TogaBaku

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La clase 1-A se encontraba en un abrumador silencio. Todos sabían que algo raro ocurría, pero nadie se atrevía a pronunciar palabra.

Especialmente si ese algo, tenía relación con Bakugou Katsuki, el chico explosivo y gruñon del salón.

Midoriya se estaba muriendo de la curiosidad y preocupación, apenas vio a su amigo de la infancia esa mañana, supo que algo estaba mal con él.

Kirishima fue el segundo en darse cuenta, pero él no pudo evitar preguntar y al contrario de lo que esperaba, su amigo le respondió de forma calmada diciendo que no le pasaba nada.

Bakugou jamás le había hablado de esa forma, además parecía demasiado ausente y lo único que hacía era mirar por la ventana.

Mina también lo intentó, pero el rubio ni siquiera se digno a mirarla, Kaminari obtuvo el mismo resultado. Sero se llevo una mirada de reojo y Kyoka un escueto nada.

Definitivamente algo estaba mal con su amigo y todo el Squad estaba al tanto de eso.

Las clases se pasaron jodidamente lentas sin los gritos y burlas del rubio, jamás habían notado cuán necesaria era la actitud de Katsuki.

Finalmente la hora de almuerzo llegó, los chicos se habían puesto de acuerdo para darle cariño a su rubio y tratar de animarlo un poco con sus estupideces.

Pero sus planes se fueron a la basura, porque Bakugou se levantó de prisa y se fue a quién sabe dónde.

Por más que lo buscaron no lograron encontrarlo, ni siquiera Kirishima fue capaz de detectar su olor.

El rubio llegó cinco minutos tarde a la siguiente clase, con una expresión indescifrable y sin responder a la interrogante de Aizawa Sensei.

Al ver el estado del chico, Eraserhead decidió mandarlo a su dormitorio para que pudiera descansar. No le servía de nada tener al rubio tan perdido.

Katsuki llegó a su habitación de forma instintiva, sufriendo en silencio el abandono de su Alfa.

Cinco malditos días.

Hace cinco días que su amada Alfa no le contestaba el celular, ni los mensajes, ni lo había venido a ver.

Y Bakugou no podía seguir de esta forma, no cuándo su Omega interior caía lentamente en depresión por el supuesto abandono de su rubia.

Se recostó en su solitaria cama y llamó por décima novena vez en el día a su novia, siendo mandado al buzón de voz.

"Hai Hai, teléfono de Toga, no importa quién eres, pero si no dejas de llamar me vere obligada a buscarte y jugar contigo un rato. Ah~ pero si eres mi Katsu-chan, lamento no poder atenderte en estos momentos. Baaay"

La voz de su chica hizo que las lágrimas rodaran por sus mejillas y su marca ardiera de forma dolorosa. Sin darse cuenta un pequeño chillido salió de sus labios.

Estaba llamando a su Alfa de manera desesperada.

Finalmente el poco descansó que había tenido en esos días le paso factura, y se quedo dormido con el teléfono en su mano.

Kirishima abrió la puerta del cuarto de su mejor amigo, seguido del resto del Squad y todos se quedaron de piedra al ver a su rubio explosivo.

El chico estaba hecho bolita en el centro de la cama, las lágrimas secas se notaban en sus mejillas, parecía estar abrazando su celular. Y lo peor de todo, era que la habitación apestaba a tristeza y dolor.

Kirishima fue el primero en actuar, siendo guiado por sus instintos Alfa, se recostó junto a su amigo y lo abrazó con fuerza. Kyoka lo imitó de inmediato.

Bakugou Pasivo •One Shots•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora