Nos vemos, Beale [Bechloe]

Once Bellas, seis habitaciones

Habían pasado dos semanas desde la charla de Beca y Chloe. Dos semanas de ese beso. Y dos semanas des de que Beca y Chloe habían decidido empezar una relación en secreto, sin que las demás Bellas lo supieran. Esta última parte había sido la más difícil, ya que pasaban muchas horas juntas entrenando y en casa debían evitar que Aubrey las descubriera (cosa que provocó que no fuesen más allá de besarse. Y no lo mantenían en secreto porque se avergonzasen, sino porque no querían tener que aguantar los comentarios de las Bellas sobre su relación. Como todas estaban acostumbradas a Chloe siendo la única que podía tocar a Beca sin llevarse algún que otro golpe, a nadie le sorprendía cuando la pelirroja abrazaba a la morena por detrás y apoyaba su cabeza en el hombro de esta, cuando iban a dar largos paseos ellas solas o cuando se quedaban las últimas en el gimnasio después de entrenar porque se "despistaban" hablando con la otra.

Y por fin había llegado la semana del concierto. En unas horas las chicas se dirigirían hacia Washington, donde estarían un par de días antes de actuar en el Kennedy Center – esta vez esperando tener más suerte que la última vez - y para asegurarse que nadie llegase tarde, decidieron pasar juntas la mañana en casa de Beca.

- ¿En serio no lo ve nadie más? - preguntó Stacie.

- No se parece a mi voz. - contestó Beca.

- Tías. - respondió Stacie – Por favor. No me digáis que la voz de Beca no es clavada a la de la troll rosa de la peli de Trolls, como se llamaba... ¡Poppy!

- No lo veo tía. - contestó Cynthia Rose.

- Gracias. - respondió Beca.

- Pues yo creo que un poco si se parecen. - Añadió Chloe para picar a la morena.

- Y gracias por nada Beale. - le dijo Beca empujándola levemente hacia un lado del sofá en el que estaban sentadas.

Cuando por fin llegaron las tres de la tarde, las chicas salieron hacia el aeropuerto, dónde se subirían al Jet privado de Fat Amy para ir hacia la capital.

*Dos horas y media más tarde, ya en uno de los hoteles que Fat Amy tiene en la Washington*

- Vamos chicas, ya tenemos las llaves. - anunció Chloe - Somos once Bellas y tenemos seis habitaciones dobles, así que una de nosotras tendrá una habitación para si sola.

Las chicas rápidamente decidieron que la que dormiría sola sería Fat Amy. Argumentaron que ya que era su hotel, tenía derecho a disfrutar de una habitación ella sola, pero todas sabían que la verdad era que ninguna quería ahogarse por el olor de sus flatulencias nocturnas. El resto de chicas se dividieron en parejas: Jessica con Ashley, Flo con Lilly, Cynthia con Stacie, Aubrey con Chloe y Beca con Emily. Como estaban todas en el mismo piso (el quinto), decidieron hacer tres turnos para subir con el ascensor. En el primero iban Fat Amy, Jessica, Ashley y Flo en el segundo Lilly - o eso se suponía, porque entró en el ascensor al mismo tiempo que las demás y cuando las puertas se abrieron ella ya estaba esperándolas arriba – Cynthia, Aubrey y Emily y en el tercero Stacie, Chloe y Beca.

- Se que lo he dicho antes Beca – dijo Stacie para romper el silencio del ascensor – pero gracias otra vez por dejar que Bella se quede con tu padre mientras estamos aquí.

- No hay problema Stace. - contestó la morena – Él se ofreció voluntario, y además creo que le gusta estar con niños pequeños. Además que la traerá el día del concierto para que Bella pueda ver a su madre bailar y cantar.

Las puertas se abrieron y las tres chicas se dirigieron por el pasillo hacia las habitaciones. Stacie se paró en una de las primeras, dando a Beca y Chloe unos segundos para estar a solas.

- ¿Estas segura que no te molesta que no estemos en la misma habitación? - preguntó la morena.

- Es obvio que preferiría estar contigo – contestó Chloe – pero yo siempre dormía con Aubrey en las competiciones, y creo que levantaría sospechas si la abandonase ahora.

- Cuando todo esto termine – dijo Beca rompiendo el silencio que se había formado – nos iremos a un hotel, tu y yo. ¿Qué te parece?

- Me encanta la idea, Becs. - respondió la pelirroja – No puedo esperar. - Le dio un beso en la mejilla y entró a su habitación, dejando a Beca con una sonrisa tonta en la cara que tuvo que borrar antes de que Emily la viese.