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—Mamá, traje a un amigo. Estaremos en mi habitación.

Jaebum dejó sus zapatos junto a la entrada, seguidos de los de Jinyoung. Suspiró al ver que los de su hermano también estaban. Tenía la esperanza de que no estuviera en casa.

Los dos habían decidido verse luego de que les asignaran un largo trabajo de física que debían terminar para mañana. Su casa era la mejor opción, dado que el departamento de Jinyoung era muy ruidoso y apenas se podía conversar a través de los gritos de sus hermanos menores y los de su pobre madre intentando controlarlos. Yugyeom también podía ser ruidoso a veces, pero solo cuando no tenían compañía. Generalmente, era muy tímido.

Su madre salió de la cocina y se acercó a donde ellos estaban. Tenía puesto su delantal favorito y emanaba un delicioso aroma a salsa barbacoa y carne. Probablemente estaba preparando la cena.

—¿Qué amigo...? —se asomó por el pasillo, y se asombró al ver a Jinyoung. A pesar de ser muy amigos, Jaebum no solía traerlo seguido a casa. Quizás porque siempre estaba su hermano alrededor—. ¡Jinyoung! Es un placer tenerte en casa. ¿Te quedarás a cenar? El especial de hoy es filete de hígado con arroz y salsa barbacoa. También agregaremos ensalada.

Jaebum se cubrió la cara con las manos, avergonzado. Su madre siempre se comportaba así cuando traía a sus amigos. Simplemente no podía ignorarlos y dejarlos ir a su habitación. 

Jinyoung hizo una rápida reverencia, negando con la cabeza.

—No, gracias. Tengo que cuidar a mis hermanos.

—Oh, es una pena. Hacía tiempo que no te veíamos por aquí. Incluso le había dicho a Jaebum que te invitara a cenar para así poder ponernos al día...

—Mamá —le cortó—. Tenemos que hacer un trabajo para mañana.

—Sí, sí, lo siento. Vayan, vayan. 

En la sala estaba Yugyeom, sentado en el sofá con un paquete de doritos colgando de una mano. La televisión estaba encendida, reproduciendo un capítulo repetido de alguna de las cinco temporadas de Steven Universe. No parecía haberse percatado de su presencia, y Jaebum no quería cambiar eso, así que rodeó cuidadosamente el sofá y caminó derecho hacia las escaleras.

Pero Jinyoung ni siquiera se molestó en hacer eso y pasó por delante del televisor, haciendo sobresaltar a Yugyeom, quien no se esperaba que una sombra fuera a cruzar de esa manera.

—¡Oye, no pases por...! Oh —se calló abruptamente cuando reconoció la sombra de Jinyoung delante de la pantalla. 

—Disculpa.

Se quedaron viendo fijamente un largo rato. Yugyeom se sentía incómodo debajo de la juzgadora mirada de Jinyoung. Quería correr la vista, pero había un hilo invisible que le impedía quitar sus ojos de los suyos. Jaebum lo miraba extrañado e impaciente desde la escalera, determinándose entre bajar a interrumpirlos o subir sin más y esperarlo arriba, en su cuarto, donde no tendría que fastidiarse con la simple presencia de su hermano en el lugar. 

Había varias razones por las que Jaebum detestaba a Yugyeom, pero no podía hacerlas obvias. Mientras conviviera con él, siempre tendría que pretender que le agradaba, aún si era mentira.

Sin embargo, no fue necesario emitir una palabra, porque al cabo de unos segundos Jinyoung se dio la vuelta y continuó tranquilamente su camino hacia la escalera, donde Jaebum lo esperaba. Yugyeom lo siguió con la mirada, confundido y agitado, hasta que su silueta se disolvió en la oscuridad. Sus ojos lo habían atravesado por completo.

Intentó no pensar en eso y continuó mirando la televisión.

***

—De acuerdo, ¿qué quieres que hagamos primero?

Heterocromía [Jingyeom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora