006

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Sehun lo abrazó, su cuerpo encendido. Luhan era increíble, tan ardiente y tan sexy como siempre había soñado. Excitado, apretó el cuerpo ajeno mientras escuchaba el sonido de su respiración volviendo a la normalidad poco a poco. Con ternura, apartó el pelo de su cara y le besó la frente.

-Duerme -dijo en voz baja, su cuerpo aún temblando de deseo, pero su corazón y su alma contentos.

-Pero...

-Calla. No pasa nada -lo interrumpió él-.

Levantando la cara, con una mano sobre su corazón, Luhan lo miró con aquellos hermosos ojos.

-Pero yo...

Sehun cerró los ojos, luchando contra el deseo de decir que sí.

-Estoy bien -mintió, besándolo de nuevo en la frente-. Es tarde, sigue nevando y seguro que mañana hará mucho frío. Además, te duele el hombro. No es un buen momento...

Luhan parecía sentirse culpable y eso hizo que lo amase aún más. Para tranquilizarlo, lo apretó suavemente contra su pecho, intentando no hacerle daño.-De verdad, estoy bien. Y ahora duérmete, ¿de acuerdo? Yo te abrazaré y así entraremos en calor.

Luhan apoyó la cabeza sobre su pecho, suspirando.

-Eres maravilloso, Sehun -dijo en voz baja-. es increíble que no me haya dado cuenta.

Unos minutos después, se quedó dormido, su aliento calentando el pecho del hombre. Sehun se quedó mirando una telaraña. No podía dormir, la indecisión del futuro lo mantenía despierto. ¿Aquello interferiría en su relación? ¿Se despertaría Luhan avergonzado, inventando excusas para lo que había pasado? ¿Se portaría con timidez?

¿Pediría más?

Cuando por fin se quedó dormido, fue con la convicción de que no lo dejaría apartarse de él y tampoco dejaría que lo usara. Aquello sería algo más en toda una vida de experiencias compartidas. Eran amigos y quería asegurarse de que seguían siéndolo siempre.

Cuando abrió los ojos, la cruda luz del sol reflejando la nieve recién caída cegó a Sehun. Tenía la manta encima, incluso lo habían arropado, pero Luhan no estaba en la cama. Apoyándose en un codo, lo vio sentado cerca de la estufa, con los pantalones y los calcetines puestos, los pies apoyados sobre la mesa. Estaba leyendo una carta. Su carta.

-¿Qué demonios estás haciendo?

Lo miró, sonriendo. Y después, se acercó a la cama. Sin un gramo de pudor o inseguridad, se inclinó y le dio un beso en los labios.

-Buenos días -dijo, guiñándole un ojo-. Sehun.

Él se apartó, sorprendido por el beso y por el uso de un nombre que jamás antes había usado para referirse a él.

-Esa carta es mía.

El movió el papel.

-Sí, es verdad. Lo siento. Estaba buscando calcetines en tu maleta y me encontré esto. Espero que me perdones, pero estoy celoso. Sehun, ¿qué significa esta mujer para ti?

Sehun se la quitó de las manos.

-No me importa que me quites los calcetines, pero esto no es asunto tuyo.

Luhan asintió, mirándolo a los ojos.

-Lo sé, pero la he leído y ahora me muero por saberlo. ¿Es tu novia? ¿Es alguien importante para ti?

La pregunta que no había hecho era: “¿Yo soy importante para ti?”. Pero Sehun prefirió ignorarlo por el momento. Irritado, se sentó en la cama, temblando de frío. Luhan corrió hacia la silla para buscar la camisa.

Atrapados en la Nieve ➯ Hunhan.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن