La vida amorosa de un Anonimo

Relatos 4

A tres metros de distancia

Primero de ciclo medio, abierto a nuevos aires. Conocí un chico de mi clase, que al parecer era bisexual. Pasé mucho tiempo con él, desde que decidí en hablarle, hasta que esperaba con él en la parada de autocares que iban a su pueblo para que no estuviera solo. Empecé a desarrollar un deseo en esa persona. Aunque fue temporal, al final solo era un chico cualquiera como todos los gilipollas de turno que parecen críos de 14 años. 

Al estar en un ambiente de informática y tecnología y frikis. Pensaba que al fin estaría en mi salsa, pero en las pelis lo pintan mejor. El típico grupito de raritos que juegan a D&D, que son acosados por todo el mundo solo viven en las series y pelis. Ahora los frikis van de fiesta cada viernes, y son los típicos bullys.

En esa época también empecé a usar Grindr. Conocí muchos chicos, aunque conocer no es la palabra más adecuada. Tuve mi primera experiencia sexual... que bueno, podría haber sido agradable, si no fuera porque me forzó y me hizo hacer cosas y me hizo cosas sin dar yo mi consentimiento... Todavía no se si lo he superado, pero ahí vamos.

A finales de ciclo, conocí gente de discord que vivían cerca de Barcelona. Empezamos a jugar mucho, hablar en llamadas, y decidimos vernos todos en el Pride. Y así fue. Y puedo decir, que me pillé de tres personas.

Primero Guille, que a la semana ya me pillé. Y en esa misma semana, me dijo que había empezado a tener una relación seria con otro. Después Ferran, que bueno, creía que sentía cosas por él. Pero solo eran imaginaciones mías. Y al final, lo que pensaba que sentía por él, se desvaneció muy fácilmente.

Hasta llegar al tercero. Eloi, al principio solo lo veía como un amigo. Pero a la larga, empecé a sentirme atraído por él. Solía hacer mi táctica maestra, ser un pesado hablándole a todas horas. Día tras día me iba pillando más y más. Hasta llegar a un punto en el que me quise confesar. Le dije todo lo que sentía por él, y me dijo que tuve mucho valor y me hizo sentir bien. Aunque me dijera que después de ser rechazado, no se sentía a gusto pensando en chicos por el momento. 

Así que seguimos siendo amigos, y lo seguimos siendo a día de hoy. Ahora le hago bromas, y cuando hablo de chicos, para molestarle le digo "espero que no se marque un Eloi conmigo".