¿Te gustaría tener pesadillas está noche?
Lee mi historia y verás la diferencia, todo es más relajante cuando estas sólo en la oscuridad...
🔞⚠Se recomienda discreción, ya que algunas historias vienen muy detalladas y son demasiado fuertes, esto pue...
Les contaré una historia que me contó mi ex compañero de trabajo.
El me contaba que en su antiguo trabajo fue bombero de aquí de Ciudad Juárez.
Según me platico en una noche los llamaron para auxiliar en un percance y es que se había reportado un aparatoso accidente y al parecer una de las personas involucradas había quedado prensada dentro del vehículo.
Llegando al lugar de lo ocurrido quedó impactado con la escena que se encontró, la Persona que estaba dentro del vehículo era una señora de no más de 35 años.
Y fue para el impactante ver como había quedado el vehículo y la pasajera, ya que tenía poco de haber iniciado su labor como rescatista.
La mujer dice él, que tenía los pies en los hombros y yo me quedé confundida cuando me dijo y le pregunté:
--¿Como que los pies en los hombros?.-- Si, me respondió, los pies en los hombros, pues ella estaba antes del accidente con los pies sobre el tablero y al momento del impacto sus piernas se quebraron y quedaron sobre sus hombros.
Eso es lo que el me contó.
Y el en ese momento no sabía el estado de la mujer pero por lo que veía ella estaba desmayada o así lo parecía completamente inconsciente, y cuando ya estaban preparando todo para abrir el coche escuchó la voz de la mujer muy débil que le decía:
--Ayúdeme, no me quiero morir.
Volteo hacia la mujer para decirle que todo iba a estar bien que se calmara, que ya la estaban ayudando, y no fue el único en haber escuchado esas suplicas, pues también el otro elemento volteó al mismo tiempo.
Entonces otro compañero les dijo:
--No le hagan caso ella ya no está viva, murió al instante y no sufrió o eso espero.
Y según esta persona que me contó durante el proceso de quitar el cuerpo de aquel vehículo, volvió a escuchar dos veces más aquella mujer decir:
No me quiero morir, ayúdeme.
Pero efectivamente la mujer ni siquiera movía sus labios. Su compañero le volvió a decir tranquilo no le hagas caso, por que si no "se puede ir contigo".
Cuando me lo contó me acuerdo que hasta el color le cambió, se puso tan pálido de sólo recordar aquel momento.
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