68 Intercambio

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Jin se recompuso un poco en los brazos de JungKook. El rey le hizo sentarse en su regazo, no pensaba apartarle de sus brazos mientras se sentía así de vulnerable. Le abrazó mientras el consorte real se calmaba lo suficiente como para poder explicarles qué había sucedido que le tuviera tan alterado.

- Es que... recibí una nota... - Empezó a hablar entre sollozos intentando tranquilizarse mientras se limpiaba las lágrimas. - Decía que te habían secuestrado o algo así y que... - Continuó sollozando y mostró la nota a JungKook. JiMin se mostró impaciente mientras el rey la leía para sí con las mismas dificultades que había tenido Jin debido a la mala caligrafía y los borrones de tinta. Algunas palabras eran imposibles de comprender.

"Consorte real J....

Hemos secuestrado al hombre más amado para ti. Su vida ............ de lo que haga en las próximas horas. Entréganos a la bebé. A media noche en el b....que del rey. No hable ...... nadie. La bebé por la vida del g..... Si se niega, su asqueroso amante morirá ..... .... culpa.

Es la única forma de que nuestro ...... consiga la guerra que desea.

Goguryeo volverá a ser grande."

El rey apretó los dientes y se tensó. No podía creerlo. ¿Cómo había sucedido aquello? ¿Sería verdad? Si aquello era cierto, podría ocasionar un desastre.

- Jin, amor. Esta nota no va dirigida a ti. - Miró a JiMin preocupado. - ¿Dónde esta NamJoon?

- ¿Qué...? ¿Qué quieres decir? - Le tembló la voz a JiMin. - JungKook extendió su brazo hacia atrás y golpeó la pared fuertemente. A su llamado acudieron dos sirvientes inmediatamente.

- Reunid a todos los que podáis y buscad al general. ¡Rápido!

- ¿JungKook? ¿Dónde está NamJoon? - Dijo JiMin en un susurro.

- Empezad por la zona de entrenamiento, sus aposentos, preguntad por él a sus soldados de confianza. - Pronunció el rey ignorando a JiMin. - Bucad debajo de las piedras si es necesario pero encontradle. - Ignorado, JiMin robó de las manos de su esposo la carta que tanta discordia estaba causando y la leyó. Con manos temblorosas cayó sentado en el suelo.

- Pero... ¿cómo puede ser? - JungKook se acercó a él al no tener más instrucciones que dar a sus sirvientes.

- Querido, tranquilo. - Le consoló. - Le encontraremos.

- Me dijo que iría al pueblo. Prácticamente yo le pedí que fuera. - Rectificó acongojado. - Si le ha pasa algo...

- Escúchame, JiMin. Esto no es culpa de nadie más que de las personas que se lo han llevado. Vamos a traerle de vuelta, ¿vale? - Sonó como una promesa.

- ¿Cómo? Quieren a Sunny. Le matarán si no la entregamos y no podemos hacer eso.

- Claro que no podemos. - Sunny era su nieta, sólo un bebé. Pero además era la llave para la paz. Por eso Goguryeo la quería, porque estaba claro que todo aquello lo había organizado el rey de Goguryeo. Un plan tan ruin sólo podía ser cosa suya. - No podemos entregarle a Goguryeo nuestra baza para la alianza con BaekJe, pero jamás dejaría que ese sujeto ponga un solo dedo sobre mi nieta.

- Entonces, ¿cómo lo haremos? ¿Cómo salvamos a NamJoon?

- Esa carta estaba dirigida a ti. Ellos quieres apelar a tu amor por NamJoon para que cometieras una locura y fueras solo para hacer un intercambio. Pero ahora que lo sabemos todos, encontraremos la manera de salvarle.

- Pero... ¿cómo? - Sollozó el consorte real.

- La entregó una mujer. - Informó Jin. - Está retenida. Quizá ella pueda darnos más información.

DINASTÍA  [Múltiples shippeos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora