Dolce Tentazione

Patologia

Narra Dariana:
Desperté con un terrible dolor en mi espalda, ¡Claramente no estoy hecha para este tipo de trabajos!, Pero es eso o rendirme y darle el gusto a mi madre de casarme con alguien, ¡Porque sí!, Lo acepto, esto sea ha convertido en una guerra de fuerza entre mi madre y yo.
Me obligo a levantar mi cuerpo de la cama con una mueca de dolor en mi cara, luego de desperezarme un poco fui al pequeño baño y lave mi cara con un poco de agua que quedaba en la palangana, para ese momento eran aproximadamente entre las diez y once de la mañana, pero lo importante aquí... Es que se me hacía bastante raro que mi madre no hubiese despertado ya, según mi entender para estas horas ella ya debería de estarme molestando con ir a hacer alguna cosa o algo así.
- Madre- toqué la puerta de su cuarto, pero nada- ¿Mamá?- pregunté, cuando entré a su cuarto ¿Mi madre aún seguía dormida?- mamá- dije moviéndola un poco, pero no despertaba- ¡Mamá!- dije más fuerte, ¡Pero no contestaba!.
Corrí hacia mi cuarto donde tenía un frasco con alcohol, rebusqué rápidamente en el baño y corrí hacia el cuarto de mi mamá, acerqué el algodón empapado en alcohol a su nariz.
- Mamita despierta- susurré mientras pedía al cielo que lo hiciese.
- Hija- murmuró mi mamá abriendo los ojos poco a poco.
- ¡Ay mami me espantaste muchísimo!- dije abrazándole.
- No me siento bien Dariana- susurró un poco hiperventilada.
- Llamaré a un médico ¿Si?- dije dejando el algodón en la mesita de noche.
Bajé hacia la administración y pedí si podían llamar a un doctor, la recepcionista me dijo que llegaría lo más pronto posible... Y así fue, calculo que media hora el doctor ya estaba ahí.

- ¿Qué tiene mi madre doctor?- pregunté cuando este terminó de hacerle una revisión.
- Al parecer su madre tiene una hipertensión arterial, es causado por el estrés- sentí como un balde de agua helada me cayó encima, mi madre estaba enferma.
- ¿Y eso es muy grave?- preguntó mi madre con preocupación.
- ¿Corre riesgo?- cuestioné aterrada.
- Si no es tratada si, pues si su presión subiera demasiado podría ocasionar que el corazón se acelerara y eso causaría un infarto, por ende... fallecería- ¡Esto no puede estar pasándome por segunda vez!, ¡Mi madre no se puede morir!, ¡No lo permitiré!.
Mi madre mira un punto del cuarto, no dice nada, ¡Pero es obvio que no se puede estar bien si te dicen que puedes morir!.
- ¿Y como se trata esta enfermedad?- pregunté intentando tranquilizar mi mente.
- Bueno... Aún no hay una medicación en particular, pero...- ¡Lo que me faltaba no hay cura!- normalmente a estos pacientes los tratamos con medicamentos especiales pero... Suelen ser muy costosos.
- ¿Muy costosos?- repetí tragando saliva.
- Pues si, como comprenderá este tipo de medicina avanzada es costosa- dijo mirándome como si fuese lo más obvio.
¿¡Y ahora que voy a hacer!?, No creo que con lo que gane me alcancé, ¡Aún ni siquiera recibo mi primer pago!.
- Gracias doctor- dije cuando ya estábamos fuera del cuarto- ¿Cuánto le debo?.
- No es nada- su amabilidad hizo que le mirara confundida- puedo ver que su madre y usted carecen de dinero, lo que si le tengo que decir es que... Su madre realmente está grave y necesita reposo y sobre todo que este tranquila, que no tenga sobresaltos ni nada parecido y espero pueda comprar estos medicamentos cuanto antes- pidió dándome una receta.
- ¿Dónde puedo conseguirlos?- pregunté mirando a detenimiento la receta.
- No son muy usuales, pero si usted quiere yo se los puedo vender- dijo dándome una dirección- ahí se encuentra mi consultorio.
- Muchas gracias de verdad y trataré de conseguir el dinero a la brevedad posible- sonreí cálidamente.
Cuando el doctor se retiró fui al cuarto de mi mamá.
- ¿Fue costoso?- preguntó mi madre en cuanto entre.
- No me cobró nada- sonreí sentándome en su cama.
- Se ve que le gustaste- sonrió pícara haciéndome reír.
- Ay mami- tomé su mano.
- Casi nunca me dices mami- dijo sonriente.
- Prometo empezar a hacerlo- dije abrazándola- te prometo que si no resuelvo lo del dinero... Me casaré con un buen prospecto- prometí sabiendo en el fondo... Lo terminaría haciendo.
- Espero que eso no tenga que pasar, hija me he dado cuenta de lo injusta que he sido contigo, lo lamento- con lágrimas en sus ojos... Eso realmente sonó real.
- No llores mami- limpié sus lágrimas- el doctor dijo que no puedes tener sobresaltos.
- Pero es que ahora con mi enfermedad todo se complica.
- Eso no importa yo voy a resolver esto ¿Si?, Ahora voy a traerte el desayuno, no te levantes de la cama hoy al menos hoy- sonreí saliendo del cuarto.

Pasé todo el día con mi madre, creo que en mucho tiempo no me había sentido tan bien con ella, reímos, recordamos, hablamos, resolvimos, fue un buen día a pesar de todo, ya en la noche recostada en mi cama, nuevamente me di el permiso de desahogarme, ¿Cómo es posible que mi madre haya estado bajo tanto estrés y yo no me haya podido percatar?, Me siento una pésima hija, porque solo veía por mí, por mi sufrimiento, por mi congoja, jamás me puse a pensar... ¿Qué es lo que siente mi madre por todo esto?, Jamás  me senté a hablar con ella sobre lo que pensaba, pero no voy a permitir que mi madre también se vaya, ¡Ella no!, Por mi padre no pude hacer nada porque, aparte de que no sabía lo de esos "socios", yo no podía evitar lo que pasó, pero con mi madre sí puedo y no voy a parar hasta conseguir dinero para sus medicamentos, así tenga que sacrificarme en el proceso.