Clases de amabilidad [SHADAMY]

5

 — Ah, ¿Sabes, Ammes? Cuando dije que quería ayudar, no me esperaba que, bueno, literalmente me arrastrarás a hacer tal locura como ser novios, porque, eres como mi hermana y si realmente sentías algo por mi debiste haberme dicho y yo con toda confianza y amor... —Amy por primera vez volteó a ver a su amigo con una expresión confundida. — me habría ido corriendo a vomitar — Dijo seguido de una risotada que dejó a la peli rosa bastante enojada, lo cual lo obligó a tragar saliva y retroceder un paso. — Eh, vaya, cálmate, era una broma. — 

—Eres un grosero. — El golpe seco provocó que varios miraran a la supuesta pareja que, segundos antes se veían pasando por los pasillos tomados de las manos  y ahora era de un chico sobándose la cabeza debido al enorme chichón que la adolescente le había hecho con un martillo de su taller de teatro. 

—¡Auch! — 

—¡Silencio, hay viene, finge que te derrites por mi!—

—¿Tanto placer hayas en pedirme cosas imposibles, eh? ¡Oye! —

 Amy rápidamente entró en pánico, Shadow se encontraba enfrente con una mano sosteniendo el pad lumbar izquierdo de su mochila que sostenía solo en un hombro, mirada fría, dominante y al mismo tiempo misteriosa, claro, eso solo para los ojos de la pequeña soñadora, que por supuesto y debido a los nervios, termino con apretar como si la vida se le fuera en ello la mano de su mejor amigo quien solo chillaba y tenia una cara de zombie en silencio debido al dolor de aquello. 

Las cosas no estaban pasando como lo había planeado, el primer paso era llamar su atención provocándole unos nuevos e inexplicables celos a su futuro esposo, el que claro, era obvio que no llamaba ni la mas mínima pizca de su atención, Amy sentía el mundo ir de forma lenta, observando como caminaba del lado contrario a ellos con la vista fija en otro punto desconocido, presentía que si no hacia algo más en ese mismo instante la oportunidad se le iba a ir de las manos. 

Sin mencionar que ya no quería gastar todo su dinero en chili dogs para su estúpido amigo que era más fácil de comprar que lo que pensó.

Y, además no es de extrañar que ambos amigos, casi hermanos comenzaran a entrar en pánico cuando Shadow, en una tremenda y gloriosa casualidad había chocado la mirada con ambos. 

La chica de ojos jade se puso tan sonrojada y sudando por los nervios al mismo tiempo que Sonic, la veía como una loca en vez de mirarla como se supone era un tipo enamorado. 

Todo mientras el erizo azabache, alzaba una ceja revelando una gota de sudor en su nuca, pensando solo una cosa "¿En serio?...". 

 — Oh por dios, oh por dios, no puedo creerlo ¡Ahí esta, está viéndonos! — 

—No se que le vez, de verdad, parece un pandillero a punto de filetearte — 

—Las apariencias engañan —

—¡Es un idiota, me detesta, es mi rival y me detesta! —

—Vamos, Sonic, ¿No dijiste que no le tenias miedo? —

—No me siento comodo con esto, no me critiques lunatica—

Murmullos y mas murmullos, los tres poco a poco se estaban acercando mucho más, el momento de cruzarse estaba a punto de suceder. 

— Demonios, se escapa, ¡Detenlo! — 

—¡¿Qué!?¡¿Cómo!?— 

—Shhhh—

— ¡No lo sé, salúdalo, dale un abrazo o algo!—

—Oh no, no voy a humillarme de esa forma —

—¡Esta aquí, RÁPIDO! —

—Shhh — 

De repente, Sonic, con una expresión muerta saludó al de ojos rojos alzando el brazo. 

—¡Hey, bro, ¿Como te va amigo!? — Dijo con una sonrisa de dientes brillantes, junto a una Amy, que superando incluso al rojo de los tomates, lo saludaba con una mano. 

Silencio. 

—Váyanse al diablo, farsantes... — 

Fue lo único que escucharon salir de su boca luego de caminar de largo con los ojos entre cerrados. 

Sonic, con una venita palpitando por el coraje saltando más de una maldición por ver que algunos chicos se burlaban de el, aún con el brazo alzado. 

Y, Amy, quien luego de recuperar su color normal, no entendía bien si esa ultima palabra había sido la más normal para insultar a alguien más.