Lover. ~Maylor~

342 34 46
                                    


~Lover~


Las lágrimas no dejaban de caer mientras se aferraba a una almohada con todas sus fuerzas, como si quisiera transportarse a un mundo surrealista.
Un mundo distinto.
Un mundo sin dolor.
Un mundo sin Brian May.

Pero no. Era imposible. Ahora se encontraba solo, en su habitación, sobre su cama, observando la fuerte lluvia caer desde su gran ventana.
Era un día triste, así le llamaba él por que esos días sólo hacía que se sintiera más triste de lo normal.

Pasó una mano por su cabello largo y rubio con intención de acomodarlo un poco. No obstante, estaba más enredado de lo que pensaba, por lo que decidió dejarlo en paz y continuar con sus horribles y depresivos pensamientos.

"¿Qué tengo mal? Dímelo y lo cambiaré por ti."

Ven a casa por favor.

Eran sus pensamientos diarios, cada hora, cada día, cada minuto, cada segundo que él no estaba con él.

Maldecía el día en que lo conoció. Maldecía el día en que conoció al amor de su vida.
Maldecía ese catorce de Marzo.

Con la voz totalmente desafinada y ronca, Roger comenzó a cantar. La melodía no era triste, sin embargo la forma en como el rubio la entonaba era completamente melancólico.

Can I go where you go?
Can we always be this close forever and ever?
And ah, take me out, and take me home
You're my, my, my, my lover

Estaba tan abatido y deprimido, no necesitabas verlo. Tú sólo entrabas a la habitación y sentías la fuerte tristeza que lo rodeaba. Mientras entonaba la amarga y fría canción.
Estiró su mano hasta llegar a su pecho, y tocó su pequeño broche con forma de sol que tenía puesto en su suéter.

Roger era el sol.

Su tristeza era gris, un gris tan fuerte y aburrido. Un gris como el de las nubes cuando está apunto de caer una fuerte tormenta eléctrica.

Pero, de un pronto a otro, el teléfono celular ejerció una vibración notificando un nuevo mensaje. Con suma pereza tomó el aparato electrónico, deseando que el mensaje fuese de su amigo John o Freddie para poder ocupar su mente por un tiempo.

Pero no, claro que no.



Mensajes nuevos de Brian.

¿Puedo ir donde estás?

Te necesito...



Roger simplemente suspiró con pesadez y se dejó caer en la cama.

-¿Y ahora qué necesitas, Harold?-. Preguntó amargamente mientras miraba el techo. Estaba completamente seguro en que diría que no.

Pero la curiosidad le ganó.



Nuevo mensaje enviado

Está lloviendo a cántaros, usa paraguas.



No pasó mucho cuando llamaron a la puerta. Brian May estaba completamente empapado y con un paraguas completamente destrozado en su mano derecha.

-Se rompió en el camino...

Roger sólo se limitó en soltar una pequeña carcajada y lo dejó pasar de una forma muy simple. Tan simple como cuando lo dejó entrar a su corazón para no volver a salir nunca.

Pequeñas Grandes Historias [One Shots]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt