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Angie.
Despierto en una casa que no reconozco, sinceramente no sé donde he acabado. Tengo puesta una camiseta ancha y unos pantalones de futbol si no me equivoco. De anoche, solo recuerdo estar potando ayer de madrugada pero no sé quién estaba conmigo. En fin, ahora lo descubriré. Me giro hacia la derecha para acomodarme en la cama, pero al girarme, sorpresa, sorpresa. Daniel Oviedo a mi lado en la cama, mira que hay gente en Sevilla que acabó con Dani durmiendo. Bueno, realmente Dani y yo hemos cogido mucha confianza de nuevo, y hablando con él he estado muy agusto. Lo miro y él pasa su brazo por mi cintura. Estoy con resaca y nerviosa que te cagas, aunque él esté durmiendo.
- Buenos días sevillana -dice Dani divertido y lo mando a callar-
- Cállate, tengo un dolor de cabeza... -digo y me da un beso en la frente-
Es que es adorable y ni si quiera lo pretende.
- Voy a traerte un paracetamol ¿vale? -me pregunta y asiento-
Mientras Dani sale de la habitación me fijo que está en boxers y vaya culo le hace. Y a todo esto me estoy meando. Salgo de la habitación, miro las demás habitaciones y nada, y justo enfrente de la habitación en la que yo estaba hay una que supongo que es el baño pero está cerrada. Cuando se abre la puerta veo a una chica con rasgos asiaticos con una pinta de pija. Madre mía. Si parece Oriana Marzoli con los ojos achinados y morena.
- Menos mal -digo y me mira mal-
- Ay, chica, que exagerada -dice con su voz irritante mientras sale del baño-
- ¿Y tu eres? -pregunto y ella me mira-
- ¿Y tú? -pregunta ella-
- Angie, ahora responde -digo yo con una sonrisa sarcastica-
- Nora, una amiga de Jesús -dice y sonríe para luego irse-
Ella se va y yo hago una mueca, y entro al baño que me estaba meando que flipas. Para cuando vuelvo a la habitación Dani, tiene un paracetamol en la mano y una vaso de zumo. Es adorable, de verdad.
Hostias, yo pensando...
- Dani anoche no follamos ¿no? -digo y por poco escupe el zumo que estaba bebiendo-
- No joder, Angie, estabas muy borracha, tan solo te cuidé y dormimos juntos. Ah y nos besamos unas cuantas veces... -dice y lo último lo dice tan solo en un susurro-
- ¿Cuantas veces? -pregunto divertida, me tomo el paracetamol y le quito el vaso de zumo-
- No lo sé, perdí la cuenta -dice mordiendo su labio inferior para no reírse-
- Pues si lo hice fue porque me nació, que se le va a hacer -digo y me vuelvo a tumbar en la cama-
Dani se tumba a mi lado y apoyo mi cabeza en su hombro, y noto como se tensa.
