Prólogo

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6 años más tarde...

Dani

Preparo la mochila a mi pequeña Angie, si, mi hija se llama Angie ¿Que pasa? Fue de la primera tía que me enamoré de verdad, bueno hasta que llegó Eli, con su carisma, sus vaciles y sus "me importa una mierda que seas famoso, como si eres el papa". Es increíble. la pequeña Angie tiene 5 añitos y ya está yendo a clases de baile. Justo como la otra Angie. Me acuerdo mucho de ella, y no solo porque sea mi cuñada, que también, sino porque probablemente quiera a esa chica el resto de mi vida y esto lo hemos hablado mil veces, fuimos la pareja más gruñona y a la vez que más nos queríamos. Fue una historia muy guay, pero aparte de todo el amor que siento por ella por todo ese tiempo juntos, no hay nada más, solo una bonita amistad. Daría lo que fuera por Eli y mi pequeña Angie, son lo mejor que me ha pasado en mi vida.

- Papá -me llama molesta Angie- vamos a llegar tarde -dice y le doy su mochila-

Vamos hasta la academia de baile donde mi pequeña se despide de mi, se encuentra con sus amiguitos, y yo con su profesora.

- Tengo que hablar contigo -me dice Angie, si, Angie tiene una academia de baile- ahora Dani 

- Tienes que empezar la clase -le digo divertido y me da un puñetazo en el hombro -¡au!

- Eres un quejica, además hoy no doy yo la clase, pero a lo que iba, necesito hablar -me pide y yo le sonrío-

Nos alejamos de las madres cotillas y salimos al pasillo.

- Verás, es que creo que vas a ser tío -dice y yo abro los ojos como platos-

- Angie, ¿que coño me estás contando? -digo yo ilusionado-

- Llevo dos semanas de retraso de la regla, ahora voy a ir a comprar el test -me dice y asiento- ¿me acompañas?

Miro al interior de la clase y mini Angie ha empezado ya la clase. Cojo a Angie del brazo y salimos del edificio.

- Vamos anda -digo tirando de ella y ella se ríe-

Como uña y carne, lo que yo decía.















12 años más tarde...

Angie.

Tenemos un pequeño terremoto llamado, Christian, con tan solo 1 año aquí en casa, pero hay unos terremotos más mayores, las mellizas, Daniela y Eva, sí el día que Dani me acompañó a comprar el test de embarazo, venían dos, no una. Mis niñas están ya en el instituto. Y su padre como no, las tiene mimaditas cada vez que las ve, las adora y ellas a él aun más.

- Mamá -dice Daniela enfadada bajando la escalera y yo la miro sentada en el sofá - Eva ha vuelto a quitarme mi camiseta que me regaló Dani.

- Eva, no le hagas eso a tu hermana -le digo, Daniela se sienta a mi lado y me mira-

- Mamá, ¿como os conocisteis tú y papá? -me pregunta, Eva baja la escalera, se sienta en el sofá junto a Daniela y me miran- 

- Ya estoy en casa -dice Jesús entrando y las niñas corren a abrazarle-

- Le estábamos preguntando a mamá como os conocisteis -dice Eva mientras le abraza y Jesús me mira con una sonrisa-

- ¿No ha venido el tío Dani? -pregunta Daniela algo triste cuando se separan-

- Viene para cenar -le promete Jesús y las mellizas vuelven a sentarse a mi lado- ¿Puedo escuchar yo también la historia? -dice Jesús mirándome divertido- 

- ¿Y por qué no la cuentas tú? -digo y se ríe-

Jesús coge al pequeño Christian para jugar con él, y sonrío. 

Stereo {Gemeliers}Where stories live. Discover now