les había llegado la noticia. HoSeok y Jin habían trabajado sin parar y, sin embargo, la incertidumbre había logrado que sintieran que el tiempo pasaba aún más despacio. Y a cada minuto que pasaba era aún peor, porque ya había caído la noche.

- ¿Por qué no descansamos un poco, HoSeok? - El consorte real sabía muy bien porque había mandado a TaeHyung con JiMin y él se había llevado a HoSeok. Supo que sería lo mejor en cuando vio la mirada de HoSeok hacia TaeHyung. Él lo sabía.