Inquietud...

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Niego con la cabeza y me levanto, comienzo a caminar hacia lo que yo supongo que es el norte. No había dado ni tres pasos cuando noto en el suelo unas pequeñas gotas de un color muy oscuro, parecía sangre.

Camino lentamente siguiendo las gotas carmesí que se hacían más continuas a cada paso que daba hasta desembocar en un enorme charco de sangre, y sobre ella estaba el cuerpo de una chica, o lo que quedaba de ella

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Camino lentamente siguiendo las gotas carmesí que se hacían más continuas a cada paso que daba hasta desembocar en un enorme charco de sangre, y sobre ella estaba el cuerpo de una chica, o lo que quedaba de ella.

Estaba descalza, tenía un vestido azul claro con un delantal, el cual estaba manchado de sangre. El rostro de la chica estaba destrozado, le habían quitado sus ojos, un enorme corte cruzaba desde su oreja a su boca y su mejilla derecha estaba deformada por una enorme mordida. Sus brazos tenían una infinidad de rasguños y unas cuantas moscas se empezaban a aglomerar alrededor del cadáver de la pobre chica.

 Sus brazos tenían una infinidad de rasguños y unas cuantas moscas se empezaban a aglomerar alrededor del cadáver de la pobre chica

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