La carta

454 17 4
                                    

Mi vida se estaba derrumbando poco a poco ante mis ojos.

Unos instantes habían pasado desde que me había llegado una carta de mi madre, la cual había desaparecido dos semanas antes. Esa carta era muy peculiar pero a pesar de ya haberla leído varias veces en los últimos minutos lo volví a hacer.

"Lazari, mi pequeña y dulce niña, hay una oscuridad muy grande dentro de ti que aumenta con cada día que pasa, cuando cumplas tus 14 años ya no podré ayudarte a controlarla, así que por eso me voy.

Pero tranquila, no todo está perdido, aún hay alguien que te puede ayudar y esa persona es tu padre.

Encuéntralo, antes de que sea demasiado tarde y ya no haya vuelta atrás.
Atte: tu madre".

Dentro de mi cabeza giraban tantas preguntas al mismo tiempo ¿De qué oscuridad hablará mi mamá? ¿Cómo se supone que encontraré al hombre que nos abandonó apenas supo de mi existencia?
Suspiro y dejo la carta en la mesa del comedor, me dirijo a la sala y me detengo frente a uno de los tantos espejos en mi casa.
Observo detalladamente todo mi cuerpo.

Inclino levemente mi cabeza hacia la izquierda y algunas hebras castañas de mi cabello caen sobre mi rostro aún infantil, ocultando mi ojo izquierdo que es de un profundo color rojo, luego mi vista se dirige a mi camisón rosa favorito, el cual uso cuando estoy dentro de casa, por último veo mis botas blancas, están algo viejas pero son muy cómodas.

Lanzo un largo suspiro, si la advertencia de mamá es cierta no tengo mucho tiempo para actuar, ya que mañana cumpliré catorce años.

Me acerco un poco más al espejo para observarme más detalladamente, pero sigo sin entender esa oscuridad que mamá mencionó.

Estaba a punto de girarme e irme de ahí cuando mis manos empezaron a cambiar, convirtiéndose en garras, uno de los costados de mi cabeza comenzó a doler de forma horrible, tanto así que miles de lágrimas salían sin control de mis ojos, poco después un pequeño cuerno comenzó a salir cada vez más de mi cabeza y en mi cuello descubierto una boca de afilados dientes hizo presencia, no entendía lo que me estaba pasando, yo solo veía con horror mi reflejo.

Estaba a punto de girarme e irme de ahí cuando mis manos empezaron a cambiar, convirtiéndose en garras, uno de los costados de mi cabeza comenzó a doler de forma horrible, tanto así que miles de lágrimas salían sin control de mis ojos, poco despué...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


No pude aguantar más el dolor punzante de mi cabeza así que cerré los ojos y me tiré al piso en posición fetal, mientras pequeños sollozos sacudían mi pequeño cuerpo.

No habían pasado ni dos minutos cuando todo a mi alrededor se volvía en completa oscuridad.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•

LazariWhere stories live. Discover now