Déjate Caer 2 ¦Cisz¦ {Meanie}

VII

WonWoo estaba ordenando su cuarto, desde que Mingyu pasaba el día con el ahí ya no había tanto orden.

De igual manera sonrió al pensar en su chico.

Mientras recogía cosas golpeó con su trasero la estantería y de arriba cayeron un montón de papeles, los ordenó lo mejor que pudo pues quedaron esparcidos por todo el suelo y cuando los tuvo entre manos los leyó.

Oh.

Era su investigación, no le había puesto ojo en muchísimo tiempo. La carpeta y varias hojas tenían una capa de polvo y estaban abandonadas en el lugar que él mismo eligió para esconderlas.

Solo hasta ahora pensó, el había tenido razón. Sus inventos, su tiempo, sus estudios, todo.

¿Y ahora que haría con esto? No es como si solo pudiera ir y contarles a todos allá afuera, además de que obviamente tenía que hablar con los chicos de ahí.

Porque no dejaría a Mingyu.

Juntó todo e iba a salir corriendo donde los chicos para dar sus respectivas explicaciones, pero sorprendentemente todos estaban fuera de su cuarto cuando abrió la puerta.

-¡Muchachos! Justamente iba a...

-Ahorratelo- Mingyu lo frenó y miró en sus manos. Le quitó la carpeta y leyó- Entonces es cierto, nos ibas a delatar.

-¿Qué? No, es decir, ese era el plan antes pero ya no- WonWoo esperaba que le dejaran explicarse.

-¿Ibas a decirle a todos? Te investigué WonWoo, ni siquiera trabajas en lo que dices ¡Estudias por tu cuenta! - LuHan tenía voz dolida y eso le llegó muy profundo pues ellos eran muy amigos.

-¡Dejenme explicar! Prometo que tengo un buen motivo par-

-No. No y nada, confié en ti y tu solo mentiste desde el inicio - Mingyu lo miraba tan horriblemente que las lágrimas calleron de sus ojos- Anda, ve, dile a todos que tienes a tus ejemplares marcianos aquí.

-No Mingyu...

-Pará cuando traigas a tu tropa de ratas científicas ya nos habremos largado y quedarás como un maldito  mentiroso- JinYoung agregó.

-Es el estudio de mi vida, tienes que entender que...- WonWoo quería desaparecer de ahí.

-WonWoo- La voz pacífica y profunda de ChanYeol lo llamó- Haz lo que creas correcto, sé lo que significa un estudio tan grande, solo se tú mismo y sal de aquí.

WonWoo bajo la mirada de todos agarró su móvil junto a sus pertenencias básicas y salió, salió a la calle corriendo y llorando porque, joder, todo había salido tan mal.

Dejó su automóvil atrás, ni lo miró, y llegó caminando hasta su departamento, hacía mucho no estaba ahí y lo primero que hizo fue lanzarse a su cama y llorar.

¿Cómo todo pudo salir tan mal? ¿Cómo podría disculparse? Por primera vez en toda su vida había tenido amigos, disfrutó ser joven, salió, rió, hizo tantas cosas que antes jamás hubiera experimentado.

Y MinGyu.

Oh cielos, Kim Mingyu, el hombre de sus sueños, el chico por el cual ahora mismo haría cualquier cosa por muy loca que parezca, y mierda, WonWoo necesita que el lo sepa, que sepa que jamás quiso herirlo, que sus sentimientos fueron reales y sobretodo que lo ama.

Que lo ama y que está bien si no lo perdona, pero al menos que oiga su explicación.

De repente sintió un ruido.

-¿Diga? - Contestó una llamada telefónica como un zombie.

-¡Jeon! ¿Dónde estabas metido? Te llamé más de mil veces- MingHao como siempre se molestaba muy fácil- Mañana es la conferencia ¡Dijiste que tenías algo importante que decir!

-Es verdad... ¿A qué hora? - WonWoo ni siquiera recordaba el evento, donde, si, prometió dar una noticia reveladora.

-¡A las diez de la mañana! ¿No estarás ebrio o si? - Su compañero físico le preguntó- Cómo sea, mañana te apareces o te apareces. Adiós.

-Adiós- Tan rápido como saludó se despidió y miró a la nada en busca de algo.

¿Qué haría? Obviamente le debía algo a esa gente, y también a sí mismo, es decir, dedicó su vida a esto, pasó año tras año metido en una investigación arrastrando consigo a un montón de fanáticos y dejándose atrás a él mismo.

Sabía que se odiaría por lo que iba a hacer, sería romperse su propio corazón pero hay veces en que la lealtad y el deber personal se ponen frente al amor y la amistad.

¿Que hacer? ¿Qué hacer? Piensa WonWoo, se decía a sí mismo y se desprecia porque por primera vez en toda su vida este problema no se solucionaba con una ecuación, fórmulas matemáticas o llevar a un gráfico toda su recopilación de datos.

No debía usar su telescopio, como a diario hacía, y observar los cambios durante horas para decidir si allá afuera había algo.

Lo hay.

Tenía que ir en contra de sus métodos, dejar de buscar en el exterior y mirar en su interior, donde siempre pensó no había espacio para nada que no fuera astrología y vida extraterrestre.

Pero ahí estaba él, enamorado, empapado y lleno de Kim Mingyu.

Su propia decisión le hacía llorar la pérdida de tanto.